Fallece el musicólogo y académico francés Philippe Beaussant

   Ayer, 8 de mayo, fallecía a los 86 años de edad, el musicólogo y académico francés Philippe Beaussant, una de las figuras más trascendentales en la recupración y redescubrimiento del patromimonio musical francés de los siglos XVII y XVIII. Formado en musicología y letras, Beausant fundó en 1987 el Centre de musique baroque du Versailles, que fue la gran obra de su vida. Esta institución, una de las más ampliamente desarrolladas y verdadero ejemplo en todo el mundo a la hora de recuperar patromonio musical, lleva década rescatando del olvido obras, compositores y maestros del esplendoroso Barroco francés, y facilitando además su interpretacióin y puesta sobre los escenarios de todo el mundo. A lo largo de los años su figura se ha establecido como una de las grandes referencias al hablar del Barroco en Francia, tanto es así, que varios de sus textos son aún hoy venerados por su calidad y actualidad. Algunos de los títulos más destacados dentro de su ingente obra son: Lully ou le musicien du soleil [1992], Les Plaisirs de Versailles [1996], Louis XIV artiste [1999], Le Roi-Soleil se lève aussi [2000], Monteverdi [2003], Rameau de A à Z [1982], François Couperin [1980] o Versailles, Opéra [1982]. Es miembro de L'Acadámie française, siendo uno de los miembros más respetados por su unión entre la literatura, la música y las artes. Además, ha conseguido distinciones de primer orden en su país natal: Officier de l'ordre des Arts et des Lettres, Chevalier de l'ordre national du Mérite o Membre de l'académie de Versailles. Varios de sus textos han sido galardonados con algunos de los premios más prestigiosos que otroga el país galo: Prix Ève Delacroix, Grand prix du roman de l'Académie française, Prix de l'Académie des Beaux-Arts, Prix de la Critique dramatique et musicale, Prix d'histoire de l'Académie française, Prix Montaigne de Bordeaux, obteniendo en 2001 el Prix de la langue française como reconocimiento a toda su obra. Sin duda una figura a la que la música, el arte y las letras francesas le deben muchísimo.

Fotografía: Andersen ULF/SIPA