XXI Ciclo de Música Contemporánea de la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid

Una propuesta apasionante

Un reportaje de Agustín Achúcarro
«Este ciclo lo dedicamos al Grupo de los Seis francés y el motivo por el que así lo hacemos se debe a que el pasado mes de noviembre se cumplieron 100 años del fin de la primera guerra mundial, y aunque ya había tenido alguna actividad durante ésta, fue a partir del final de la misma cuando estos compositores empezaron a tener una presencia más importante en el panorama musical europeo», así describe Francisco Lara, director de la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid, los fundamentos que han motivado la programación de la XXI edición del Ciclo de Música contemporánea.

   Están previstos dos conciertos, uno de cámara y otro sinfónico, en el Paraninfo de la Universidad vallisoletana, los días 6 y 7 de este mes, a partir de las 20:30h el primero y desde las 19:30h el segundo, con entrada libre. Complementaran dichas actuaciones unas charlas explicativas sobre las obras, que dará el propio Francisco Lara y que comenzarán quince minutos antes de cada actuación.

   «En el concierto de cámara -apunta el director de la JOUVa- hemos incluido el Trío para oboe, clarinete y fagot de Georges Auric, el Cuarteto de cuerda de Germaine Tailleferre, que fue compuesto en 1919 justo hace un siglo, al que al indudable interés musical que contiene esta obra hay que añadir el valor de que Tailleferre sea la única representante femenina del grupo». Este primer concierto concluirá con Bestiario de Louis Durey. «Se trata de una serie de canciones aforísticas sobre poemas de Guillame Apollinaire, cada una dedicada a un animal con la intención de describir su carácter de la manera más concentrada posible», apunta Lara. En esta última obra contarán con la colaboración de cuatro voces pertenecientes al Coro Joven de Voces Blancas, concretamente las de Laura Cano, María Herrero, Érika Vielba y Alba Rubia.

   Para el concierto orquestal Lara ha pensado en comenzar con dos de las sinfonías de cámara de Darius Milhaud, sobre las que el director destaca «cómo se aprecia sobre todo el lenguaje bitonal del autor». A estas composiciones se añade la Pastorale d´eté de Arthur Honegger, obra de la que Lara recuerda que «se compuso en Suiza en 1921» y que «se inspira en una de las Illuminations de Arthur Rimbaud». El Ciclo concluirá con la Sinfonietta de Francis Poulenc de 1947. «Es una obra interesantísima, llena de energía vital, con ritmos trepidantes y armonías jazzísticas, en la que se aprecia la influencia de compositores tan diversos como Mozart, Stravinsky, Brahms o Rameau, por lo que se trata de una de las obras cumbres del estilo Neoclásico», manifiesta Lara.

   Así, un año más, la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid afronta una experiencia que resulta compleja y satisfactoria, y que cubre un repertorio excesivamente infrecuente en la ciudad.

Foto: JOUVa