Un reprotaje de Agustín Achúcarro
La OSCyL había preparado una fiesta de la flauta con la presencia de Emmanuel Pahud y Clara Andrada -sin olvidar la relevancia de la Sinfonía fantástica de Berlioz- para el 3 y el 4 en el Auditorio de Valladolid, pero las cosas en parte se han torcido cuando se ha suprimido el Divertimento para flauta y orquesta, op.52 de Busoni, que debía interpretar la flautista. Una caída de cartel -no es la primera este año- por motivos ajenos a los solistas, según ha notificado la OSCyL, y por tanto achacable a los responsables de la orquesta. Aun así, prevalece el lujo de la presencia de los dos flautistas en un concierto al frente del que estará un director como Lucas Macías.
La primera pregunta pone a los dos intérpretes cara a cara, para que el uno haga el retrato del otro. «Solo tengo buenas palabras sobre Emmanuel -expone Clara Andrada- pues creo que en estos momentos es el flautista que más está aportando a la historia del instrumento, en el repertorio y la innovación, entendida en todos los sentidos, tanto en su faceta de solista, como en cámara o en la orquesta. Es una personalidad fascinante, una especie de genio de nuestros días, es muy inteligente, de los más que yo he conocido, y generoso, así que solo tengo palabras positivas sobre él». La respuesta de Pahud, que se une a la conversación después de esas declaraciones de la flautista y que por tanto las desconoce, se mantiene en los mismos términos elogiosos. «Nos conocimos en Ginebra, hace 18 años, y Clara ya era una personalidad musical; para ella lo más importante es la expresión musical, la intensidad, los colores, y tocando posee una personalidad excepcional, lo que hace que ahora reconozca muchas cosas de ella de hace 18 años que se ve que han madurado absolutamente».
Pahud será el solista en el Concierto para flauta y orquesta en re mayor, op. 283 de Reinecke. «Posiblemente sea la obra más romántica que existe para flauta, de un compositor no muy conocido, que fue un músico muy importante en su larga vida. El concierto posee una música muy inmediata, expresiva y virtuosa, un poco como la de Richard Strauss o Dvorak», sustenta un Pahud para el que en la obra no hay problemas concretos para el intérprete, «salvo el equilibrar la flauta dentro de una orquesta con las maderas a dos y cuatro trompas». El flautista considera vital el que «hay muchas cosas que deben oírse» y por tanto «si se hace en fuerte todo no se escuchan», motivo por el que subraya que «se ha trabajado mucho ese aspecto».
Ambos flautistas se unirán para tocar la Fantasía sobre temas de Rigoletto para dos flautas y orquesta, op. 38 de Franz y Karl Doppler. «Es un viaje a la ópera en el que de repente nos convertimos en cantantes, de dos compositores que escribieron mucho para flauta, pues ellos eran flautistas» afirma Andrada a lo que Pahud agrega: «Es la ópera de bolsillo de Verdi, con parte de la música favorita de la obra y una orquestación en la que están los colores y todos los acentos verdianos».
Si Pahud es el músico consagrado, referente de la flauta, Andrada es la flautista en un tiempo vital de su carrera. «Creo que vivo un momento muy especial, pues con los buenos ejemplos que he tenido de profesores - dirige su mirada a Pablo Sagredo, su profesor en la Escuela de Música Sirinx y en el Conservatorio Superior de Salamanca y flauta de la OSCyL-, que hacían de todo, tocaban en una orquesta, en grupos de cámara y de siempre he tenido la sensación de que yo quería seguir sus pasos, y lo bueno es que van saliendo proyectos increíbles. Estoy muy contenta de tener mis dos orquestas, ser la flautista principal de la Orquesta de la Radio de Fráncfort y de la Orquesta de Cámara de Europa, y que vayan saliendo cosas tanto de solista, como de cámara». El próximo verano la flautista va a tocar con una de sus referencias musicales, la soprano Christian Edkar, y a final de año con Janine Jansen, en su festival. «Y el poder combinar todas esas cosas, e incluso dedicar un poquito a la enseñanza en el Conservatorio de Zaragoza, es lo que a mí me gusta», aclara la flautista.
