El Teatro Real comienza su andadura del 2013 poniendo en escena la nueva ópera del compositor de Baltimore, Philip Glass. La número veinticuatro del catálogo lírico del compositor estadounidense es un encargo del intendente belga Gérard Mortier, que versa sobre la vida y el trabajo desarrollado por Walt Disney a lo largo de su trayectoria. Como sabemos, la vida del insigne creador de dibujos animados ha estado plagada de grandes y satisfactorios éxitos, pero también de terribles escándalos y acusaciones, como su antisemitismo o su poco disimulado racismo.
Para ello, Rudy Wurlitzer ha ideado un libreto basado en la novela de Peter Stephan Jungk, Der König von Amerika ("El perfecto americano" en la traducción al castellano). Dividida en dos actos, incluyendo un prólogo y un epílogo, la obra nos narra fundamentalmente, los seis últimos meses de vida del creador de la multinacional de mayor fama mundial. La ópera se inicia en el pueblo natal de W.Disney, donde se va inaugurar un parque temático que lleva su nombre. Durante las nueve escenas posteriores veremos la evolución, como persona y productor, del americano, hasta su fallecimiento a causa del terrible cáncer que se lo llevó para siempre.
Se incorporan además dos personajes a la historia como son el de Dantine, ex-trabajador de la empresa y sufridor de su tiranía. En varias ocasiones le acusa de no haber dibujado ni una sola línea de sus personajes. Y por otro lado, Lucy, disfrazada de lechuza, presagio de la muerte según el diseñador, el cual tuvo un incidente durante su infancia en relación a este animal. En el final del primer acto hay además una interesante escena en la que dialoga con Lincoln, así como la del final en el hospital con Josh.
Philip Glass, del que en este mismo teatro se pudo ver hace años, O corvo branco es, sin lugar a dudas, uno de los compositores punteros de la actualidad. Poseedor de más de una veintena de óperas, entre otras creaciones, ha seguido una escuela compositiva arraigada en el 'minimalismo', que ha conseguido mantenerse durante años en las programaciones musicales de los diversos recintos líricos del mundo. Por cuestiones de agenda y por verse inmerso en los últimos detalles de su próxima obra, no fue posible que estuviera presente en la rueda de prensa ofrecida a los medios, pero sí estuvieron, el director general del teatro, Ignacio García-Belenguer, su director artístico, Gérard Mortier y los directores de orquesta y escena, Dennis Russell Davies y Phelim McDermott. Este último, en plenos ensayos de la obra, hizo hincapié en que no se va a ver una ópera basada en las películas de Disney ni en Mickey Mouse. "La obra", explica "resume las primeras escenas de estudio y el proceso creativo de sus obras, así como algunas escenas de su vida". No se trata, por tanto, de una escenografía al uso, sino más bien onírica.
McDermott también explicó que, en la obra hay momentos narrativos pero ficticios, y que lo que los aficionados se encontrarán, serán una serie de momentos puntuales en su vida, como cuando está a punto de morir. "¿Disney es una imagen o una persona de carne y hueso?, ¿Hasta qué punto llega el genio?", se pregunta el director de escena. Rodeado siempre de cientos de trabajadores, ¿realmente se le puede atribuir todo el mérito de su trabajo?. o por el contrario, debería estar agradecido a sus fieles trabajadores. "Algo similar pasa en la ópera, un género en el que trabaja mucha gente. Cuando yo trabajo con una producción, tengo muy claro que la obra no es mía", asegura el director.