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Crítica: «Tosca» en la Royal Opera House «Covent Garden» de Londres

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Autor: Nuria Blanco Álvarez
25 de julio de 2024

Crítica de Nuria Blanco Álvarez de la ópera Tosca, protagonizada por Angel Blue en el Covent Garden de Londres, bajo la dirección musical de Christopher Willis y escénica de Peter Relton

«Tosca» en la Royal Opera House de Londres

El salto del ángel


Por Nuria Blanco Álvarez | @miladomusical
Londres, 19-VII-2024. Royal Opera House. Tosca (Puccini). Angel Blue (Tosca), Russel Thomas (Cavaradossi), Germán Enrique Alcántara (Angelotti), Aleksei Isaev (Scarpia), Colin Judson (Spoletta), Jamie Woollard (Sciarrone), Jeremy White (Sacristán), John Morrissey (Gaoler). Royal Opera Chorus. Orchestra of the Royal Opera House. Dirección musical: Christopher Willis. Dirección de escena: Peter Relton.

   La temporada de ópera londinense pone su punto final con la puesta en escena de Tosca, el popular melodrama que Puccini estrena en Roma en 1900. En esta ocasión con una clásica producción de Jonathan Kent diseñada por Paul Brown, inspirada en la época napoleónica y la Roma de 1800, que ha vuelto a ver la luz en la Royal Opera House bajo la dirección de escena de Peter Relton. La acción transcurre en un ambiente realista, acorde con el verismo en que se encuentra inmersa la obra, con un aspecto gótico, oscuro. La ópera comienza con una espectacular doble escalera en la supuesta basílica de Sant´Andrea della Valle, unas altas rejas que guardan la capilla donde transcurre el primer acto, con una estatua de la Virgen y, bien visible, el fresco que Cavaradossi está pintando con María Magdalena como protagonista. En el segundo, la acción se desarrolla en el comedor de la vivienda de Scarpia y, presidiendo la estancia, una colosal escultura del Arcángel San Miguel venciendo al demonio, muy adecuado al ser precisamente el espacio donde Tosca asesinará al malvado jefe de policía, manteniéndose el detalle de la versión primigenia en la que tras el mortal ataque, ella coloca dos velas a ambos lados del cadáver y, en este caso, la cruz que cuelga de su pecho sobre el del yacente, en lugar del tradicional crucifijo de pared. Una pena que el acto final nos privara de la belleza del castillo Sant´Angelo del que apenas se nos muestra una rampa desde la que Tosca salta para poner fin a su vida, eso sí, bajo un hermoso cielo estrellado.

«Tosca» en la Royal Opera House de Londres

   Precioso el vestuario elegido, lástima que Angel Blue se sintiera terriblemente incómoda con él, por un lado, debido a la largura de su vestido que para no pisarlo se lo agarraba continuamente con sus dos manos - el taller de costura del teatro debería haberle subido el bajo- y, por otro, por la larga cola que lo adornaba y no sabía manejar siendo un obstáculo constante en su camino y en el de Scarpia, teniendo que apartarla con constantes golpes de pierna, como si de una folclórica se tratara; por todo ello, su faceta dramática se vio mermada. Afortunadamente, la soprano sí se sintió a gusto vocalmente en su papel de Tosca, mostrando un bello instrumento sin fisuras, con gran homogeneidad en todo su registro, de agudos plenos y potentes graves, sin embargo, echamos en falta más compromiso vocal pues apostó por lo seguro, sin trabajar fraseos más largos ni aportar riqueza de matices, tampoco nos regaló ningún filado. No obstante, con su elegante y precioso timbre nos deleitó en su sentido «Vissi d´arte», actuación muy aplaudida a pesar de que no epató. Muy bien su dúo inicial con Cavaradossi, interpretado por Russel Thomas quien se había presentado con una inteligente ejecución de la conocida aria «Recondita armonia» mostrando una bella voz, de gran proyección en la que decidió no prolongar las notas en demasía. Aleksei Isaev en el papel de Scarpia fue creciendo a medida que avanzaba la representación estando pleno en el segundo acto, mientras que Jeremy White, como Sacristán, estuvo adecuado en lo vocal y magnífico en lo dramático evidenciando las tablas que tiene en escena.

   El barítono argentino Germán Enrique Alcántara dio vida a Angelotti con mucha soltura y bien el resto del reparto, Colin Judson como Spoletta, Jamie Woollard intepretando a Sciarrone y John Morrissey a Gaoler. Muy bien el Royal Opera Chorus y mención especial al coro de niños del Trinity School, no en vano Inglaterra goza de una excelsa tradición de coros de voces blancas. Lo que sí fue realmente magnífica fue la participación de la Orquesta de la Royal Opera House, qué riqueza de matices y qué sonido, además de conseguir una extraordinaria compenetración con los cantantes. Ya desde su primer acorde, la agrupación mostró una energía y una sonoridad digna de alabanza, y avaló al director Christopher Willis en esta su única participación en esta producción, pues el resto de funciones estuvieron dirigidas por Andrea Battistoni.

Foto: Royal Opera House / Marc Brenner

«Tosca» en la Royal Opera House de Londres
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