Óliver Díaz es uno de los directores españoles más volcados con nuestro género lírico, que dirige desde los inicios de su carrera y que en esta ocasión le ha llevado a cruzar el charco. Acaba de dirigir algunas de las piezas más paradigmáticas de nuestro repertorio en el Gran Teatro Nacional de Lima, en Perú. Díaz nos habla del estado de su carrera y de la situación en que se encuentra las dos orquestas que dirige, la Barberi Symphony y la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón.
Viene de dirigir Marina en la Temporada de Zarzuela del Teatro Campoamor de Oviedo. ¿Cómo salieron las funciones?
Fue un gran placer estar por segunda temporada consecutiva en la temporada de zarzuela del Campoamor, y aún más con esta "Marina" que para mi es un título muy especial ya que es la obra con la que debuté en el genero lírico hace algo mas de una década. En cuanto a las funciones la verdad es que constituyeron un gran éxito de público y crítica, pero mas allá de la aceptación general la verdad es que estoy muy satisfecho con el trabajo y la entrega de toda la compañía, incluyendo a la Coral Polifónica y a la Oviedo Filarmonía con las que me une una relación estupenda.
Se ha hablado mucho de las innovaciones de esta Marina, por la recuperación de ciertas piezas
Sabíamos por las crónicas de la época que existía un dúo entre Marina y Roque en el segundo acto, sin embargo la partitura estaba desaparecida. Pues bien, debido al incansable trabajo de María Encina Cortizo y de Ramón Sobrino ha aparecido no solamente este número sino también una sardana (caso único en la zarzuela) perteneciente también al segundo acto. Ambos fragmentos vienen a completar un segundo acto que era quizás el que mas había sufrido la conversión de la zarzuela en dos actos a la versión operística en tres como estipulaba la norma del Teatro Real en la época.
Y ahora acaba de llevar la zarzuela a Lima. ¿Cómo está siendo su experiencia?
La orquesta y coro Ciudad de Lima es un producto del proyecto "Sinfonía por el Perú", apadrinado por el gran tenor Juán Diego Flórez, que está inspirado en el sistema de orquestas venezolano liderado por Abreu y que está dando grandes frutos sociales y culturales. Ha sido un orgullo contribuir a la evolución de este grupo y comprobar la devoción con la absorben los conceptos y el trabajo, además de debutar en el Teatro Nacional, toda un joya arquitectónica de reciente construcción, con una acústica increíble que le convierten en uno de los mejores teatros del momento. Permaneceré en Lima hasta el próximo martes escuchando y aconsejando a jóvenes cantantes, instrumentistas y formaciones orquestales. Aprovecho además para anunciar mi presencia aquí de nuevo el próximo otoño al frente de un ambicioso proyecto cultural que se acaba de firmar hace pocas horas entre las embajadas culturales de España y Perú, y que traerá a Lima la producción de El gato montés del Teatro de la Zarzuela, junto a José Carlos Plaza y Cristina Hoyos (la misma producción que presentamos el año pasado en Oviedo).
Hábleme de las características del concierto
El programa fue diseñado entre la Asociación Romanza, organizadora del evento, y yo mismo, y constituye un homenaje a la música española denominada "nacionalista". En la primera parte hemos hecho algunas canciones de Granados, Giménez y Falla, además del "Concierto de Aranjuez", y en la segunda parte una amplia selección de "La vida breve" de Manuel de Falla. Es un programa que abarca desde comienzos del siglo XX en los albores del nacionalismo con la música de Giménez que sin duda influyó muchísimo en la composición de "La vida breve" hasta el último eslabón del nacionalismo con el "Concierto de Aranjuez" de Rodrigo en 1939. Lima es seguramente una de las ciudades latinoamericanas con mas tradición de zarzuela. Todos los años se representa nuestro genero en las tablas de los diferentes teatros limeños y existe una gran afición y conocimiento de nuestro genero.
¿La crisis económica que, hace unos días, se ha llevado por delante el Festival Mozart de La Coruña, también se vive en Perú?
Aquí la situación es diferente. Latinoamérica es un mercado y una economía creciente, y ello hace que se esté viviendo también un periodo de florecimiento y expansión cultural (el fantástico teatro nacional es buena prueba de ello), sin embargo es alarmante comprobar cómo los síntomas que nos llevaron a nosotros a la situación en la que nos encontramos actualmente parecen estar apareciendo en Latinoamérica también. La sensación es la de estar viviendo en plena burbuja inmobiliaria. Es una pena que hayamos perdido de manera tan elocuente la conexión con nuestras raíces culturales, creo que este no es el camino para vivir de una forma plena, respetuosa y responsable.
Haga una valoración sobre la extinción del certamen coruñés.
Cualquier valoración sobre la desaparición de un festival de tales características ha de ser negativa por fuerza. Estamos continuamente frente al eterno debate de la productividad financiera, y desgraciadamente la cultura es un bien incalculable que no ofrece réditos económicos inmediatos (¡aunque sí a medio-largo plazo!), pero que ofrece el desarrollo intelectual y la sensibilidad e identidad que cualquier pueblo necesita para mantener su economía a flote. La cuestión es meridianamente clara: las grandes potencias económicas son también las grandes potencias culturales y en casos como Alemania se ha reconstruido su economía tras las debacles del siglo XX comenzando por la educación y la cultura (¡lo primero que se puso en pie tras la segunda guerra mundial en Alemania fueron las salas de cultura y las salas de conciertos!). Conocemos el camino, el por qué no se está siguiendo por la senda adecuada supongo que responde a intereses poco edificantes.
Desde su marcha a Madrid, su carrera parece haber dado un paso adelante. ¿Ya no se arrepiente de haber dicho “no” al Carnegie Hall?
Mi llegada a Madrid ha supuesto un antes y un después en mi carrera. El hecho de estar en una gran ciudad y estar en permanente contacto con el ambiente cultural madrileño me ha permitido ingresar, si se puede decir así, en el circuito profesional. La oferta de volver a Estados Unidos para ponerme al frente de Shen Yun Performing Arts y debutar en los grandes teatros internacionales era tentadora, pero en el momento en el que me encontraba creí que era conveniente seguí avanzando en mi carrera ya que me encontraba en un buen momento. Creo que no me he equivocado, aunque supongo que nunca lo sabré.
¿Cuál es la situación de la Barbieri y la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón? ¿Tiene esperanzas de que vuelva a tener, esta segunda, una temporada de conciertos otra vez?
Barbieri Symphony Orchestra es un proyecto joven y de calidad que está buscando su sitio en el panorama musical nacional, sin prisa pero con paso firme. En el caso de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Gijón fue una pena lo que ocurrió ya que una orquesta que poco a poco se iba afianzando y que había empezado a hacer cosas muy interesantes de repente se vio cercenada por la crisis y por la incapacidad de algunos gestores para ver que lo que tenían delante era mucho mas interesante y económico y con un valor potencial social y cultural mucho mayor que otras empresas que se acometieron para realzar el perfil mas rural de la ciudad.
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