Las colecciones operísticas del Museo de Artes Escénicas de Barcelona

La corona que lucía Francisco Viñas cuando interpretaba el papel de Radamés en Aida. Centro de Documentación Museo de las Artes Escénicas Instituto del Teatro-Barcelona

También hay ópera en el MAE

Por Jordi Pujal Argüés
A buen ritmo, con perseverancia, ilusión, profesionalidad y optimizando los recursos de que dispone (escasos para el firmante), el Museu de les Arts Escèniques (MAE) está  convirtiéndose de manera imprescindible en el gran memorial de todo cuanto aconteció, acontece y acontecerá en los escenarios catalanes y su entorno. Lamentablemente, y al no tener un gran espacio físico que facilitaría la exhibición del imponente patrimonio custodiado por el MAE (y aquí va como anillo al dedo recordar la iniciativa #PerunnouMAE reivindicando la necesidad de habilitar una sede pública para tal fin, presentada en enero de 2023), el mundo digital es el aliado prioritario para la difusión de este capital. Y si, por ahora y en este preciso momento, uno no puede desplazarse a un edificio de postín para ver in situ el traje que la soprano Montserrat Caballé vestía cuando interpretaba la ópera Don Carlo (también yo persevero en la iniciativa arriba comentada) es maravilloso no verse obligado a renunciar a tal goce puesto que en la web del MAE (Escena Digital :: Inicio (cdmae.cat) ) hay publicadas imágenes de bastante calidad de esta pieza única.

   Hay que decir que el MAE  ha acogido a la ópera con los brazos abiertos. Antes de entrar en materia, en primer lugar quiero agradecer la colaboración de la conservadora del MAE Carme Carreño Pombar facilitándome la información que me ha permitido construir este relato que, seguramente, te sorprenderá sobremanera, estimado lector, pues hay cosas que se desconocen. Una primera cifra harto respetable: la búsqueda en la web del MAE de la palabra «ópera» a fecha 8 de mayo de 2024 daba 17758 resultados. Dichos resultados corresponden a los componentes de las colecciones adquiridas por el MAE, catalogadas y digitalizadas (o en proceso de digitalización). El contenido de estas colecciones, fascinante,  supone un nutridísimo escaparate de todos esos elementos que configuran el hecho escénico: fotografías autografiadas, cartas, dibujos, documentos, bocetos escenográficos, figurines, maquetas, miniaturas de escenografías, decorados, trajes de escena,..., pura memoria visual de nuestra historia escénica de los siglos XIX, XX y XXI asociada a nombres muy relevantes.

Instantánea de la última función de Luisa Fernanda que cantó Marcos Redondo en Manresa, en 1957. Centro de Documentación Museo de las Artes Escénicas Instituto del Teatro-Barcelona

En lo que atañe al ámbito operístico probablemente las colecciones más significativas sean las siguientes:

-La de Artur Sedó, parcialmente digitalizada (fotografías firmadas, cartas, dibujos,...), que aporta auténticos incunables, especialmente en lo referente a autógrafos de artistas (tal es el caso  de una dedicatoria de Napoleone Annovazzi, quien fuera el director musical titular del Gran Teatre del Liceu, fechada en 1944).

-El Fondo Teatro Real/Archivo Luis Paris, de riquísimo contenido al albergar antigua documentación original de final del siglo XIX e inicio del XX (una curiosidad entrañable digna de mención: el albarán de entrega extendido a nombre del Teatro Real de Madrid correspondiente a las campanas que tal coliseo adquirió en Milán para el estreno de Parsifal de Wagner, en 1914, y que tañen en el primer acto de la ópera).

-El Fondo Francesc Soler i Rovirosa, gran escenógrafo y uno de los referentes de la escuela de escenografía catalana (finales del XIX-principios del XX), con maquetas, figurines y bocetos escenográficos  suyos y de colegas coetáneos (sobre todo de Oleguer Junyent).

-La colección de miniaturas de Jaume Raspall (pequeñas maquetas que reproducen decorados diseñados para óperas como Aida y Los maestros cantores de Núremberg).

-Los vestuarios de las sopranos Victoria de los Ángeles (comprende tanto vestidos de concierto como trajes de escena usados en óperas tales como La bohème, Manon, Madama Butterfly, Los maestros cantores de Núremberg, etc.) y Montserrat Caballé (los trajes que vestía cuando interpretaba títulos como Don Carlo, Roberto Devereux, Lucrezia Borgia, Maria Stuarda, Henri VIII, ...). Comentario que considero importante hacer: en épocas pretéritas los intérpretes disponían de vestuario de su propiedad que era el que utilizaban en sus actuaciones operísticas.

-El Fondo Enric Sacristan -barítono lamentablemente ya desaparecido- muy rico en materiales, que posibilita que la zarzuela también haga acto de presencia en el MAE.

   Asimismo los nombres de los titulares de las colecciones adquiridas en los últimos años permiten hacerse una idea de sus contenidos, más que interesantes: las Bailarinas Estrellas del Gran Teatre del Liceu Aurora Pons y Asunción Aguadé, la soprano Ángeles Gulín y el barítono Antonio Blancas (a través de su hija, Ángeles Blancas, también soprano), el barítono Raimon/Raimundo Torres (facilitado por su hija Begoña Torres), el escenógrafo oriundo de Manresa Josep Mestres Cabanes tan vinculado al Liceu, el melómano Santi Vela, etc... Por tanto el visitante virtual del MAE podrá reconocer los tutús con que Pons o Aguadé brillaban en las suites de ballet de las óperas que se representaban en el Liceu;  o los  telones pintados  que Mestres Cabanes preparaba con cariño para las óperas de Wagner en el coliseo de la Rambla; o las botas calzadas por el barítono Raimundo Torres cuando representaba el que probablemente era su papel fetiche, el zar Boris Godunov según la visión de Mussorgsky.

Boceto escenográfico de Sigfrido Burmann para El holandés errante de Wagner. Centro de Documentación Museo de las Artes Escénicas Instituto del Teatro-Barcelona

   ¿Otras gemas dignas de mención del catálogo operístico del MAE? Autógrafos originales de los compositores Giacomo Puccini y Richard Strauss; el vestuario con sus complementos que el tenor Francesc Viñas utilizaba al interpretar Radamès en la ópera «Aida» de Verdi; trajes de escena de los barítonos Celestino Sarobe y Manuel Ausensi («Tosca» y «El barbero de Sevilla»); pertenencias de la soprano barcelonesa Maria Espinalt; espléndidas fotografías  de Pau Barceló y Josep Aznar de espectáculos operísticos; infinidad de notas manuscritas de los equipos técnicos de escenario del Teatro Real de finales del siglo XIX y principios del XX;... Tantas y tantas maravillas que en manos del MAE tienen garantizada su perpetuidad con óptima salud de hierro.

   En definitiva, todo ello más que estimulante... ¿Te apuntas a realizar una visita virtual, querido lector? ¡Juraría que no te vas a arrepentir! 

Fotos: Centro de Documentación Museo de las Artes Escénicas Instituto del Teatro-Barcelona

Casaca propiedad de Celestino Sarobe.  Centro de Documentación Museo de las Artes Escénicas Instituto del Teatro-Barcelona