¿Acaso no es función principal de una orquesta pública la promoción de nuestros más importantes creadores? Es la propia orquesta la que debe acercarse a los compositores, y no éstos los que deben suplicar porque se les conceda audiencia para que se conozca su obra.
La Voz de Asturias (Domingo, 15/05/11)
UNA DEUDA PENDIENTE
Ya sobrepasada la mayoría de edad de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, conviene hacer una reflexión sobre uno de los puntos débiles de nuestro más importante conjunto sinfónico. La creación del concurso de composición de la OSPA y el estreno de una nueva obra como la de Israel L. Estelche son buenas noticias que, sin embargo, no pueden hacernos olvidar el descuido con el que nuestra principal orquesta trata a nuestros compositores, entre los que resulta fácil percibir un gran malestar ante esta situación. Un enfado que sin duda ha influido en que sólo un puñado de ellos se haya interesado por participar en el citado concurso. ¿Cómo es posible que la OSPA no haya grabado todavía la Suite concertante para guitarra y orquesta op. 39 de Luis Vázquez del Fresno?, ¿O su Concierto para piano y orquesta ? Seguramente, Del Fresno es el más importante compositor asturiano vivo y, sin embargo, su obra parece no contar para la sinfónica asturiana. Todo apunta a que próximamente se estrenará La dama del alba , pero su gran corpus compositivo es totalmente desconocido para los asturianos, al igual que el de Juan Cué, Jorge Muñiz, (¿cómo puede ser que todavía no se haya estrenado en Asturias su Stabat Mater , entre muchas otras obras), Ramón Prada, Jonatan Santianes, Fernando López Blanco, Raquel Rodríguez, Fernando Agüeria, Daniel Sánchez Velasco, Guillermo Martínez, Rubén Díez, Carlos José Martínez, Juan Carlos Casimiro, Adolfo Gutiérrez Viejo, Alfonso Sánchez Peña, etc.
La situación es lamentable y debería ser revisada, porque nuestros creadores se ven abocados a estrenar sus obras con conjuntos de relativa calidad artística. O hacerlo fuera de la región para, incluso, ver sus composiciones premiadas e interpretadas por entidades de fuera del Principado. ¿Acaso no es función principal de una orquesta pública la promoción de nuestros más importantes creadores? Es la propia orquesta la que debe acercarse a los compositores, y no estos los que deben suplicar porque se les conceda audiencia para que se conozca su obra. Resulta imprescindible que la OSPA programe y grabe de manera habitual música de compositores asturianos. Mientras, la deuda sigue pendiente.
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