"Gran éxito de René Jacobs y su Don Giovanni. La mejor representación operística de la temporada en Asturias".
Por José Carlos González Abeledo
Oviedo, 25.05.15. Auditorio Príncipe Felipe. DON GIOVANNI (versión concierto) W. A. Mozart. Johannes Weisser (barítono), Marcos Fink (bajo-barítono), Jeremy Ovenden (tenor), Birgitte Christensen (soprano), Alex Penda (soprano), Sunhae Im (soprano), Tareq Nazmi (bajo). Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, Orquesta Barroca de Friburgo, René Jacobs (Director)
Un Auditorio que no se llenó, aunque estuvo cerca de ello, fue rendido testigo del arte y profesionalidad de un muy competente equipo de artistas comandado por el otrora contratenor belga, desde hace años reconvertido en director de orquesta, René Jacobs. Este artista, camino de convertirse en un músico de culto debido a sus aproximaciones y dedicación a la música barroca principalmente, está ampliando su repertorio en estos últimos años al clasicismo con cada vez mas frecuentes trabajos dedicados a Mozart e incluso al Rossini más desconocido dentro ya del aún incipiente romanticismo.
Sus numerosas grabaciones se han visto incrementadas en los últimos tiempos con óperas de estos dos compositores, siendo Don Giovanni precisamente la última de ellas. No he tenido ocasión de escuchar dicho trabajo, pero a tenor de lo oído el lunes en la Sala Principal del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, de seguro será excelente. Posiblemente las representaciones de esta ópera en tiempos de Mozart serían muy parecidas a la que escuchamos el lunes en dicha sala. Desde luego distintas a las que se oyen hoy por los distintos teatros de ópera del mundo. Y decimos esto no solo por el sonido de los instrumentos de época que manejan los miembros de esta afamada orquesta, sino por el estilo que René Jacobs imprime a la misma, y por la pulcritud y concisión de su fraseo. Quizás podríamos echar en falta en algún momento una mayor calidez en el sonido, así como una mayor fantasía en el “rubato”, pero no un mayor rigor interpretativo.
Los cantantes, intérpretes todos ellos dentro de un estilo encuadrado en la mejor ortodoxia canora, ofrecieron una actuación muy meritoria tanto en su conjunto como individualmente. Antes de entrar en un análisis mas pormenorizado hemos de señalar que la versión que nos ofrecieron, a pesar de estar anunciada como de concierto, incorporaba una parcial escenificación, sin “atrezzo” ni decorados, que aumentaba el placer de la escucha y que fue elegante y sobriamente ejecutada, aumentando no poco el interés de la velada. Así, Johannes Weiseser, el único que repetía de la grabación anteriormente aludida, nos brindó un D. Giovanni de voz algo mas ligera de lo acostumbrado en dicho papel, pero bueno tanto en lo vocal como en lo actoral. Marcos Fink, quizás el de voz mas bella del elenco, fue un muy convincente Leporello, muy bien en lo vocal y sin cargar nunca las tintas como actor. El tenor Jeremy Ovenden, quizás el intérprete de menor estatura vocal, nos ofreció también un musical y contenido Don Ottavio. En el capítulo de las féminas las dos protagonistas, Birgitte Christensen y Alex Penda, con voces no especialmente bellas, fueron unas convincentes Donna Anna y Donna Elvira, si bien la intérprete de esta última me dio la impresión de tener una voz mas igual y consistente en toda la tesitura que su compañera de reparto. Adecuada y no exenta de belleza tímbrica la voz de Sunhae Im como la casquivana Zerlina, de presencia física muy agradable, pero quizás algo escasa de picardía, y muy correcta la prestación tanto vocal como escénica del bajo Tareq Nazmi en el doble papel de Il Commendatore y Masetto .
Los coros, en sus breves cometidos, estuvieron a la altura del resto de artistas y la orquesta, dirigida sin aspavientos ni poses para la galería por un austero René Jacobs, estuvo excelente, siendo muy bien resueltas las partes de las “orquestinas”, incluso en lo escénico. Con todo lo dicho cabría preguntarse si había dirección escénica, en unos tiempos en que hasta para una entrega de galardones musicales se contrata, girando el acto alrededor de ellos en vez de los galardonados, pero el programa no lo dice, por lo que supongo, y creo que supongo bien, que todo el mérito haya que atribuírselo a Jacobs. En resumen, la mejor representación operística de la temporada en Asturias.
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