Por Óscar del Saz | @oskargs
Madrid. 4-I-2019. Teatro Monumental. Concierto de Reyes. Dimitri Shostakóvich (1906-1975), Festive Overture,Op. 96; Georges Bizet (1838-1875), Carmen, Acto 4, Marcha y Coro
Con la ilusión de la llegada del fin de las fiestas navideñas -paréntesis, vacaciones o como queramos denominarlas- la Orquesta y Coro de RTVE nos ofrece como regalo adelantado este Concierto de Reyes, en el que se han dado lugar tres eventos coincidentes importantes que influirán en el próximo devenir de la agrupación. Los dos primeros, los estrenos como titulares de la orquesta y el coro, a saber: el ovetense Pablo González (1975), nuevo director titular de la Orquesta Sinfónica RTVE y asesor artístico de la Orquesta y Coro, que ya cuenta con una muy dilatada experiencia nacional e internacional. También es muy reseñable el nombramiento como director del Coro de RTVE de Juan Pablo de Juan, músico nacido en Melilla y componente del Coro de RTVE desde el año 2000, con formación en canto y dirección de orquesta, además de una nutrida experiencia en dirección coral en España.
El tercer evento, quizá el más importante o emotivo, tuvo como protagonista a la reapertura del Teatro Monumental (comentaremos nuestra inspección visual al final de esta crítica). Como explicó el director gerente de la OCRTVE, Manuel Ventero, reeditando el «decíamos ayer» de Fray Luis de León -dada la espera de más de diecisiete meses para volver a él-, el Concierto de Reyes estaba dedicado a los abonados, a esa masa crítica fiel del Teatro Monumental, además de a S.M. la Reina Doña Sofía que estuvo presente en la sala disfrutando de este concierto.
Los que conocemos y hemos trabajado personalmente con Juan Pablo de Juan debemos reseñar su infatigable capacidad de trabajo y sus denodados esfuerzos por hacer crecer en la juventud el amor por la música, aspectos que ha demostrado sobradamente en los proyectos en los que ha participado -o sigue haciéndolo-, como con el Coro de Jóvenes de Madrid -que por cierto ha actuado en la Cabalgata de Reyes de la capital-, colaboraciones con ONGs, con el Coro de Niños Huérfanos de Uganda, etc., además de dedicarse a impartir numerosos talleres de dirección coral en pos de una mayor divulgación y enriquecimiento de la música coral en nuestro país.
Muy fiel al estilo de la estética que este director suele imprimir en sus conciertos, es decir, disfrutar y hacer disfrutar con la música y conseguir la mayor interacción posible entre los ejecutantes y el público, la reinauguración comenzó -dirigida por el propio Juan Pablo- con una fanfarria instrumental de la sección de metales de la orquesta -que desde el primer anfiteatro-, más la percusión, dieron entrada a un Coro de RTVE que se desplegó desde el público hacia el escenario interpretando, en movimiento, el conocido canon a capella Nulla amicitia sine música, del belga Johan Duijck (1954), título que en verdad contiene una fuerza impresionante de hermanamiento en torno a la música.
A continuación, se fueron desgranando las partes programadas para orquesta y orquesta-coro, todas ellas dirigidas por el nuevo titular, el maestro Pablo González. Si suponemos que las obras sinfónicas puras -sin participación del coro- fueron seleccionadas por el maestro, debemos decir que acertó plenamente dado que no hizo falta que recurriera a los grandes -pero demasiado repetidos- éxitos que suelen programarse en este tipo de conciertos. Muy al contrario, se optó por una diversidad de estilos compleja y para escuchantes «avanzados» o, visto de otra forma, un programa para presentar un repertorio distinto. Desde la auténticamente briosa Festive Overture, de Shostakóvich, con exhibición de las secciones de cuerdas agudas y graves, se pasó al 4.º movimiento de la Sinfonía núm. 8 de Dvorák, donde el maestro demostró su gesto amplio y expeditivo, siempre preciso en los tempi, y cuidando las dinámicas -que, en nuestra opinión, deben remarcarse cuando se abordan las sinfonías de este compositor-, consiguiendo a la vez un buen empaste de las cuerdas graves y contemporizando la tensión para alcanzar un final ampuloso y efectista. Como contraste, u oasis de introspección, se asomó al universo sonoro de Ravel de Ma mère l’Oye / Le jardín féerique, donde González subrayó lo delicado y lo matizado de la pieza, con las inestimables contribuciones de la concertino y la viola solista.
En cuanto a las partes corales, los coros de Carmen, Nabucco e Il trovatore, cuyos títulos fueron programados de forma mucho más previsible- por así decirlo-, ya que en realidad no constituyeron ningún «reto» o montaje especial para el Coro de RTVE, obviamente, hicieron las delicias de los concurrentes al evento, al ser todas piezas emblemáticas y sobradamente escuchadas. Como apoteosis final del concierto, se ofrecieron los números 9 y 10 de Cuadros para una exposición, de Mussorgsky, donde se mostró de forma muy directa y eficiente toda la grandilocuente orquestación que de la obra pianística hizo el maestro francés Ravel.
En deferencia a los calurosos aplausos del público -que llenaba en su totalidad el coso de la calle Atocha-, se ofrecieron tres propinas: «Coro de Lavanderas»,
Como hemos comentado, el Año Nuevo nos ha traído novedades en la Orquesta y Coro de RTVE, esperemos que para bien. Deseamos que también puedan extenderse a la mejora de condiciones de los refuerzos del coro frente a los componentes titulares, dado que sería necesario aumentar la plantilla de titulares… Quizá las mejoras no se han notado demasiado -esperemos que sí las no visibles y estructurales- en cuanto a la renovación esperada en el edificio del teatro Monumental: algunos cambios en las alturas relativas en el escenario para orquesta y coro, pintura nueva y algunos retoques de decoración en paredes con murales corporativos y cuadros de fotos de músicos relacionados con la ORTVE… Poco más. No nos parece esencial renovar todo completamente si no es necesario, de hecho sabemos que el edificio está protegido por Patrimonio, por lo que hay cosas que no se pueden tocar. Además, la magnífica acústica de la sala permanece intacta. Quizá la espera -más bien, la demora- es la que se nos antoja injustificada. En todo caso, Feliz 2019 a todos.
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