El compositor favorito de Napoleón

   La película Napoleón, de Ridley Scott, ha vuelto a poner a Napoleón Bonaparte en la primera línea informativa. Bonaparte fue un gran melómano, hasta el punto de que, según el escritor Vincent Cronin, autor de la biografía Napoleón Bonaparte una biografía íntima, «presenciaba unas diez representaciones de ópera italiana todos los años, ocho de ópera cómica y sólo dos o tres de ópera francesa». La ópera era, según el propio Napoleón, «el alma misma de París, así como París es el alma de Francia». Incluso estipuló que debían presentarse anualmente ocho producciones operísticas nuevas y fijó el número de ensayos de cada una. Napoleón sugirió el tema de otra ópera, Fernand Cortez, de Spontini, pero su compositor favorito era, según se relata en el libro, Giovanni Paisiello y su instrumento preferido, la voz humana. «Del aria «Già il sol» de Nina, la pastoral de Paisiello, dijo que podría escucharla todas las noches de su vida», explica Vincent Cronin en su libro, en el que facilita otro dato curioso: «Cuando las tropas francesas marchaban contra el enemigo, lo hacían al son de la música operística. «Veillons au salut de l´Empire», que bajo el Imperio reemplazó a La Marsellesa, provenía de una ópera de Dalayrac. Otro fragmento preferido por los soldados «Oú peut-on etre mieuz qu´u sein de sa famille?» provenía del famoso dúo de Lucile, de Grétry, y por su parte, «La victoire est à nous» es un fragmento de La Caravane du Caire, del mismo compositor. Estas melodías y otras eran ejecutadas por las bandas militares durante la batalla», un dato que seguramente habría agradecido saber Rydley Scott antes de hacer su película.