CRÍTICA: MYUN WHUN CHUNG DIRIGE A LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE RADIO FRANCIA EN EL AUDITORIO DE OVIEDO

La Voz de Asturias (Miércoles, 21/3/12)

 CHUNG, UN PROGRAMA DE IMPRESIÓN

El ciclo de Conciertos del Auditorio ofreció el lunes una de las citas musicales de mayor nivel artístico de la actual temporada. La velada estuvo protagonizada por el gran director coreano Myung-Whun Chung, que dio una clase magistral de cómo se debe dirigir un programa tan difícil como atractivo. A su lado, una orquesta de gran nivel musical, la Orquesta Filarmónica de Radio Francia. En Europa hay muchas orquestas ligadas a televisiones y radios, empezando por la de Radio Televisión Española, siguiendo por las de cinco de la BBC inglesa y las alemanas de las radios de Frankfurt, Hamburgo o Colonia y terminando por la de la RAI italiana, una entidad que, debido a un sangrante proceso de recortes económicos llevado a cabo hace años, pasó de tener cuatro grandes orquestas sinfónicas a sólo una en la actualidad, la Orquesta Sinfónica Nacional de la RAI.

La velada estuvo dedicada a la música programática, fundamentalmente francesa, compuesta en el marco cronológico que va, desde finales del siglo XIX a principios de los años XX, con el impresionismo o su influencia como nexo de unión. El concierto comenzó con el famoso "Preludio a la siesta de un fauno" de Debussy. La versión resultó esbelta, de líneas generales claras y bien definidas. Chung ofreció una interpretación dúctil y sosegada, que sentó muy bien al evocador estilo impresionista, satinado de fragancias exquisitas. Si miramos su trabajo con lupa, en detalles orquestales puntuales observamos que la labor del director se relajó un poco, a favor de los músicos, que tocaron con una cierta soltura y libertad, dentro de los exquisitos márgenes propuestos por el maestro coreano. Quizás por ello, las sonoridades se matizaron con más elegancia que inspiración. La factura general del Preludio resultó admirable, por su elegante y refinado sentido de la continuidad. La orquesta de Radio Francia, por su parte, destacó por la homogeneidad de sus cuerdas, por el equilibrio de sus secciones y su notable sentido de grupo. Creemos que la interpretación de El Mar resultó más plena e inspirada en general. Ya en esta primera parte, el conjunto sorprendió con unos fortísimos plenos y redondeados, muy alejados de los exagerados y vulgares volúmenes sin control a los que, por desgracia, estamos tan acostumbrados. Por su parte, los pianísimos se plantearon con un cuidado sonoro exquisito, en el que mereció la pena deleitarse. Myung-Whun Chung es uno de los más interesantes directores de orquesta de la actualidad. Resulta admirable su capacidad para obtener un extraordinario dominio orquestal con una gestualidad aparentemente modesta que, sin embargo, también es capaz de mostrarse apasionada cuando es necesario. El pájaro de fuego de Stravinski redundó en este estilo evocador. La obra también se prestaba a un cierto expresionismo expansivo, pero el director prefirió destacar su perfume impresionista, de líneas suaves y sedosas, incluso en los momentos de mayor exigencia sonora. "La Valse" de Ravel se planteo con claridad meridiana, seguridad y equilibrio.

De propina, una "Obertura de la ópera Carmen" de Bizet llevada por un tempo y espíritu interpretativo frenético, al alcance de muy pocos conjuntos. La velocidad pudo desdibujar ligeramente la intención rítmica y claridad melódica de los violines, pero su fulgor y espectacular factura sólo pueden llamar al asombro y la admiración.