Andrada sugiere que las claves de la intérprete que es ahora vienen de su paso por el Conservatorio Superior del Salamanca y las clases de su profesor Pablo Sagredo. «Él nos inspiró a que buscáramos muchos colores y trasmitiéramos un mensaje, no solo a tocar correctamente». Lo que ha propiciado que «le gusta descubrir muchos colores diferentes y buscar muchos registros». «Por ejemplo-prosigue la flauta- en las Variaciones, que voy a tocar junto a Pahud, en algunos momentos busco sonar como una cantante, en otros como la orquesta, es decir producir muchas imágenes sonoras, pues si bien creo que es muy importante informarte de lo que vas a tocar, esa sería la parte más racional de mi trabajo, también considero que hay que combinarlo con la espontaneidad». Ante estas declaraciones de la flautista interviene Pablo Sagredo. «Para mí es un orgullo escuchar las palabras de Clara, y creo que estamos igualmente satisfechos todo el equipo que trabajó con ella, por lo que considero que en este momento se encuentra en plena madurez, realmente desde hace bastante tiempo, y que siempre se caracterizó por su facilidad para comunicar, algo que hace mejor que nadie, por su coloración, sus pianísimos y su especial sensibilidad musical, que transmite de maravilla con la flauta».
Tanto Emmanuel Pahud como Clara Andrada, entre los que existe una complicidad musical que viene de cuando ella recibió cursos de perfeccionamiento de él, conocen los esfuerzos que exige su carrera y lo necesario que es equilibrarla con una satisfactoria vida fuera de lo profesional. «Para lograr hacer todas las cosas que se requieren fuera del escenario, estudiar, leer…o sea para tener una vida normal, debo organizarme bien, pero no es algo que normalmente me estrese, salvo cuando surgen problemas», advierte un Pahud que tiene su refugio en la Filarmónica de Berlín. «Equilibro mi vida con ellos, con los que hago la mitad de la temporada, y la base de buscar un equilibrio en tu vida laboral está en estudiar mucho repertorio durante todos los años de estudiante». A Pahud le encanta «tocar grandes obras y con directores importantes en la Filarmónica berlinesa» y fuera de ella «poder colaborar con especialistas como Trevor Pinock y tocar obras de compositores como Bach y Haendel», sin olvidar que «le apasiona descubrir obras nuevas». Un credo que para él supone «mezclar la tradición con la experiencia de desarrollar nuevos caminos para las generaciones nuevas de flautistas». Andrada se plantea estas cuestiones de otra manera. «Yo sigo buscando cada vez más ese balance en la vida, pues durante muchos años no me ha importado trabajar mucho y tener muchas nuevas experiencias musicales, pero ahora te das cuenta que necesitas tiempo para desarrollarte como persona, sin olvidar que posiblemente como mejor te expresas es con la flauta, por lo que es fundamental poder escoger bien en cada momento, para que todo tenga sentido».
Ante el futuro las posturas de ambos flautistas también son diferentes. «En el 2020 cumplo 50 años y voy a hacer una temporada solo con la orquesta, sin proyectos de solista, algo que no hago desde los 17 años, pues necesito descubrir cosas, más oxígeno, lo que no quiere decir que no vaya a publicar grabaciones nuevas». Casi sin terminar Pahud su explicación surge rauda, entre sorprendida y curiosa, la pregunta de Andrada: «Ha tenido que ser complicado tomar esa decisión ¿no?». La respuesta, en un tono de ironía amigable, no se hace esperar por parte de Pahud: «No, es cuestión de decir que no, y si hay que decirlo 300 ó 200 veces pues se hace». Para Andrada sus planes son diferentes. «Me sigue apeteciendo hacer un montón de cosas, por ejemplo, voy a ir a Colombia con la Nacional de allí, ya fui hace muchos años con la OSCyL y fue maravilloso, realizar conciertos de cámara, así como muchos proyectos con las dos orquestas, que incluyen de nuevo la integral de las sinfonías de Beethoven con la Orquesta de cámara de Europa y Yannick Nézet-Séguin».
Además, el sábado por la mañana, desde las 11h en la Sala de Cámara del Auditorio, habrá una charla coloquio con Clara Andrada y Emmanuel Pahud, moderada por Wéndela van Swel, catedrática del CSM de Córdoba y solista de la Orquesta de Córdoba, Dianne Winsor, solista de flauta de la Sinfónica de Castilla y León y Pablo Sagredo, profesor de flauta del COSCyL y flautista de la OSCyL. «Pretende ser un coloquio un poco especial, con un público que mayoritariamente tiene relación con el mundo de la música, que al contar con estos dos artistazos nos pueden informar de todo lo relacionado con la flauta, por lo que animo a que se acerquen a participar», señala Sagredo. Para poder acceder basta con solicitar invitaciones en: encuentroabono15oscyl_arroba_gmail.com
Concluye la salmantina Clara Andrada, la flautista de la tierra, con una sonrisa abierta y sincera que «para ella es una ocasión muy especial estar aquí». Y debería volver pronto, no solo por su categoría profesional, sino porque la OSCyL, al no interpretarse la obra en la que iba a intervenir como solista, le debe una.
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