Un reportaje de Mario Guada | @elcriticorn
La soprano británica Dame Carolyn Emma Kirkby [Camberley, 1949] recibió ayer uno de los más prestigiosos galardones que otorga una revista especializada a nivel mundial: el Gramophone Classical Music Award, que en esta edición 2019 recayó en esta cantante inglesa en la cateogría Lifetime Achievement, algo así como el «logro de una vida». Una emocionada Kirkby recogió el galardón ante un público totalmente entregado y puesto en pié, que la ovacionó calurosamente. La gala tuvo lugar el 16 de octubre en la capital londinense, aglutinando en los salones de De Vere Grand Connaught Rooms a buena parte de la «élite» de la música «clásica». En palabras de Nicholas Kenyon, para Gramphone: «No muchos cantantes son revolucionarios; no se puede decir que muchos hayan cambiado radicalmente el sonido de la música en nuestro tiempo. Pero ese es el logro de toda la vida de Emma Kirkby: a través de su voz totalmente distintiva, su enfoque artístico y su creación musical sumamente inteligente, ha transformado nuestra experiencia de un repertorio de buena música. Ella ha sido una de las fuerzas más poderosas en el renacimiento de la música antigua los últimos casi 50 años y, por lo tanto, una parte clave de uno de los movimientos más importantes e influyentes en el mundo musical de hoy» [el texto completo puede leerse aquí].
Kirkby fue, junto a pioneros como The Consort of Musick | Anthony Rooley y The Academy of Ancient Music | Christopher Hogwood, la gran soprano de la música antigua desde la década de los 70 hasta entrado el siglo XXI. Su voz única, etérea, casi angelical, desprovista de cualquier emisión que hasta entonces se consideraba habitual en el mundo del canto en los repertorios de los siglos XVI a XVIII [vibrato, proyecciones artificales, poca incidencia sobre el texto...] e incluso a veces con un toque blanquecino, cambió para siempre la manera de concebir el canto histórico, formando e influyendo a una generación de intérpretes cuya esencia llega, aun con evidentes cambios en la actualidad, hasta nuestros días. Tras sus comienzos, de la mano de Andrew Parrott y su Schola Cantorum of Oxford, Kirkby desarrolló una intensa carrera que le llevó a grabar más de un centenar de discos y a actuar a lo largo y ancho del mundo, cuando el movimiento historicista se estaba erigiendo como una fuerza llamada a alterar el mundo de la interpretación en los repertorios medieval, renacentista y barroco sin parangón hasta entonces. Suyas son las interpretaciones legendarias del Messiah «händeliano» junto a Hogwood, aunque sus grabaciones llegaron prácticamente a todos los compositores y estilos nacionales más destacados: Purcell, Vivaldi, Monteverdi, Bach, Haydn, Couperin, Mozart, Buxtuhude, Dowland o Machaut. Sin duda, un mercido reconocimiento a una de las voces del historicismo, una pionera y una de las voces más influyentes de todo el siglo XX. Lo que le debe la historia de la música a Dame Emma Kirkby es mucho más de lo que a veces se ha querido admitir. Con este galardón –uno de los más prestigiosos en el ámbito de las revistas especializadas– se ha hecho, sencillamente, pura justicia artística...
Fotografía: Gramophone.
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