Reportaje de Agustín Achúcarro sobre los conciertos que Vasily Petrenko dirige esta semana al frente de la Sinfónica de Castilla y León
Vasily Petrenko: «Vivimos tiempos extraños»
Un reportaje de Agustín Achúcarro
«Se trata de un ballet, de una historia de personas jóvenes, con solamente una mayor, con relaciones muy frescas, bacanales, celos, erotismo, pero también con filosofía, claramente del amor entre dos jóvenes y también del amor eterno». Así describe inicialmente el director Vasily Petrenko, Daphnis y Chloé (Sinfonía coreográfica) de Ravel. Una obra maestra, que los días 13 y 14 de marzo, será interpretada por primera vez en su versión del ballet completo, en el Auditorio de Valladolid, por parte de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y el citado director.
«Creo-prosigue Petrenko- que la orquestación es una maravilla, con colores e instrumentación muy diversa; posee relación con Stravinski, expresamente con El Pájaro de fuego, con la música francesa, en particular con Saint-Saëns, con la música de Schoenberg, de su período de juventud, tonal, y con Rimski-Kórsakov. Una obra de amplia plantilla de la que Petrenko advierte que «no por eso deja de exigir sonidos delicados, que permitan que se escuchen las melodías y a los solistas». «Se trata de una partitura compleja y esencial en el repertorio, por lo que para mí es muy importante que la orquesta exprese la narración de la historia, porque sin bailarines somos nosotros los que tenemos que hacerlo, máxime en una obra que es un antecedente del lenguaje de las bandas sonoras, auténtico cine sinfónico».
Dados los acontecimientos de la actualidad, Petrenko lo relaciona con la importancia de la música, los conciertos y el arte en general. «No solo me preocupa de este concierto la música, sino la parte social, pues vivimos unos tiempos extraños, y lo que he visto en todo el mundo es que cada vez acude más y más público a las manifestaciones artísticas, no solamente musicales. Creo que, en tiempos difíciles, con la guerra, las dificultades económicas, para mucha gente el arte supone una escapada de una vida dura a un mundo ideal, por lo que su papel es cada vez más importante, y los políticos tienen que reconocerlo más. Menos armas y más cultura». Reflexión a la que el director añade que «para realizar una integración en Europa, es mejor hacerlo con la ayuda de la cultura, y por tanto su importancia es muy, muy grande, aunque esto no sea del todo reconocido».
Vuelta a la música y a la obra de Ravel, pues Petrenko afirma «conocerla muy bien», ya que la ha dirigido en unos dos años entre cinco y seis veces, aunque su referencia se circunscribe «a los pasajes que forman parte de la suite», no del ballet completo. En todo caso, se trata de una obra complicada y absorbente según considera el director asociado de la OSCyL. «Pienso que realizar dos conciertos seguidos está muy bien, como ocurre esta vez, ya que, si fueran más, supondría tener demasiado tiempo esa música en la cabeza, con los millones de notas que tiene, y todas las complejas interrelaciones».
Antes de la interpretación de Daphnis y Chloé, en el programa figura el Concierto para violín nº 3 en si menor, op. 61 de Saint Saëns. «Es muy curioso que haya sido una obra muy interpretada entre los años setenta y ochenta y ahora no se toque prácticamente, de hecho, yo es la primera vez que la dirijo, y esto es extraño porque es una obra clásica, como los conciertos de Chaikovski o Brahms, aunque el estilo sea diferente», observa el director. Y también será la primera vez que dirija a la violinista granadina María Dueñas, sobre la que Petrenko hace la siguiente valoración: «Es posiblemente la solista más famosa de su generación-nacida en 2002- y con más potencial, lo que hace que su interpretación sea para mí muy interesante».
Tras estos conciertos, entre los compromisos de Vasily Petrenko figura en junio, de manera sobresaliente, la dirección de la ópera Boris Godunov en Ámsterdam, con la Orquesta del Concertgebouw.
Fotos: OSCyL
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