Opinión: Temporada 2017-18 del Teatro Real de Madrid

TEATROREAL: TEMPORADA 2017-2018 

   Por Raúl Chamorro Mena
Presentada por fin la temporada próxima del Teatro Real, la misma se encuadra en el llamado “bicentenario” del coliseo, -muy cogido por los pelos-  y en el que se supone se intenta ofrecer un panorama de toda la historia de la ópera. De momento, las ausencias clamorosas de dos monumentos del género como Gioacchino Rossini y Richard Strauss desmienten categóricamente tal pretensión. Igualmente, esa mejora del “apartado cantantes” y la visita de las primeras figuras que se esperaba con Joan Matabosch al frente de la dirección artística del teatro, hace mucho que ha quedado desmentida por la realidad.

   Analizando concretamente la programación de la próxima temporada uno tiene la sensación de que se intenta compensar la presencia de varios títulos del siglo XX y contemporáneos, de los considerados “difíciles” para el público y, por tanto, en los que la taquilla puede resentirse, pero con el que poder darse el barniz de “vanguardista”,  de “instruir” al espectador (algo muy de moda últimamente) y proclamar que “no se entra en el juego de los divos” -para justificar la ausencia crónica de los mismos en el Teatro Real-,  con títulos de los más populares y trillados del núcleo más emblemático del repertorio. De este modo, se programa nuevamente “La bohème” cuando obras maestras puccinianas como “Manon Lescaut” o “La fanciulla del west” llevan ausentes de Madrid desde 1978 y 1982, respectivamente.  Además, los amores y desventuras de Mimi, Rodolfo, Marcello y Musetta se nos presentan con un reparto poco entusiasmante más allá de la Mimi de Anita Hartig -que ha encarnado el papel en el MET y lo abordará en Sevilla próximamente-, que se alterna con la canaria Yolanda Auyanet en esta etapa de su carrera en que está afrontando papeles más dramáticos. Después del muy pobre Duque de Mantua que ofreció en el Real el tenor Stephen Costello, no se entiende su vuelta como Rodolfo. La conocedora batuta de Paolo Carignani garantizará la solvencia desde el podio. Nada menos que 19 representaciones se ofrecerán de esta “Bohéme”, que llegará en período navideño y puede ser una opción ideal para llevar al teatro a amigos y familiares que nunca han ido a ver una ópera y que nuevos aficionados descubran y se enganchen a este fascinante género.

   Más justificada parece la presencia de “Aida”, ausente desde 1998, aunque algún título verdiano tan representativo como “Nabucco” continúa inédito en Madrid desde tiempo inmemorial. Se anuncia una reposición, al menos parcial, de la espectacular producción de Hugo de Ana presentada en el citado año de 1998 y el reparto (tres distribuciones para 17 representaciones) resulta ser el más interesante, sin duda, de entre todos los títulos de repertorio programados. Lyudmila Monatyrska, Anna Pirozzi, Violeta Urmana, Daniela Barcellona, Gregory Kunde, Fabio Sartori… son de lo mejorcito actualmente disponible.  

   La temporada abrirá en septiembre de este 2017 con un título mozartiano poco frecuente, “Lucio Silla”, en una gris producción de Claus Guth ya vista en el Liceo de Barcelona. Bajo la dirección del titular Ivor Bolton, en el reparto destacan los nombres del veterano especialista Kurt Streit cuyo estado vocal actual ofrece dudas, la francesa Patrice Petibon y la ejemplar María José Moreno que ya interpretó a Celia en Barcelona y que, en esta ocasión y después de su rotundo éxito en el Real como Morgana en “Alcina”, “asciende” al primer reparto.  

   A continuación, volverá al Coliseo madrileño una de las cumbres de la historia operística, la Carmen de Bizet, uno de esos títulos que identifican todo el género. La producción de Calixto Bieito estrenada hace años en Perelada y repuesta posteriormente en Barcelona y París no invita a la alegría, precisamente. Tampoco las tres protagonistas anunciadas, aunque nunca se puede descartar, que entre tanta desconocida surja alguna agradable sorpresa. Los tres cantantes anunciados como Don José entroncan con la importantísima tradición de tenores italianos que han abordado el papel (no en vano, la obra maestra de Bizet, en sus inicios, tuvo mucho más éxito en Italia que en Francia, siendo un título fundamental para el surgimiento y desarrollo de la corriente verista-naturalista y “la lucha de sexos” que la fundamenta), aunque en todos ellos, incluido el más afamado Francesco Meli, predomina la belleza del instrumento sobre el escaso respaldo técnico.

