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Crítica: «Tosca» en el Teatro Cervantes de Málaga

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Autor: José Antonio Cantón
3 de diciembre de 2021

Lianna Haroutounian, Ramón Vargas y Kostas Smoriginas protagonizan la ópera Tosca, de Puccini, en el Teatro Cervantes de Málaga, bajo la dirección musical de Pedro Halffter

«Tosca» en el Teatro Cervantes de Málaga

Una Tosca con ciclorama

Por José Antonio Cantón
Málaga, 28-XI-2021. Teatro Cervantes. . Ópera Tosca de Giacomo Puccini. Elenco: Lianna Haroutounian (soprano), Ramón Vargas (tenor), Kostas Smoriginas (barítono), Luis López, Fernando Latorre y Cristian Díaz (bajos) y Luis Pacetti (tenor). Coro de Ópera de Málaga y Pueri Cantores Málaga. Dirección de escena: Pier-Francesco Maestrini. Orquesta Filarmónica de Málaga. Dirección musical: Pedro Halffter.

   La segunda cita de la presente temporada lírica del Teatro Cervantes ha estado ocupada por la ópera Tosca, título señero del repertorio de Puccini y referencial del estilo verista. Ha contado con la producción escénica de la Ópera de Tours dirigida por el dramaturgo florentino Pier-Francesco Maestrini y la realización musical del teatro malagueño comandada por el maestro Pedro Halffter. La utilización constante de un ciclorama transparente situado en la corbata del escenario donde se podían proyectar imágenes ha sido la intención preponderante de Maestrini, asumiendo el consiguiente riesgo de resentirse la recíproca comunicación que ha de darse fluidamente entre tan sustanciales elementos de este tipo de espectáculo como son la acción dramática sustentada con la emisión vocal, que en esta ópera es determinante, y el foso. Admitida tal circunstancia por el responsable musical, éste la compensó con una mayor prestancia dinámica de la orquesta, que está llamada a poner música a la sangre, terror e intriga que sustancian el argumento de la obra, pese a presentarse en una dimensión instrumental no demasiado numerosa en la cuerda, hecho que no llegó a afectar al realce que requieren las apariciones del leitmotiv de Scarpia a lo largo de esta ópera, presentados por Halffter como llamadas de atención, que mantenían y hacían recordar al espectador el clima trágico de la acción provocado por la crueldad de tan despiadado personaje.

   Desde el punto de vista canoro hay que valorar como determinante de esta representación la intervención de la soprano armenia Lianna Haroutounian, demostrando en todo momento el dominio de su papel protagonista tanto en el aspecto dramático como en el vocal. Del primero hay que valorar cómo cargó de veracidad el cantado fraseo que  iba desvelando la personalidad conflictiva y apasionada de Floria Tosca. En el segundo, reservó su voz para los momentos más exigidos como el dúo con Cavaradossi en el primer acto y la paradigmática aria del segundo, «Vissi d’arte», que suele ser un fiel que esclarece la idoneidad de impulso vocal de una soprano lírica con particular carácter spinto. En este caso, su voz parecía ser en sus recitados el desencadenante musical más que la orquesta en su función de acompañante dramático, sensación difícil de darse y ser experimentada por un melómano atento y con un mínimo conocimiento de esta ópera en la que el realismo se encuentra intensificado al máximo en la instrumentación de Puccini.

   Con una preponderancia de lo dramático sobre lo vocal, causado por el efecto ciclorama, que se implementaba por la limitada resonancia del teatro, el barítono lituano Kostas Smoriginas, una de las figuras actuales en su registro dentro del panorama internacional, no lució al nivel esperado por el hecho de que la profundidad de sus resonadores vocales quedó reducida ante la decisión de poner la mencionada transparencia en el escenario, produciéndose cierta merma perceptiva en el oyente que no podía disfrutar de la tensión y amplitud expresiva de su excelente emisión vocal en pasajes como en «Ha più forte sapore», en el inicio del segundo acto, o en «Già mi dicon venal» de la misma parte de la ópera y, sobre todo, en la escena de la procesión del  «Te Deum», cuya voz ha de sobresalir como esencial contraste entre la masa coral. Sin dejar de construir su personaje en todo momento con hondura y credibilidad dramáticas, me quedaba el deseo de escuchar a este cantante en mejores circunstancias acústicas.

   Por su parte, el tenor mejicano Ramón Vargas estuvo discreto en su papel de Mario Cavaradossi ya que, encontrándose cómodo en los registros medios, no lo fue tanto en aquellos pasajes con mayor exigencia en su tesitura. Sin embargo salió airoso del momento cumbre de su actuación, el aria «E lucevan le stelle», que cantó con apasionado sentimiento y en la romanza «Recondita armonia» que le sirvió para tonificar la voz al principio de su actuación.

«Tosca» en el Teatro Cervantes de Málaga

   Del resto del reparto hay que hacer mención de las tablas del tenor Luis Pacetti en su rol del policía Spoletta, la destacada intervención del bajo Fernando Latorre como el sacristán de la iglesia de Sant’Andrea della Valle y Cristina Risueño, poniendo voz al pastorcillo que canta en el amanecer romano con el que se inicia el último acto. Tanto Antonio del Pino como María del Mar Muñoz, directores de Pueri Cantores Málaga y del Coro de Ópera de Málaga, respectivamente, ha realizado una buena preparación con sus formaciones, contribuyendo al lucimiento de escenas como la del «Te Deum».

   Mención aparte requiere la labor de Pedro Halffter en el foso. Supo llegar al límite de los recursos de que disponía tratándose de la importancia orquestal que determina el autor. Con un tratamiento funcional de su estructura armónica sustanciaba acciones rápidas y pausas líricas con experimentado sentido, lo que redundó en un soporte musical esencial a la intensidad del drama.

Fotos: Daniel Pérez

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