Artículo de opinión de Aurelio Martínez Seco sobre el piano (y cualquier otro instrumento) entendido como mito
El mito del piano
Por Aurelio M. Seco | @AurelioSeco
Valga esta píldora filosófica para subrayar una modulación de la Idea de Mito que afecta a los pianistas y, en general, a cualquier categoria artística entendida como campo donde proyectar técnicas. Mito a veces se refiere a algo falso o, si no falso del todo, por lo menos torcido, equivocado, errado. Es una acepción que, en principio reconoce a la palabra su multivocidad, y que además ha sido muy fructífera en el campo de la filosofía materialista. Véase, por ejemplo, esa obra maestra mítica (en su acepcion meliorativa) de El mito de la cultura, obra fundamental de Gustavo Bueno que analiza con más grandeza filosófica que Unamuno los fundamentos y posibilidades de esta idea misteriosa. En el campo del Arte, es decir, el terreno en el que el hombre aplica un «saber hacer» procesual abierto (por contraposicion al meramente tecnológico, en el que el proceso institucionalizado que produce la obra es obligatoriamente cerrado), la idea de Mito sigue aplicándose casi exclusicamente como sinónimo de leyenda (tercera acepcion de la RAE: «Persona o cosa muy admiradas y que se recuerdan a pesar del paso del tiempo»). Es un uso muy frecuente hoy, tanto que se ha llegado a distorsionar como sustituto vulgar de la palabra «típico».
Sin embargo, el valor del mito como algo torcido o equivocado en la música podría ser muy fructífero al aplicarse a la técnica de los instrumentos, un saber hacer repleto de mitos y componentes pedagógicos torcidos con nombre y apelidos, muchos prestigiosos, pero míticos, en el sentido de que sus resultados no se pueden ver desde las más altas cumbres artísticas. La búsqueda de una técnica pianística (o dancistica si hablamos de ballet), es uno de los mayores dramas de los músicos. Frases de Chopin, indicando que las mayores dificultades deben siempre afrontarse sin esfuerzo para las manos, son una guía confusa de lo que este gran pianista sabía pero no fue capaz de decir en una sola frase. La enseñanza de la técnica pianística es, más que una ciencia en el sentido de las ciencias matemáticas, un arte ligado al conocimiento muchas veces instintivo de los más grandes artistas. Desde la perspectiva de los pianistas más asombrosos, las dificultades son siempre difíciles, pero éstas, observadas desde la de un estudiante asombrado, son una muestra milagrosa de un talento misteriosos y sobrehumano. ¿Qué es la técnica pianística? ¿Acaso es posible hablar de dicho proceso de aprendizaje como si de una mera definición categorial se tratase? La Idea del piano como Mito intenta subrayar lo perjudicial de no resolver con claridad meridianta los problemas derivados de este fenomeno del que hablamos, acudiendo a procesos parciales institucionalizados o simplemente torcidos que, a nuestro juicio, son predominantes y que están, con mucha frecuencia, en el fondo del fracaso de muchos pianistas. Adquirir la libertad a través de un instrumento supone, de esta forma, enderezar los renglones torcidos del mito, hasta tal punto que consideramos que cuando un gran maestro del piano (o del violín, violonchelo, guitarra...) enseña bien a su alumno, de alguna forma, en buena medida, está destruyendo sus mitos, desvelando sus leyendas.
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