LA ORQUESTA NACIONAL DEL CAPITOLE DE TOULOUSE PARTICIPA EN EL CICLO DE CONCIERTOS DEL AUDITORIO DE OVIEDO, BAJO LA DIRECCIÓN DE TUGAN SOKHIEV

La Ochestre National du Capitole de Toulouse (Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse) regresa al ciclo de Conciertos del Auditorio este jueves a partir de las ocho de la tarde. Lo hará a las órdenes de su titular Tugan Sokhiev e intervendrá como solista la violinista Geneviève Laurenceau. El programa que ofrecerán se inicia con la obertura de "Ruslan y Ludmila" de M. Glinka y continúa con el "Concierto para violín y orquesta número 2 en Sol menor" de S. Prokófiev y la "Sinfonía número 5 en Mi menor, op. 64" de P. I. Chaikovski.
Sokhiev es titular de la formación francesa desde 2008 y se está convirtiendo en uno de los directores más solicitados por las grandes orquestas sinfónicas. De hecho, la pasada temporada hizo su debut al frente de la Filarmónica de Viena, habiendo dirigido también la Filarmónica de Berlín, la de Rotterdam, la Academia de Santa Cecilia de Roma, la Orquesta de la Radio de Baviera, la Filarmónica de Munich, la del Concertgebouw de Amsterdam o la Nacional de Francia entre otras muchas. Mantiene una estrecha vinculación con el teatro Mariinski de San Petersburgo y ha dirigido ópera en los teatros de Viena, Nueva York, Madrid o Houston, entre otros muchos. Nacida en 1977, la violinista francesa Geneviève Laurenceau ha trabajado con numerosas orquestas francesas y de otros países europeos a las órdenes de directores de la talla de Michel Plasson, Tugan Sokhiev, Ilan Volkov, Kees Bakels, Walter Weller, Jean-Jacques Kantorow, o Frédéric Lodéon, entre otros. Además, realiza una intensa labor camerística y acaba de grabar, para la discográfica Naïve, la misma obra que interpretará en Oviedo. Geneviève Laurenceau toca un Stradivarius de 1682. La Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse se creó a principios del siglo XIX con el fin de servir a las temporadas de ópera del teatro francés. Será después de la Segunda Guerra Mundial cuando consolide su vocación sinfónica bajo las batutas de André Cluytens y Georges Prêtre. El nombramiento de Michel Plasson como titular de la misma en 1968 supuso un salto adelante. Actualmente Plasson es director emérito de la formación. Su prestigio internacional es enorme gracias a giras de conciertos que le han llevado a recorrer las mejores salas de conciertos.