Crítica: «Tosca» de Puccini en Bolonia

Un soberbio espectáculo

Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia. 26-IV-2024. Teatro Comunale Nouveau. Tosca [Giacomo Puccini / Giuseppe Giacosa y Luigi Illica]. Carmen Giannattasio [Floria Tosca], Roberto Aronica [Mario Cavaradossi], Gabriele Viviani [Il barone Scarpia], Christian Barone [Cesare Angelotti], Paolo Maria Orecchia [Il Sagrestano], Paolo Antognetti [Spoletta], Nicolò Ceriani [Sciarrone], Christian Barone [Carceriere], Camilla Baravelli Sabena [Un pastorello]. Orquesta y Coro del Teatro Comunale. Director de escena: Giovanni Scandella. Director musical: Oksana Lyniv.     

   Con ocasión del centenario de la muerte de Giacomo Puccini, el superintendente del Teatro Comunale decidió no solo dar comienzo a la temporada de ópera con Manon Lescaut, sino presentar otras obras del compositor, incluído naturalmente el Tríptico. Acabamos de asistir a Tosca, donde la dirección escénica se ha confiado a Giovanni Scandella, que ha construído un espectáculo que exalta la fuerte carga emocional de la trama.

   La escenografía de Manuela Gasperoni nos lleva en el primer acto a una iglesia donde a la izquierda el pintor Mario Cavaradossi trabaja sobre los peldaños del andamio de un cuadro mural en ejecución, y a la derecha una capilla. En el segundo se representa la sala con la mesa preparada para la cena de Scarpia y en el tercero unos muros que simbolizan la muralla externa de Castel Sant’Angelo. Las menores posibilidades del Comunale Nouveau sin duda favorecen optar por una solemnidad sobria: fondo oscuro con mobiliario esencial pero suntuoso, o bien ocupado en toda su extensión por la imagen de frescos y volutas de iglesias vaticanas. La iluminación de Daniele Naldi, cálida en los encuentros apasionados de los amantes, va volviéndose fría en sus momentos difíciles. Muy acertado el vestuario de Stefania Scaraggi y especialmente elegante el de Floria Tosca.

 La batuta de Oksana Lyniv sigue con extrema precisión el desarrollo escénico, extendiendo bajo las voces una maravillosa alfombra sonora. Una concertación muy equililbrada entre ímpetu dramático y lirismo que logra obtener un bellísimo sonido de la óptima orquesta del Teatro Comunale, subrayando los colores y las relaciones armónicas de la partitura sin exagerar nunca, ni siquiera en la solemnidad del «Te Deum». De sublime virtuosismo el solo del clarinete en el «E lucevan le stelle». Magnífico el coro preparado por Gea Garatti Ansini, en especial en el espectacular «Te Deum». Óptimo también el coro de voces blancas dirigido por Alhambra Superchi.

   La protagonista encarna el papel de una diva con celos enfermizos y gran devoción religiosa, pero se encuentra implicada en una trama política que la transforma en una asesina instintiva. Carmen Giannattasio brilló con su voz de timbre amplio, caudaloso, de gran extensión y magníficos agudos. Su voluminoso canto culminó en un «Vissi d’arte» que provocó una ovación del público. Roberto Arónica como Mario Cavaradossi lució una óptima línea de canto, agradable timbre, gran expansión, brillante en el registro alto y en los agudos. Perfecta su representación del personaje que ha encarnado ya muchas veces. Su interpretación de «E lucevan le stelle», emotiva y apasionada, provocó una gran ovación del público. Gabriele Viviani como barone Scarpia fue notable dramáticamente, mostrándose pérfido, lujurioso y sádico. Su voz baritonal con timbre atractivo destacó en todas sus intervenciones. Paolo Antognetti y Nicolò Ceriani, como Spoletta y Sciarrone, los dos esbirros de Scarpia, plasmaron bien la abyección de sus personajes. Paolo Maria Orecchia, el Sagrestano, contribuye al buen resultado de la representación, así como Christian Barone en el doble papel de Angelotti y carcelero, y Camilla Baravelli Sabena como pastorcillo. Al final grandes aplausos para todos, sobre todo para Carmen Giannattasio, Roberto Aronica y Oksana Lyniv.

Fotos: Andrea Ranzi