Crítica: Oksana Lyniv dirige «Le Comte Ory» de Rossini en Bolonia

Una orquestación refinada

Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia, 18-X-2023. Comunale Nouveau. Le Comte Ory [Gioachino Rossini / Eugène Scribe y Charles-Gaspard Delestre-Poirson]. Antonino Siragusa [Le Comte Ory], Nicola Alaimo [Raimbaud], Davide Giangregorio [Le Gouverneur], Sara Blanch [La Comtesse Adèle], Caterina Dellaere [Dame Ragonde], Lamia Beuque [Isolier], Silvia Spessot [Alice], Pietro Picone [Un cavaliere], Gianluca Monti [Un aldeano]. Coro y Orquesta del Teatro Comunale. Director de escena: Hugo De Ana. Director musical: Oksana Lyniv.

   Le Comte Ory se representó por primera vez el 20 de agosto de 1828 en el Théâtre de l’Academie  Royale de Musique, en la época sede de la Ópera de Paris. Gran parte de la música proviene de la precedente ópera de Rossini Il viaggio a Reims, representada en 1825 en el Théâtre Italien para las celebraciones de la coronación de Carlos X como rey de Francia. 

   Esta nueva producción del Teatro Comunale con el Rossini Opera Festival que la ha puesto en escena en 2022, se vale de la dirección de Hugo De Ana, que firma también la escenografía y el vestuario. Su montaje dejó perplejos a los espectadores porque no refleja el humor del juego erótico de la obra, mientras Le Comte Ory tiene un humorismo chispeante y divertido. La escenografía, bien iluminada por Valerio Alfieri, presenta citaciones explícitas de detalles del cuadro El jardín de las delicias de El Bosco y figurantes ataviados con vistosos disfraces ornitológicos. Encontramos ángeles y diablos que nos trasladan al medioevo, pero no faltan ambientaciones actuales como las sesiones de gimnasia. Al final del primer acto aparecieron incluso un grupo de dinosaurios sin sentido alguno, porque obviamente están asusentes en el famoso cuadro. 

   Es obligado citar las pocas ideas hilarantes como la estrella navideña que aparece sobre Ory, las tablas de la ley en sus manos con letras que se iluminan a intervalos y la llegada del Conde en monopatín disfrazado de Sor Colette. Hay que decir también que la dirección escénica en Bolonia ha sido retomada por Angelica Dettori y la revisión de las escenas es de Manuela Gasperoni. El vestuario es intemporal, muy colorido, con hojas y flores en la cabeza de las mujeres. 

 Pero en la ópera lo más importante es la música y el canto y aquí no quedamos defraudados. La dirección de Oksana Lyniv subrayó la vivacidad, la ligereza, la riquísima, refinada, fascinante orquestación de Rossini que se notó ya en el Prélude. Acompañó durante todo el espectáculo a los cantantes y al coro del Teatro Comunale, perfectamente preparado por Gea Garatti Ansini, sin superar nunca sus voces.

   El reparto fue de buen nivel. Antonino Siragusa, con perfecto dominio de las tablas, bordó un aristocrático y divertido don Juan impenitente, siempre en busca de nuevas aventuras y conquistas que le alegren la existencia. Con su voz de buen timbre y gran musicalidad, emitió los agudos con facilidad. El terceto final «À la faveur de cette nuit obscure» fue elegante y ligero, irónico y seductor. Sara Blanch fue una espléndida Comtesse Adèle, cantó con seguridad la cabaleta «Celeste providence» en el primer acto, el dúo con Ory y el terceto en el segundo. Jóven y desenvuelta en escena tiene una voz de timbre atractivo con sólida proyección, sin problema en el ascenso al agudo. Lamia Beuque encarnó al paje Isolier con bella voz, buena proyección y esmerado fraseo. Su voz se fundió con la de la Condesa en el terceto en la corriente erótica que une a los personajes.

   El Raimbaud de Nicola Alaimo es el amigo del Conde cuyas conquistas querría imitar. Su buena línea de canto se notó en especial en la escena del segundo acto. Davide Giangregorio¸ con voz de cierta entidad en el centro y facilidad en el agudo, bordó el Gouverneur que se propone participar en las conquistas de Ory. Defendió muy bien su gran escena del primer acto que deriva de Il viaggio a Reims. Caterina Dellaere cantó el papel de Dame Ragonde con bella voz y bella presencia escénica. Silvia Spessot es una Alice brillante con bella voz. Correctos también Pietro Picone en su Cavaliere y Gianluca Monti como un Aldeano. 

   Aplausos del público, en particular para Sara Blanch y Antonino Siragusa, y algún abucheo a la aparición de los autores del montaje.

Fotos: Andrea Ranzi