España cuenta con una nueva orquesta sinfónica, la Mediterranean Chamber Orchestra. El conjunto ha sido fundado por el jovencísimo pianista español de 20 años Carlos Santo, y está formado por miembros de orquestas como la Mahler Chamber Orchestra, Manhattan Symphony Orchestra de Nueva York, West-Eastern Divan Orchestra, Schleswig Holstein Orchestra, Verbier Festival Orchestra, European Union Youth Orchestra, Gustav Mahler Jugendorchester, Orquesta Nacional de Holanda y Orquesta Nacional de España. «Es absolutamente privada. De momento no tenemos ninguna subvención pública. Las empresas que nos apoyan son Benicantil, De marmoles SA, Grupo Iñiesta, Tempopianos, Togores Abogados y Fundación Mediterráneo».
Carlos Santo se ha puesto al frente del conjunto, en su doble vertiente de pianista y director de orquesta. «Llevaba un par de años queriendo montar un proyecto así para ampliar mi formación como pianista e iniciarme en la dirección de orquesta, con la idea de dirigir también desde el teclado». Pero Santo no está solo. Le acompañan músicos de talento que han querido apostar por la orquesta. «Hay artistas jóvenes de gran talento, pero hoy día no siempre es fácil encontrar sitio donde tocar. Los programadores suelen preferir artistas ya consagrados o conocidos y no suelen tener la confianza suficiente en la gente joven. En España hay muchos músicos válidos que podrían tocar más», explica Santo, que el 15 de agosto se pondrá al frente de su orquesta para dirigir en el Auditorio Municipal Novelda, Alicante, el concierto de presentación del conjunto, al lado del violinista Carlos Rafael Martínez Arrollo, concertino de la orquesta y también solista del concierto. En el programa, el Concierto número 1 en re menor de Bach, con el propio Santo dirigiendo al piano y, en la segunda parte, las Cuatro estaciones de Vivaldi con Carlos Santo dirigiendo desde el clave. La cita estará introducida a modo de presentación por piezas de música de cámara interpretradas por Pau Fogás, Arnau Moncunill, Ricardo Villalta, Christian Casanova, David Campos, Marina Soler, Alejandro Gómez y Guillem Vega.
«Mi intención es que la orquesta tenga continuidad, pero como todo proyecto que empieza, hay incertidumbre, y más ahora con el virus. Tenemos algunos conciertos cerrados para el año que viene pero a día de hoy no es fácil que un programador se comprometa a dar alguna fecha en octubre o febrero. Estoy trabajando en formar un equipo con los propios músicos de la orquesta y también algún gestor e impulsar el proyecto entre todos», explica el artista, que a pesar de su juventud ya ha actuado en el Royal Albert Hall de Londres, Sociedad de Conciertos de Alicante, Caruth Auditorium de Dallas, Palau de la Música de Valencia, Casa da Música de Oporto, Auditorio de la Diputación de Alicante, Noblessner Hall de Tallín, Auditorio de León y en la Sumy Philharmonic de Ucrania, entre otros.
«Actualmente estudio con Josu De Solaun, quien considero que es mi mayor influencia, recibiendo también consejo del maestro checo Iván Klánsky. Inicié mis estudios con István Székely y Jesús Gómez, continuando mi formación en la Southern Methodist University de Dallas con el maestro Achúcarro. El siguiente año fui admitido en la academia internacional de Imola bajo la tutela de Enrico Pace e Ingrid Fliter. Así mismo he recibido consejo de Elisabeth Leonskaja, Rudolf Buchbinder, Nikolay Lugansky, Mitsuko Uchida y Jorge Luís Prats», explica Santo.
Por su parte, Carlos Rafael Martínez estudió durante años con Gonçal Comellas y actualmente estudia con Pinchas Zukerman y Patinka Kopec en la Manhattan School de Nueva York. También ha sido admitido en el Young Artists Program del Centro Nacional de Artes de Ottawa. Entre sus próximos compromisos se encuentra un concierto con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
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