CODALARIO, la Revista de Música Clásica
Está viendo:

Crítica: «Pagliacci» en el Teatro Comunale Nouveau de Bolonia

  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp
Autor: Magda Ruggeri Marchetti
18 de diciembre de 2024

Crítica de la ópera Pagliacci en el Teatro Comunale Nouveau de Bolonia, bajo la dirección musical de Daniel Oren

Gregory Kunde en «Pagliacci»

Un reparto de estrellas

Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia. 15-XII-2024. Teatro Comunale Nouveau. Pagliacci [Ruggero Leoncavallo]. Mariangela Sicilia [Nedda/Colombina], Gregory Kunde [Canio/Il Pagliaccio], Roman Burdenko [Tonio/Taddeo], Paolo Antognetti [Beppe/Arlecchino], Mario Cassi [Silvio], Sandro Pucci [Un contadino], Francesco Amodio [Un contadino]. Orquesta y Coros del Teatro Comunale. Director de escena: Serena Sinigaglia. Director musical: Daniel Oren.

   Pagliacci se estrenó en el Teatro Dal Verme de Milán el 21 de mayo de 1892 con gran éxito. La ópera pertenece a la corriente del verismo que, nacida en Italia como movimiento literario con Giovanni Verga, pasó a la música. La “Giovane scuola italiana”, de la que formaban parte Mascagni, Puccini, Leoncavallo y otros, se propuso una renovación de la ópera lírica en sentido verista. Estos músicos compartían algunas afinidades estilísticas que dominaron en Italia y se proyectaron después a toda Europa. Los protagonistas son gente del pueblo y ello se refleja también en el lenguaje llano, directo y de agresiva vocalidad. En Pagliacci Leoncavallo muestra la compleja relación entre realidad y ficción escénica, evidenciando el contraste entre el ser humano y el personaje. Esta tensión está clara ya en el “Prólogo” cuando Tonio durante el montaje de la escenografía dice al público que los artistas son «uomini di carne ed ossa». Al contrario Canio percibe el teatro como un mundo separado de la realidad. Cuando descubre la traición de Nedda, su visión cambia constreñida a quitarse la máscara de payaso revelando su gran dolor.

   La escenografía nos sitúa en una dimensión metateatral, donde la dirección muestra ante el público el trabajo de construcción de las escenas: un prado quemado por el sol con amapolas, efectuado por los mimos y a veces por los cantantes, para crear una fuerte conexión entre el escenario y el público. Solo un palco ocupa el escenario cuando entra el público, pero cuando empieza la representación de los payasos los figurantes que asisten llevan su silla. Pagliacci en este momento es de gran actualidad por recordar de cerca la crónica de sucesos a que asistimos impotentes cada dia, y por ello la directora Serena Sinigaglia dedica esta ópera a todas las víctimas de feminicidio. No es casual que Nedda, tras despojarse de los vestidos de escena, vista un traje rojo, zapatos rojos, y recoja amapolas rojas, el color símbolo de la denuncia de la matanza de mujeres.

«Pagliacci» en Bolonia

   La dirección musical de Daniel Oren ha valorizado la orquestación de Leoncavallo subrayando la alternancia entre elementos populares y clásicos, característicos de la ópera, y ha guiado con su habitual pulso firme la óptima orquesta del Teatro Comunale en la vívida representación de la vida cotidiana y de las emociones de los apersonajes. Ha plasmado con gran precisión los contrastes violentos junto a los tonos más reflexivos, permitiendo así una apreciación profunda de la partitura. Ha sostenido a los cantantes sin superar nunca sus voces, creando una atmósfera cálida y a veces emocionante. Magníficos el coro preparado por Gea Garatti Ansini y la intervención del coro de voces blancas instruído por Alhambra Superchi.

   Óptimo el reparto canoro: Gregory Kunde en el papel de Canio muestra gran personalidad escénica y le hemos admirado en especial en el aria «Vesti la giubba». Su magnífica línea de canto, el fraseo impecable, la gran proyeción de voz, su ascensión a unos agudos bien colocados y proyectados, su soberbia capacidad interpretativa y vocal, han entusiamado al público que le ovacionó varias veces. Le acompañó con igual competencia Mariangela Sicilia encarnando una Nedda que ha sufrido mucho, pero que todavía quiere difrutar de la vida. Segura en los agudos, tiene una amplitud e incisividad de canto que se nota desde la primer frase hasta el final. Magnífico el duo de amor con Silvio. Roman Burdenko es Tonio. Dotado de una extensa gama vocal con ímpetus bien calibrados, acompañado de una notable presencia escénica, que dibujan un antihéroe atormentado y ambiguo. Mario Cassi interpreta a Silvio, un paisano que asiste al espectáculo y es amante de Nedda, tiene un bello timbre y una óptima proyección vocal. Paolo Antognetti es muy creíble con bella voz como Beppe/Arlechino. Correctos también Sandro Pucci y Francesco Amodio como campesinos. El público dedicó largos aplausos y ovaciones a los cantantes, actores y coro.

Fotos: Andrea Ranzi

«Pagliacci» en Bolonia
  • Comparte en Facebook
  • Comparte en Twitter
  • txcomparte_whatsapp

Compartir

<< volver

Búsqueda en los contenidos de la web

Buscador

Newsletter

Darse alta y baja en el boletín electrónico