Por Albert Ferrer Flamarich
La Orquestra Simfònica del Vallès inaugura hoy sábado (19h.) su temporada de conciertos en el Palau de la Música Catalana. Se trata de una coproducción que pretende continuar apostando por acercar la música clásica a nuevo público. En este sentido las cifras, siempre frías pero a menudo determinantes, avalan la iniciativa: la temporada pasada se alcanzaron 18218 asistentes con una media de 1401 espectadores por concierto y una ocupación del 70 %.
Las expectativas son altas para la potente propuesta inaugural dirigida también al público familiar con la obra Pedro y el lobo de Prokófiev. El concierto empezará con la Marcha op. 89 del compositor ruso y tres movimientos de los cinco poemas musicados por Ravel en Ma mère l’oye. El plato fuerte del espectáculo será la puesta en escena de Pedro y el lobo de Prokófiev que contará con la narración y coreografía de la compañía de arte urbano Brodas Bros reuniendo 5 bailarines y 58 músicos en escena.
Los Brodas Bros son un conjunto internacional que ha cautivado al público de todo el mundo con su danza contemporánea. Han recorrido el mundo entero, desde Oriente hasta Occidente, presentando sus espectáculos y obteniendo siempre éxitos clamorosos. En parte, porque su capacidad para contagiar vitalidad y energía no solamente implica a jóvenes, sino a público de todas las edades.
Igualmente el grupo de animación infantil SonarKids colaborará en este espectáculo concebido como un viaje para una selección de cuentos musicados. De esta manera, la OSV ofrecerá un innovador concierto donde la música se combinará con la danza urbana y la literatura en una sesión única dirigida por Pedro Alcalde, que ya ha colaborado anteriormente con Sónar y la orquesta vallesana.
Innovación y multidisciplinariedad
La combinación de géneros y disciplinas musicales tan diversos y a priori difíciles de imaginar en un mismo escenario responde a la voluntad de la OSV de continuar innovando en los formatos habituales de conciertos sinfónicos y de llegar a un público, de entrada, poco habituado a asistir a sus conciertos, los espectadores más exigentes y los más críticos de todos: los niños y niñas de todas las edades.
Por este motivo, la OSV ha pensado en una propuesta original y multidisciplinar que combinará la música clásica, danza urbana y literatura. Sin duda es un punto de partida muy potente para una temporada que sobre el papel se prevé una de las más atractivas y bien pensadas de los últimos diez años de la orquesta y uno de los proyectos más atractivos del panorama musical catalán. Por una vez, lo más significativo de un cuento será lo que se dice, como de costumbre, pero también lo que se ve.
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