Óliver Díaz es el director musical y artístico de la Barbieri Symphony Orchestra. El pasado día 1, la orquesta ofreció su concierto de presentación en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. El joven director español, formado en la Juilliard School de Nueva York y titular de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón, habla para CODALARIO sobre las cualidades de este nuevo conjunto sinfónico español.
¿Cómo surge la idea de fundar la Barbieri Symphony Orchestra?
Los tiempos que estamos viviendo exigen buscar nuevas fórmulas. Las orquestas tradicionales están pasando por muchos problemas económicos al estar financiadas con dinero público. La Barbieri surge con la idea de imitar de alguna forma un proyecto artístico tan ambicioso como el emprendido por Claudio Abbado con la Joven Orquesta Gustav Mahler, un conjunto formado por músicos jóvenes y muy preparados. Su proyecto tuvo una gran demanda de conciertos y salió tan rentable económicamente que Abbado decidió hacer la Mahler Chamber Orchestra, ya que la orquesta de estudiantes sólo se reunía para determinados encuentros artísticos. Esto les permitió convertirse en una orquesta freelance de las más punteras en Europa.
¿De dónde provienen los componentes de la Barbieri?
Fundamentalmente, de los músicos de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE). Querían hacer una orquesta a imagen y semejanza de la Mahler Chamber Orchestra fundada por Abbado. Me pareció una idea interesante y nos pusimos a hablar sobre ello. Tuvimos la suerte de comenzar teniendo el apoyo de personas como José Carlos Plaza o el propio Cristóbal Soler, director musical del Teatro de la Zarzuela. Nuestra presentación en sociedad se ha producido en un lugar inmejorable. La Barbieri ha sido la protagonista del Concierto de Año Nuevo del Teatro de la Zarzuela, nada menos.
¿Cómo se financiará?
La única manera de que una orquesta tenga posibilidad de sobrevivir es alcanzando la mayor calidad posible. Es relativamente fácil crear una orquesta freelance, pero sólo es posible sobrevivir si el nivel artístico es muy alto. También hemos querido dar al conjunto un toque diferente. En este sentido, hemos realizado un flashmob en el que hemos interpretado el Vals nº 2 de Shostakovich en Lavapiés. Nos pareció una buena idea presentarla en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid. El resultado está colgado en la web de la orquesta. El sonido al aire libre siempre se resiente, pero estamos orgullosos del resultado. Todo el mundo tocó la obra de memoria, algo muy poco habitual en una orquesta. Esta fue nuestra primera toma de contacto artística. Después vino el concierto del Teatro de la Zarzuela y, lo cierto, es que estoy muy sorprendido con la calidad.
¿Quién será su gerente?
Luiz Hazas, una persona muy cercana al Teatro de la Zarzuela que además posee muchos contactos dentro del mundo de la música.
¿Qué ha sentido al dirigir el Concierto de Año Nuevo en Madrid y no en Gijón?
Después de ocho años consecutivos dirigiéndolo en Gijón, mi corazón estaba dividido, pues si bien el Teatro de la Zarzuela es más importante para mi carrera, parte de mi corazón estaba con los gijoneses. Pero las decisiones políticas son las que son. Los caminos de la política son inescrutables.
Usted también es vicepresidente de la Asociación Española de Directores de Orquesta (AESDO). ¿Qué tal acogida está teniendo la institución desde su creación?
Esta temporada damos comienzo a nuestro segundo año de andadura como institución. Desde su creación, la AESDO ha crecido notablemente. El primer año ha sido bonito para también difícil. Es normal que, al principio, una institución como ésta genere dudas entre el gremio. Cuesta un poco que la gente se acerque, pero el número de socios no para de crecer. En la actualidad somos 33, un número que puede sonar escaso pero que en realidad está muy bien si tenemos en cuenta que no somos demasiados directores de orquesta.
¿Qué actividades han realizado?
Estamos especialmente orgullosos de una de las últimas. Hemos hecho Socio de Honor de la Asociación a Miguel Ángel Gómez Martínez, uno de los grandes directores españoles. También hemos diseñado una actividad que se llama "Una hora con", en la que directores de la talla de Enrique García Asensio ha participado en una charla junto a otros jóvenes directores. Son actividades que vienen bien para los jóvenes talentos, y que no era habitual encontrar en España. La siguiente actividad es nuestro segundo Simposium, que haremos en el teatro Calderón de Valladolid durante dos días en los que trataremos varios temas de actualidad, sobre cuestiones tan importantes como la sostenibilidad de una orquesta, de la posible entrada en vigor de una Ley de Mecenazgo, de cómo programar de manera sostenible y de cómo hacer divulgación. Dedicaremos una jornada a los socios y otra al público general. Aprovecharemos para hablar de la ópera Tosca, de Puccini, que se representará en el Teatro Calderón en esas fechas.
¿Cuáles son sus próximos compromisos artísticos?
El día 12 repito el Concierto de Año Nuevo con la Barbieri y, más tarde, hay algunas citas que me hacen especial ilusión, como es la Marina del Teatro de la Zarzuela, que haré en marzo. Precisamente fue el título que, hace 10 años, me permitió debutar en el mundo de la ópera en el Teatro Jovellanos de Gijón. Para la ocasión, el musicólogo Ramón Sobrino está preparando una nueva edición de la partitura, porque han aparecido nuevos materiales que creo resultarán interesantes para el público. Incluiremos números inéditos. El teatro ha preparado un conjunto de cantantes de lujo, con tres elencos diferentes. Nacho García será el director de escena y Cristóbal Soler y yo nos repartiremos las funciones en la dirección musical. También me hace ilusión poder debutar en mayo en el Festival de Zarzuela del Teatro Campoamor de Oviedo, donde dirigiré El gato montés, con una producción de José Carlos Plaza, un director de escena al que admiro mucho.
¿En qué momento está su carrera?
Desde que he empezado a dirigir, mi carrera ha ido sin prisa pero sin pausa. Yo creo que ése es el camino. No creo mucho en las carreras rápidas. No creo en el director grande cuando es joven. El trabajo es la única vía. Estoy contento con la manera en que se está desarrollando la mía. Todavía me considero director joven y todo está yendo a un buen ritmo. Lo que sí es cierto es que, desde que me he venido a Madrid, mi carrera ha recibido un impulso grande.
Poca gente sabe que ha estado a punto de debutar en el Carnegie Hall hace poco tiempo
Sí, hace poco estuve en contacto con una compañía asiática afincada en Nueva York que me hubiera hecho debutar en octubre en el Carnegie Hall. Después de haberlo pensado con mucha calma, decidí que no era el momento, porque me habría obligado a renunciar a otros muchos proyectos. Trabajar con esa compañía también me habría permitido debutar en la Ópera de Sydney. Les estoy muy agradecido por todo el interés que han mostrado en mi trabajo, pero en ocasiones también hay que saber decir que no.
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