Crónica: Misha Dacic asombra en su debut asturiano

   Asturias cuenta con importantes ciclos pianísticos, pero los aficionados que ayer acudieron al Teatro Vital Aza de Pola de Lena no podrán olvidar fácilmente uno de los recitales más asombrosos a los que han asistido. El protagonista fue Misha Dacic, el prodigioso pianista serbio que ayer noche inauguró el Festival Internacional «Santa Cristina de Lena» en la localidad asturiana de Pola de Lena. Dacic subió la temperatura de una jornada helada en Lena, con un programa que está al alcance de pocos pianistas del presente. La velada comenzó con tres sonatas de Scarlatti, las K. 197, 491 y 162, para seguir con la Elegía en mi bemol mayor, los preludios 6, 7 y 8, op. 32 y el Vals en la mayor de Rajmaninov. Pero fue la segunda parte del concierto donde el piano cedido por la Galería de Música Arévalo vivió una de las experiencias sonoras más exigentes de su historia como instrumento. Una selección de los endiablados Estudios trascendentales de Liszt dieron la talla de un pianista cuyo virtuosismo no parecía tener límites. El público ovacionó largamente al pianista tras la Rapsodia rumana nº 1, op. 11 de George Enescu, obra que muy pocos pianistas del mundo tienen en repertorio dada su extrema dificultad. Para finalizar, Dacic ofreció dos propinas, de un lirismo más sosegado: el Vals del duende, una adaptación del propio Misha Dacic de una obra de Alejandro Dolina, y una especie de treno del compositor turco Ulvi Cemal Erkin, que Dacic dedicó a los fallecidos del terremoto de Turquía. El Festival Internacional «Santa Cristina de Lena» está organizado por el IES Santa Cristina de Lena y el Ayuntamiento de Pola de Lena. Entre el público, que recompensó con una intensa ovación al pianista, se encontraba la directora general de Personal Docente del Principado de Asturias, Eva Ledo.