CRÍTICA: NANCY FABIOLA HERRERA Y FRÜHBECK DE BURGOS SE LUCEN EN LA TEMPORADA DE LA ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA. Por Raúl Chamorro Mena

Temporada ONE. 18-1-13. Pulcinella (Igor Stravinsky); Misa nº 10 en do mayor, Hob. XXII: 9, "Misa in tempore belli" ("Paukenmesse") (Franz Joseph Haydn). Solistas: Nancy Fabiola Herrera, Elena de la Merced, Gustavo Peña, Marco Vinco. Coro Nacional de España. Orquesta Nacional de España. Director:Rafael Frühbeck de Burgos

      De auténtica delicatessen cabe calificar este concierto de la temporada de la ONE, tanto por el programa ofrecido como por la interpretación de todos los intervinientes, bajo la magistral batuta del veterano maestro Rafael Frühbeck, director emérito de la formación, afortunadamente recuperado de sus problemas de salud.
      Pulcinella es un ballet compuesto por Igor Stravinsky por encargo de Diaghilev para pequeña orquesta y tres solistas basado en obras de Pergolesi dentro de la tradición de la commedia dell'arte. Posteriormente, se ha demostrado que los fragmentos seleccionados no habían sido escritos por Pergolesi y que la atribución al compositor de Jesi era errónea. La obra, perteneciente al llamado período neoclásico del compositor, se estrenó el 15 de mayo de 1920 en la Opera de París con decorados y vestuario diseñados por Picasso y con la dirección musical de Ernest Ansermet. 
      Bellísima la interpretación ofrecida por Frühbeck , que desgranó una pura filigrana orquestal, de sonido pulidísimo, gran claridad en las texturas e innumerables detalles. Muy bien secundado por la orquesta con una cuerda tersa (magnífica la concertino en sus intervenciones) y unas maderas precisas. A buen nivel también el terceto vocal con una Nancy Fabiola Herrera que lució su timbre cálido y bien timbrado, mostrando un detalle de su clase al contrastar con un bello pianissimo el segundo ataque a "Se tu m'ami". Asimismo, emitió un par de notas expansivas, percutientes, propias de cantante de ópera acostumbrada a la expansión vocal de este género. Irreprochable la actuación del tenor Gustavo Peña, de timbre liviano, desguarnecido en el centro, pero de grato color, que lució musicalidad y buena línea. Sacó adelante la complicada "Una te falan zemprece" donde mostró la adecuada agilidad, ajustándose impecablemente al tempo vertiginoso de la pieza. Menos interés tuvo la intervención de Marco Vinco, que se hizo oir, pero de canto monótono y modos poco refinados. Mejoró en la Misa, en la que la voz sonó algo más liberada y limpia de emisión.
      Aún alcanzó más nivel si cabe, la interpretación de la estupenda Misa in tempori belli llamada Paukenmesse (Misa con timbales) de Haydn. Estrenada en Viena en 1796 en plena guerra de Austria contra Napoléon, contienda que fue poco favorable a las tropas del emperador Francisco José I.  En la obra de Haydn se sumaron al trío solista ya expresado, el coro Nacional, que se mostró musical, empastado y flexible, dirigido por Joan Cabero y la soprano Elena de la Merced, de sonido pobretón, pero canto aseadísimo y de impecable gusto. El Maestro burgalés condujo la obra con pulso firme y atento, logrando un trabajo matizadísimo, apoyado en un sonido limpio, pulcro, diáfano, sin asomo de pesantez y con un excelso sentido de la concertación. En el ápice de su madurez y sabiduría, además de lograr excelsos detalles entre los que cabe destacar la introducción del violoncello en el "Qui tollis", la sabia planificación y sentido de la construcción del Maestro llevó la misa en un sutil pero inexorable crescendo hasta ese momento de clímax en el que Haydn, como expresa Pablo-L Rodríguez en las notas al programa, representa la proximidad del enemigo en el Agnus dei con el uso del timbal o las ansias de victoria en el "dona nobis pacem". Un gran éxito con especiales ovaciones para Rafael Frühbeck de Burgos.