La Voz de Asturias (Jueves, 22/7/10)
Rubén Díez es uno de los compositores y directores asturianos de más prometedora trayectoria artística. Director de la Sabugo Filarmonía de Avilés, con la que la próxima temporada afronta una etapa artística valiente y comprometida, desarrolla una intensa actividad como compositor, que le ha llevado a escribir un numeroso repertorio coral e interesantes composiciones orquestales y líricas. Díez es un compositor profundamente tonal, cuya obra se caracteriza por una atractiva inspiración melódica.
- ¿Cómo es su actual estado profesional?
- El pasado junio concluí en Madrid mis estudios de dirección coral y orquesta. Como director, afronto otro año más al frente de la Sabugo Filarmonía, un conjunto joven para el que tengo muchos proyectos de cara a la próxima temporada, en la que la institución funcionará de una manera más profesional de lo que lo venía haciendo hasta la fecha. En momentos de crisis se hace necesario optar por otras vías de financiación que no sean las que pueden ser aportadas por la Fundación ¡Tente Firme! Por esta razón, la Sabugo Filarmonía vinculará su financiación con el éxito de los conciertos que se realicen. La orquesta se subvencionará con la taquilla que se obtenga de nuestras próximas citas. Los beneficios revertirán en los propios músicos.
- ¿Cuáles son sus próximos compromisos en Avilés?
- En septiembre haremos dos zarzuelas, "La verbena de la paloma" y "La revoltosa". También quiero que la orquesta ofrezca un concierto mensual a partir de la próxima temporada.
- Hace unos días participó en el Festival Internacional de Música de Cine "Ciudad de Úbeda"
- Me pidieron desarrollar una ponencia entorno a las armonías y orquestaciones de cine. Ha sido un privilegio formar parte de un festival tan importante, en el que coincidí con compositores como Michael Gioacchino, que ha compuesto la música de series tan conocidas como "Lost" o películas como "Up" donde, en mi opinión, hay una escena de unos tres minutos, en la que el protagonista rememora su trayectoria vital, que considero uno de los momentos cinematográficos más bellos de los últimos años. No soy el único que lo piensa.
- ¿Cómo describiría su propia música?
- Mucha gente ve en ella un cierto potencial descriptivo que podría encajar con el cine, quizás porque tengo una cierta facilidad para describir determinadas situaciones dramáticas. Cuando se estrenó mi zarzuela "La carrera de América" en Avilés, me di cuenta que, en determinados momentos, parte del público y los propios músicos estaban llorando. Es posible que mi música tenga esa capacidad de emocionar.
- Es sorprendente la cantidad de trabajo que desarrolla: compositor, director musical y coral...
- Es cierto que también dedico buena parte de mi tiempo a la dirección coral, como director del Coro de la Sabugo Filarmonía y como asistente del Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, no obstante no me considero un director de coros en sentido estricto, aunque me fascine el sonido coral. Quizás por eso compongo tanto para coro.
- Recientemente ha estrenado una obra
- Sí, el Coro de Voces Graves de Madrid me encargó y estrenó un "Ave María". Les gustó tanto que ya me han pedido otra obra. No obstante, en estos momentos estoy trabajando en la idea de componer una ópera, aunque me está resultando muy difícil encontrar un argumento lo suficientemente atractivo para estimular mi imaginación.
- ¿Qué opinión le merece el Centro Niemeyer de Avilés?
- Me parece una oportunidad para la ciudad y Asturias, si se le sabe dar la dirección apropiada, que sepa conjugar la presencia de las grandes figuras, con la necesidad de que su impronta se note en la región. Si se limitase a ser un centro en el que los grandes artistas viniesen, tocasen y se marchasen, no me parece que aprovechase todo su potencial. Es maravilloso que venga Yo-Yo Ma a tocar próximamente. Es uno de los mejores chelistas del mundo y será un privilegio poder oírle. Pero también sería interesante que, tanto su trabajo, como el de Woody Allen, el desarrollado por el propio Carnegie Hall y los demás grandes artistas que pisarán Avilés gracias al Niemeyer, pudiese repercutir en nuestros jóvenes artistas. En Asturias ya tenemos varias programaciones y centros escaparate o simples contenedores, que se limitan a mostrar cosas para dotar de prestigio a instituciones o ciudades. Es un aspecto que está bien, pero ya hay demasiados. Con el Niemeyer tenemos la oportunidad de que sea algo diferente y mejor para nuestra región.
- También es importante la proyección
- Sí, aparte de que Avilés pueda, de alguna forma, absorber todo lo que el centro puede aportar, es fundamental la proyección. La dimensión del proyecto es tan grande que hay que habría que buscar que se reflejase hacia toda la sociedad española.
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