Crítica del concierto de la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia, bajo la dirección de Oksana Lyniv
Una música contemporánea
Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia, 7-XII-2023. Auditorium Manzoni. Temporada sinfónica del Teatro Comunale. «In Lui era la vita e la vita era la luce degli uomini» para trío y orquesta de cuerda de Juri Laniuk. Folk songs para voz y orquesta de Luciano Berio. Concerto per orchestra de Béla Bartók. Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia. Director: Oksana Lyniv. Solista: mezzosoprano Anna Brull.
La velada comenzó con el estreno absoluto de una composición de Juri Laniuk para trío y orquesta de cuerdas. Con esta página Oksana Lyniv continúa el proyecto de dar a a conocer la música ucraniana y sus autores más meritorios. Nacido en Leópolis, compositor, violonchelista y profesor de violonchelo y composición en la Academia Nacional de música «Lysenko», Laniuk ha compuesto este nuevo trabajo con el título tomado del cuarto verso del primer capítulo del evangelio de San Juan «En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres», que encierra la esperanza en la existencia de una razón última de lo que ocurre en el mundo. Como solistas actuaron el violinista Paolo Mancini, el viola Enrico Celestino y el violonchelista Francesco Maria Parazzoli, seguidos de las cuerdas de la orquesta. El compositor, presente en la sala, fue invitado a subir al escenario y recibió numerosos aplausos.
La directora propuso a continuación Folk songs para voz y orquesta de Luciano Berio. Estas canciones nacieron en 1964 para voz y siete instrumentos como homenaje a Cathy Berberian, entonces esposa del compositor y musa de la música del siglo veinte. Posteriormente en 1973 fueron transcritas para orquesta. Son once canciones populares de lugares muy distantes, Kentucky, Azerbaijan, Armenia, Italia y Francia. Berio declaró haberlas encontrado en viejos discos interpretándolas rítmica, métrica y armónicamente buscando sugerir y comentar las que le habían parecido ser las raíces expresivas y culturales de cada una. Interpretó los Folk songs la mezzosoprano española Anna Brull, artista versátil y poliédrica interesada en la música contemporánea. Ha ganado el Osterrechische Musiktheaterpreis como mejor artista femenina emergente en 2017 y enriquecido su repertorio cantando ópera y música sacra. Desde 2013 es solista estable de la ópera de Graz en Austria. En su carrera ha actuado en los teatros más importantes, como el Teatro Real de Madrid y el Komische Oper de Berlín. En el concierto fue repetidamente aplaudida hasta conceder un bis.
En la segunda parte Oksana Lyniv propuso el Concierto para orquesta de Béla Bartók. El autor lo compuso en 1943 en Estados Unidos, a donde había llegado huyendo del nazismo, encontrándose en un momento muy difícil por sus condiciones de salud y económicas. Sergej Kusevickij dirigió el Concierto el 1 de diciembre de 1944 al frente de la Boston Symphony Orchestra, teniendo un gran éxito de público, mientras algunos críticos acusaron al autor de infidelidad a la disonancia para complacer a la audiencia americana. En esta composición el folclore húngaro y músicas populares de otras áreas geográficas se subliman en un lenguaje de extraordinaria riqueza. El Concierto comenzó con una introducción lenta (Andante non troppo) con el sonido de la flauta seguido de las trompas y las cuerdas hasta estallar en un Allegro vivace. El segundo movimiento tiene el título italiano Gioco delle coppie y es un Allegretto scherzando con una melodía a cargo de los vientos sobre el pizzicato de las cuerdas. El tercero es una Elegia: Andante non troppo, consistente en un canto apasionado en contraposición psicológica con el Allegretto del cuarto, construído sobre un cambio continuo de tiempos che expresan la nostalgia de su país. En el final se entretejen danzas populares donde las trompetas, los violines, las violas y las trompas emiten un sonido festoso para terminar con un fugato de las flautas que parecen afirmar la confianza en los valores de la vida.
Oksana Lyniv dirigió la óptima orquesta del Teatro Comunale con gesto preciso y cómplice, distinguiéndose por las intensas dinámicas especialmente atentas al protagonismo de las cuerdas y los vientos. Al final el público totamente cautivado estalló en una vitoreada ovación.
Foto: Andrea Ranzi
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