Se trata de una obra encargo del Festival de Granada al compositor algecireño, cuyo estreno tendrá lugar el viernes 6 de julio en el Palacio de Carlos V (Alhambra), con la Orquesta Ciudad de Granada dirigida por Pablo Heras-Casado.
Con el estreno mundial de Memoria del Rojo, de José María Sánchez-Verdú, se inicia en el Festival de Granada una serie de encargos anuales a prestigiosos compositores internacionales, que ofrecerán una nueva mirada del Alhambrismo Sinfónico.
La composición del algecireño José María Sánchez-Verdú abre el concierto de la noche del 6 de julio, que será emitido en directo por RNE-Radio Clásica y por la Unión Europea de Radiodifusión [UER]. La gran experiencia, formación y capacidad de afrontar propuestas sonoras para tan diferentes espacios, ponen de manifiesto la disposición de Sánchez-Verdú para resolver cualquier tipo de problema acústico y de abrirse a nuevas ideas…
"El concepto de transmedialidad es clave: cómo aplicar y desarrollar algunas técnicas y métodos artísticos árabes a la escritura musical orquestal. La resonancia de un laúd árabe y su eco en el agua como metáfora es el inicio de este viaje. La ornamentación de las superficies en el recinto de la Alhambra se vale de las matemáticas, de la geometría, de la estilización, etc. Partiendo de la ornamentación de la superficie como método de trabajo, la caligrafía y los trabajos de azulejos son los campos de todo un potente mundo visual que posee una perspectiva espacial y rítmica, muy cercana en ello a lo musical. Las líneas infinitas que recorren las paredes de azulejos (que representan la visión teológica también de un solo dios y su infinitud) es traspasada a la ideación musical; y del mismo modo los procesos geométricos y de simetrías, de repetición, traslación, rotación, etc. que explican el trabajo impresionante de estos azulejos encuentra también una adaptación en el material musical. Todo se desarrolla en una polifonía de velos (como es esencia en el arte árabe) que se convierte en base del trabajo musical. El color rojo, además –como base de la Alhambra, "la roja"– despliega la reacción sinestésica que mi propia percepción tiene ante la relación entre colores y notas musicales. El rojo solo puede ser la nota Sol. Entre esta percepción sinestésica y los esplendidos procesos de ornamentación del artista islámico se despliega la deriva visual y sonora de esta pieza para orquesta", comenta Sánchez-Verdú
El programa se completa con hermosas obras de Ravel y Mozart: Le tombeau de Couperin y el Concierto en Sol, que será interpretado por el pianista suizo Francesco Piemontesi, y la Sinfonía n.º 31, “Paris”, del salzburgués.
Fotografía: Tobias Bohm.
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