La mezzosoprano encabeza el reparto, junto al barítono Vittorio Prato y otros nombres italianos de actualidad -el elenco vocal es íntegramente italiano- de una amplia selección en versión concertante de La favorita de Gaetano Donizetti en el Théâtre Royal de La Monannie/De Munt en Bruselas que va a ser retransmitida vía 'streaming' hoy viernes 12 de marzo a partir de las 19.30 h.
Una entrevista de Raúl Chamorro Mena
Italia, cuna del belcanto, ha sido pródiga en grandes talentos en el campo mezzosopranil y en la generación actual la calabresa Raffaella Lupinacci es buen ejemplo de ello. Nacida en Acri está desarrollando con suma inteligencia, brillantez y prudencia una carrera iniciada profesionalmente en Pesaro en 2012 de la mano de Alberto Zedda interpretando a Melibea en Il viaggio a Reims. Una carrera que la ha llevado a actuar en plazas de tanta solera como Bolonia, Palermo, Florencia, Wexford, Festival della Valle d'Itria, Verona, Corea, Trapani, Muscat o Nápoles, entre otras, en papeles como Rosina de Il barbiere di Siviglia, Suzuki de Madama Butterfly, Arturo en Rosmonda d'Inghilterra, Carlotta en Torvaldo e Dorliska -el que suscribe le vió en Bergamo y Pesaro, respectivamente, estas dos últimas prestaciones, de las que conserva grato recuerdo-, Neris de Medea, Romeo en la rexhumación de Giulietta e Romeo de Nicola Vaccaj -junto a la soprano sevillana Leonor Bonilla, felizmente preservada en un DVD comercial-; las mozartianas Cherubino, Dorabella y Donna Elvira, así como la Giovanna Seymour de Anna Bolena y alguna incursión en ópera francesa como la Mallika de Lakmé, a modo de anticipo de lo que pudiera ser su evolución vocal, Carmen.
Lupinacci solamente ha actuado en nuestro país en una ocasión: Donna Elvira en Don Giovanni en una versión de concierto ofrecida en Manacor en enero de 2017 formando parte de un elenco que incluía nombres como Simón Orfila, Mariola Cantarero, Ruth Iniesta, José Luis Sola, Francisco Santiago y Nicola Ulivieri junto a la Orquesta Sinfónica de Baleares bajo la dirección de Pablo Mielgo.
La mezzosoprano encabeza el reparto, junto al barítono Vittorio Prato y otros nombres italianos de actualidad -el elenco vocal es íntegramente italiano- de una amplia selección en versión concertante de La favorita de Gaetano Donizetti en el Théâtre Royal de La Monannie/De Munt en Bruselas que va a ser retransmitida vía 'streaming' el próximo viernes 12 de marzo a partir de las 19.30 h. (previa suscripción on line, estando la transmisión disponible durante una semana). A diferencia de lo que viene ocurriendo en los últimos años, se interpretará la versión en italiano, que era la habitual hace décadas y que convierte la originaria Grand Opera en melodrama romántico italiano. Con motivo de este evento la artista ha querido compartir sus impresiones con CODALARIO.
«Ésta es mi tercera aproximación a Donizetti, tras mi Arturo en Rosmonda d'Inghilterra (Bergamo, 2016) y Giovanna Seymour en Anna Bolena (Vilnius, 2020), dos experiencias que me han facilitado mucho la preparación de esta Leonora di Gusman, sobre todo abordar una parte mezzosopranil tan completa como la Seymour: el camino justo a seguir para adentrarse en el universo del Bergamasco. Esta amplia selección de la ópera, que incluye sus principales números, se interpretará en su versión italiana en forma de concierto. Previamente había estudiado la parte de Léonor en la versión original francesa -que actualmente es la representada más a menudo-, y debo decir que encontré notables diferencias entre ambas versiones, tanto a nivel de progresión musical como en lo puramente vocal. Diversidad como consecuencia de las características de ambas lenguas, similares en cuanto a estructura pero completamente diferentes a la hora de aplicar su sonoridad al canto. Pienso que la versión francesa es más cercana al 'bel canto' y más 'suave' que la italiana; la versión italiana, más corta, creo que ofrece acentos más dramáticos que pueden llevar al intérprete a 'dar más de lo necesario' y no debería olvidarse que estamos ante una escritura plenamente belcantista. He afrontado el estudio de este papel buscando en todo momento ese equilibrio en el acento dramático, siempre ligado a la palabra, de forma digamos belcantista, algo inherente a mí porque es precisamente lo que considero caracteriza mi estilo y mi vocalidad», explica la artista.
Hay que subrayar que la originaria La Favorite de Gaetano Donizetti estrenada en la Opera de París en 1840 es una obra con unas fuentes particularmente heterogéneas, cuya música se basa en un encargo anterior del Théâtre de la Renaissence de Paris, L’ange de Nisida (ópera que felizmente fue reexhumada y estrenada en Bergamo en 2019), que no fructificó por la bancarrota de dicha compañía teatral. Esta ópera, a su vez, procedía de otra composición incompleta, Adelaide y hay que añadir la presencia de música procedente de otras obras como Pia de Tolomei junto a música de nueva creación.
Lupinacci añade: «Es una parte particularmente exigente, muy significativa para toda mezzosoprano que se precie, que presenta infinidad de desafíos vocales e interpretativos. Leonora es una mujer frágil y al mismo tiempo llena de entusiasmo. Interpretaré su gran escena del tercer acto ("Fia dunque è vero... O mio Fernando... Scritto in ciel...") íntegramente, sin cortes, con dos estrofas en la cabaletta, con las pertinentes variaciones en su repetición; en este sentido mi feliz experiencia con Giovanna Seymour de Anna Bolena el pasado año en Vilnius es un buen motivo de inspiración, pues también ahí la ópera se interpretó en su integridad, sin cortes y con dobles estrofas con sus variaciones, algo que creo modestamente serví con suma corrección”.
El papel femenino protagonista de L’ange de Nisida, antecedente principal de La favorita, destinado a una soprano aguda, se adaptó por parte de Donizetti a la voz de mezzosoprano de amplio registro de Rosina Stolz, que encarnó a Leonora de Guzmán en el estreno parisino de 1840. Concluye Rafaella Lupinacci: «Una gran alegría el doble debut: en el maravilloso Théâtre de la Monnaie y esta Leonora donizettiana. Un honor asumir este rol, y me siento realmente afortunada dado el momento histórico difícil que estamos viviendo. Agradezco a la vida estas experiencias preciosas que me está brindando. Deseo que salgamos cuanto antes de esta pesadilla que vivimos desde hace más de un año para poder volver a disfrutar de la belleza, esa belleza que enriquece nuestras almas y nuestras mentes. Porque el Teatro para quien lo vive, bien sea como intérprete o como espectador, es una de las mayores expresiones de verdadera humanidad».
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