Crítica del concierto dirigido por Roberto Abbado en Bolonia al frente de la Filarmonica del Teatro Comunale, con Pietro De Maria como pianista solista
Una música romántica
Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia, 09-XII-2024. Auditorium Manzoni. Temporada sinfónica del Teatro Comunale. Obertura, Scherzo y Finale, op. 52 de Robert Schumann. Variaciones para piano sobre el tema «Là ci darem la mano», op. 2 de Fryderyk Chopin. Sinfonía n. 5 en Re mayor «Reforma», op.107 de Felix Mendelssohn Bartholdy. Filarmonica del Teatro Comunale de Bolonia. Pianista: Pietro De Maria. Director: Roberto Abbado.
Con una selección de música romántica el Teatro Comunale cerró la temporada sinfónica 2024, confiando el útimo concierto a su orquesta filarmonica dirigida por su director principal, Roberto Abbado, que ha sido distinguido entre otros reconocimientos con el “Premio Abbiati” de la Associazione Critici Italiani, y ha sido director musical de varios festivales, entre los que recordamos el Verdi de Parma y el de Spoleto. Ha trabajado además con las mayores orquestas nacionales e internacionales.
Inició el concierto con la música de Schumann, que el compositor no quiso llamar sifonía, sino darle como título los tres movimientos: Obertura, Scherzo, Finale. Comienza con un Andante con moto, con una música melódica y ensoñadora que hace de breve introducción al Allegro, cuyo carácter gozoso resalta por la alternancia de los dos temas, más lírico el segundo confiado a los violines que dialogan con los oboes y flautas. El Scherzo es una cabalgata que recuerda los de Mendelssohn. El Finale, Allegro molto vivace, cierra el movimiento con alegre energía.
El director propuso a continuación las «Variaciones para piano sobre ”Là ci darem la mano”» del Don Giovanni de Mozart, escritas en 1827 por Chopin, que tenía 17 años, y estrenó con gran éxito en Viena en 1829. Para hacerlas aún más famosas fue Schumann quien, con su recensión en la revista “Berliner Allgemeine Zeitung”, proclamó que había nacido un genio. Compuestas para piano y orquesta se publicaron en 1830. El comienzo es una fantasía sobre el tema de la seducción. En la primera variación el tema propuesto está decorado rítmicamente por el piano. La rápida segunda variación tiene un carácter de movimiento constante de la mano derecha, la tercera es un hechizo, la cuarta una demostración de habilidad con el piano, la quinta es un Adagio que rememora a Don Giovanni y sus acciones, y el Finale, inicialmente festivo, se calma sellando la obra.
El piano fue confiado a Pietro De Maria que, nacido en Venecia en 1967 y diplomado en el conservatorio de la ciudad, se ha especializado con Maria Tipo en el conservatorio de Ginebra, donde ha conseguido en 1988 el Premier Prix de Virtuosité. Es ganador del Premio de la Crítica en el concurso Chaikovski de Moscú de 1990, del Primer premio en el concurso internacional Dino Ciani del Teatro alla Scala, en el Géza Anda de Zurich 1994 y el Premio Mendelssohn de Hamburgo en 1997. Es académico de Santa Cecilia y enseña en el Mozarteum de Salzburgo. El público reaccionó aplaudiendo y ovacionando repetidamente al pianista, que concedió dos largos bis.
En la segunda parte de la velada el director propuso la Sinfonía n. 5 en Re mayor “La Reforma”. En 1830, con ocasión del tercer aniversario de la confesión protestante de Augusta (1530), el jóven Mendelssohn compuso un sinfonia que esperaba ejecutar durante las celebraciones en Berlín el 25 de junio de 1830, pero que no tuvo lugar por varios motivos, el más importante la negativa de los católicos a celebrar el aniversario del cisma luterano. Por tanto el estreno no pudo hacerse hasta noviembre de 1832 y la obra se publicó solo en 1868. En realidad se trataba de la segunda sinfonía de Mendelssohn, pero al publicarse después de las otras recibió el n.5. En el primer movimiento el compositor inserta la respuesta luterana: el famoso Amen de Dresde inmortalizado por Wagner como Tema del Grial en Parsifal. Sigue el Allegro con fuoco con mayor movilidad rítmica. El segundo movimiento es un Scherzo muy ligero, interrumpido por un Trio en Sol mayor de tipo pastoral. Un simple Andante constituye la introducción al cuarto movimiento, casi enteramente confiado a las cuerdas, y el Finale está introducido por la flauta solista seguida inmediatamente por toda la orquesta que desarrolla un fugato de grandiosa eficacia.
Perfecto el trabajo de la Orqueesta Filarmónica del Teatro Comunale, que supo seguir con precisión al director sin uso de la batuta. El público, que llenaba al completo la sala a pesar de las inclemencias del tiempo, estalló en aplausos, vítores y ovaciones.
Foto: Andrea Ranzi
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