Victoria Kamhi relata en la biografía de su esposo, Joaquín Rodrigo, una entrañable anécdota sobre la personalidad del pianista español Ricardo Viñes
Entrañable anécdota la que nos cuenta Victoria Kamhi en su conocido libro De la mano de Joaquín Rodrigo. Historia de nuestra vida. La pianista y esposa de Rodrigo narra uno de sus encuentros con el legendario pianista español Ricardo Viñes, una mañana, paseando por la Castellana. «Nos comunicó que pensaba ofrecer varios conciertos en Madrid y deseaba venir a nuestra casa para confeccionar sus programas, aconsejado por Joaquín. La misma tarde subió andando los cinco pisos y llamó, jadeante, a la puerta de nuestro ático. Como -por casualidad- funcionaba el ascensor, le preguntó Joaquín por qué no lo había utilizado. Ricardo, sonriendo, le contestó que no sabía que botón había que apretar y no quiso molestar a la portera, que estaba tomando el fresco. Este rasgo», explica Kamhi «caracteriza a este gran artista; era modesto y bueno de verdad, y tenía un corazón de niño. Moriría poco después, en abril de 1943».
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