   Gaetano Donizetti estará representado por dos títulos, si bien, "La favorita", primera ópera que se representó en el Teatro Real en 1850 y que no sólo por ello, sino por lo magnifica ópera que es, merecería mejor trato, se ofrecerá en concierto en dos únicas sesiones. La ascendente mezzo americana Jamie Barton junto a Javier Camarena encabezarán el elenco vocal. El tenor mejicano, único cantante puntero actual que ha conseguido fidelizar el Teatro Real, también será Edgardo en “Lucia di Lammermoor”, emblema del melodrama romántico italiano, que vuelve a Madrid, ausente desde el año 2001, en que la eximia Edita Gruberova ofreció su inmortal creación.  Ambas obras donizettianas contarán con una batuta de garantía en este repertorio como es la de Daniel Oren que, esperemos, esta vez “se entienda” con la orquesta no como ocurrió en su única comparecencia anterior con “Los pescadores de perlas” de Bizet.

   Cabe esperar lo mejor del protagonismo de Lisette Oropesa, después de la magnífica Gilda de Rigoletto que ofreció en el Real. Menos entusiasmo despierta Venera Gimadieva después de su gris Elvira de "Puritani". Una pena que no se repita en Madrid la pareja María José Moreno- Ismael Jordi, que tan bien funcionó en el Liceo y que la soprano nacida en Granada no pueda ofrecer en Madrid su actual Lucia en plena madurez artística e interpretativa.

   Todo un acontecimiento puede considerarse el estreno en España de “Die Soldaten” (Los Soldados) de Bernd Alois Zimmermann, una ópera fundamental dentro de la creación del siglo XX, pero poco representada, dadas las muchas dificultades musicales y escénicas que presenta. Lo que pueda hacer el Sr. Bieito con una obra tan tremenda provoca una extraña mezcla de zozobra, inquietud y expectación. La elección del sobrevalorado Pablo Heras-Casado para conducir musicalmente tan monumental y complicada partitura no parece, a priori,  la más acertada. Más moderna que la obra de Zimmermann -que se estrenó en 1965-, es “Dead Men Walking” de Jack Heggie basada en el relato homónimo de la hermana Helen Prejean, que trata sobre la pena de muerte, la compasión y la redención, que vió la luz en el año 2000 en San Francisco, pero cuenta con una lenguaje musical y escénico más “asequible”, en principio, para lo que se considera “el espectador tradicional” y, que además, contará con el protagonismo de la carismática y comunicativa Joyce di Donato.  Después del éxito de “Billy Budd” en la presente temporada, volverá Britten con su ópera “Gloriana”, que se verá por primera vez en Madrid con unos mimbres que se antojan adecuados. Ivor Bolton en la dirección musical, David MacVicar en la escénica y el protagonismo de la gran Anna Caterina Antonacci en un papel en el que podrá lucir su gran talento dramático y personalidad artística por encima de su decadencia vocal. “Street Scene” (Escenas callejeras) de Kurt Weill y el estreno en colaboración con los Teatros del Canal de “El Pintor” de Juan José Colomer sobre libreto de Albert Boadella completan la ópera representada de esta temporada 17-18. Los aficionados al Barroco se tendrán que conformar con una única sesión de Ariodante en versión concierto, ópera que, por cierto, ya se había visto en el Real hace años en el mismo formato. La dirección del especialista William Christie se vislumbra como único aliciente dado el escaso interés del reparto anunciado. Una única velada, asimismo, constituirá la visita anual del mítico e incansable Plácido Domingo, esta vez con el papel de Athanaël de “Thaïs” de Jules Massenet, una de sus incursiones baritonales y que aún no ha ofrecido el divo madrileño en su ciudad natal. En el apartado de conciertos y recitales cabe destacar la visita de la Wiener Philarmoniker con un Gustavo Dudamel al frente, que no termina de recuperarse de su fiasco en el concierto de año nuevo. Después de dos cancelaciones, vuelve a anunciarse el tenor Jonas Kaufmann, esta vez acompañado por orquesta. Ute Lemper, Lang Lang, Patricia Racette y Angela Gheorghiu, entre otros,  son otros de los nombres que se anuncian para la próxima temporada del coliseo de la Plaza de Isabel II. A mencionar también, cómo no, la visita de The Royal Ballet con “El Lago de los cisnes”, la imperecedera creación tchaikovskyana.