El próximo lunes la Fundación Juan March estrena una nueva obra de Teatro Musical de Cámara en coproducción con el Teatro de la Zarzuela: Los elementos, de Antonio de Literes (1673-1747), que supone la primera incursión del formato en el mundo del barroco musical hispano. La producción sigue las convenciones de la época, con un elenco de cantantes exclusivamente femenino –Olalla Alemán, Eugenia Boix, Aurora Peña, Marifé Nogales, Soledad Cardoso y Lucía Martín-Cantón, acompañadas por el bailarín Rafael Rivero–, y una orquesta de dimensiones reducidas: Forma Antiqva, bajo la dirección de Aarón Zapico. La edición utilizada ha sido realizada por los especialistas en el repertorio, Ars Hispana.
Esta ópera fue compuesta en Madrid para celebrar el cumpleaños de la duquesa de Medina de las Torres, esposa del duque de Medina Sidonia. En la privacidad de su palacio tuvo lugar el estreno alrededor de 1705. Es, así, un ejemplo paradigmático de la ópera de cámara del barroco español, tan infrecuente hoy en nuestros escenarios. La finalidad encomiástica de esta ópera moldeó su concepción. Una narración mitológica de dramaturgia estática transmite con sus alegorías unos significados que los contemporáneos percibían con una claridad poco evidente para el público actual. La lucha del Sol para imponerse sobre la Noche simbolizaba el triunfo del orden natural en el cosmos, pero también en la organización social de la época. Un mensaje que, en clave política, podía también interpretarse como la luz que Felipe de Borbón –entre cuyos partidarios se encuentran los duques de Medina Sidonia– traería frente al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión que entonces se libraba en España. Los elementos se presenta explícitamente como una 'ópera armónica al estilo italiano', en la que confluyen la mejor tradición hispana del verso con las novedades italianas de la música, materializadas en el uso de violines y la alternancia de recitativos y arias. Estos rasgos estilísticos se entendían entonces como sinónimo de modernidad, algo que tampoco escaparía a sus primeros oyentes. La puesta en escena de esta nueva producción mantiene el espíritu de esta etapa dorada de la música española, pero trae sus códigos alegóricos al presente.
Tomás Muñoz propone una interpretación en clave ecológica. En la introducción se escuchan informes que advierten de que se acaba el tiempo para evitar la destrucción del planeta. Los elementos, enajenados y enfermos, escuchan estas noticias alarmantes mientras contemplan cómo el Mundo, cubierto de residuos y basura, se convierte en un lugar inhabitable. El Tiempo, entonces, como maestro de ceremonias, revierte el escenario y restituye el planeta a su estado original con ayuda de los elementos.
Se ofrecerán cuatro funciones para el público general [9, 11, 14 y 15 de abril] y tres para estudiantes de centros de enseñanza, previa solicitud [10, 12 y 16], todas ellas en la sede madrileña de la Fundación Juan March, con entrda libre hasta completar aforo. Será retransmitido en diferido por TVE y Catalunya Música, enmdirecto por Radio Clásica [11 de abril] y en streaming por Canal March y Facebook Live [11 y 15].
Fotografía: Fundación Juan March.
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