Por Aurelio M. Seco
La presencia de Riccardo Muti en España es un aliciente de primer nivel cultural que ningún aficionado quiere perderse. Si a ello le añadimos una ocasión emotiva –el Réquiem de Verdi se ofreció in memoriam de Gerard Mortier, aunque el hecho haya pasado bastante desapercibido- la presencia de Mariano Rajoy y varios de sus ministros y miembros de su partido y, cómo no, la de Su Majestad la Reina Sofía de España, la ocasión se convierte en uno de esos eventos de importancia histórica.
Que asistiese la Reina fue un hecho relevante. Ya desde primeras horas del pasado 12 de abril, la numerosa presencia policial en Toledo –también influyó que la ciudad fuese elegida por el PP para presentar su candidatura europea- hacía prever su asistencia, un gesto interesante sin duda, porque la Reina también podría haber esperado unos días para ver el mismo concierto cómodamente en su sillón del Teatro Real. Es posible...
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