Por Gonzalo Lahoz.
Madrid. 15/06/15. Teatro de la Zarzuela. Ciclo de Lied del CNDM. Obras de Montsalvatge, Parera Fons, Gómez, Villa-Lobos, Halffter, Ovalle, entre otros. María José Montiel, mezzosoprano. Josep Colom, piano.
Que en la música clásica cartas son amores y también buenas razones lo venimos intuyendo desde los tiempos más remotos. Cartas concretas que inspiran o reflejan aquella vida de tantos compositores. Cartas ficticias que inundan y alimentan pentagrama tras pentagrama. Qué hubiese sido de Mozart, de Verdi, de Mahler... sin su correspondencia y, sobre todo, qué hubiera sido de nosotros si todas aquellas misivas no se hubieran escrito o imaginado? Antoni Parera Fons ha estrenado su ciclo de canciones Empfänger unbekannt (Destinatario desconocido) en una noche y en una voz, la de la mezzosoprano María José Montiel, donde todo fueron abrazos. Y ese destinatario desconocido de los textos en forma de cartas, postales, notas, se hizo carne: nosotros de nuevo, a través de una musicalidad que cuidó cada aspecto fónico, cada posible detalle prosódico y narrativo sobre la dramatización de cuatro estupendos textos de Ruth Schweikert donde nada y todo se dice, que permitieron a una excelsa Montiel desplegar uno de sus abrazos más vivos de la noche.
Los abrazos se sucedieron uno tras otro durante todo el programa. El primero llegó un poco antes al estreno del mallorquín, con la Canción de Cuna de las Cinco canciones negras de Montsalvatge en una tarde que comenzó sosegada, serena, en un abrazo lento de María José Montiel, acompañada por un circunspecto Josep Colom al piano, siempre reflexivo, siempre bordeando sus aproximaciones y conceptos sobre sonoridades y tiempos que le caracterizan, para terminar regalando un plácido y mágico À Chloris. Del abrazo brotaron las lágrimas en la segunda parte, con la mezzosoprano en un canto a flor de labio y a flor de piel que hizo estremecerse hasta a la lámpara. La trilogía formada por las canciones de Villa-Lobos (Melodia sentimental), Ovalle (Azulao) y Halffter (Ai que linda moça) no puede sino recordarse como antológica.
No han sentido nunca ustedes leyendo una carta, un mensaje, unas líneas, como les abrazaban desde la distancia? Noche de abrazos en la Zarzuela. Abrazos epistolares en la música de Parera Fons, abrazos para Carlos Gómez Amat, quien recibió un sincero homenaje tras el descanso. Abrazos antillanos, abrazos brasileiros, abrazos impresionistas y el gran abrazo de María José Montiel. Montiel emociona. Montiel vive, y nos hace vivir, en la emoción continua. Ese es su regalo. Ese es su abrazo.
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