Una noticia de gran trascendencia ha saltado a los medios el día de ayer. Según se ha informado en Aleteia, un órgano del siglo XII, redescubierto a principios del siglo XX por un equipo de arqueólogos bajo la Basílica de la Natividad de Belén, en Cisjordania, está empezando a ser estudiado en profunidad para ser reconstruído. El órgano, que se en un estado casi perfecto, debido al clima seco, está considerado como el ejemplo más antiguo que se conserva de un órgano de tubos. El musicólogo español y especialista en instrumentos de tecla medievales, David Catalunya, intentará llevar a cabo dicho trabajo de reconstrucción para que este instrumento vuelva a sonar. Llamar a la pieza órgano con todas letras puede resultar un tanto excesivo, dado que del instrumento solo se han recuperado los tubos y las campanas originales, un hallazgo, sin embargo, fundamental y único en el mundo hasta el momento. La caja del instrumento original, probablemente de madera, no habría sobrevivido el paso del tiempo. Catalunya expresó su asombro por el estado de conservación de los tubos, que a pesar de estar en cierto grado de oxidación, no presentan apenas señales de desgaste.
En declaraciones para el Christian Media Center, el investigador español destacó que «El instrumento está realmente como congelado en el tiempo... Estos tubos podrían haberse fabricado ayer. Aquí tenemos la oportunidad de entender realmente mucho más sobre la historia medieval del órgano, la tecnología en general y la cultura de la Iglesia. También tenemos la oportunidad de entender cómo se fabricaban estos instrumentos para poder replicarlos y devolverles la vida a su sonido». Según Catalunya, es muy probable que este órgano fuera llevado a Tierra Santa por los cruzados franceses, e incluso llega a especular sobre la posibilidad de que el instrumento se utilizara durante aproximadamente un siglo en la basílica bajo la cual se encontró la pasada centuria. No fue hasta la invasión musulmana del siglo XII cuando se retiró el órgano para protegerlo. Se espera que el estudio del órgano «profundice en nuestra comprensión de la historia de la música y de las prácticas musicales de la Iglesia». La importancia del hallazgo es superlativa, pues los primeros ejemplos de órganos conservados hasta ahora procedían del siglo XV. concretamente de 1435, fecha del órgano conocido más antiguo que hoy día es posible tocar. Catalunya ya ha iniciado el proceso de restauración y reconstrucción del instrumento, un proceso que tardará unos cinco años y que, una vez terminado, será custodiado en el Terra Sancta Museum de Jerusalén, donde estará expuesta para poder observarlo y, en principio, también para ser tocado en algunos recitales.
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