Ayer, 5 de julio, moría en el hospital St. Joseph de París el compositor galo Pierre Henry, considerado como uno de los dos padres de la música concreta y uno de los iniciadores del movimiento que posicionó a la música electrocústica en el panorama de la composición en pleno siglo XX. Formado con maestros de la talla de Nadia Boulanger y Olivier Messiaen, trabajó codo con codo con Pierre Schaeffer, otra de las figuras fundamentales en el proceso compositivo unido a la tecnología en plena mitad del pasado siglo. Su catálogo compositivo, que abarca multitud de piezas entre 1950 y la primera década del siglo XXI, es uno de los más relevantes a nivel mundial en el campo de la experimentación sonora.
Fotografía: Jean-Baptiste Millot.
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