Por F. Jaime Pantín
Hoy se cumple el octavo aniversario del fallecimiento de Miguel Zanetti, gran pianista español y figura indispensable en la historia de la música de cámara y de la música vocal en nuestro país. Madrileño de nacimiento, estudió en el Conservatorio de esta ciudad, en la clase de virtuosismo de José Cubiles, teniendo además como profesores a figuras tan insignes como Gombau y Federico Sopeña.
Pronto descubre su vocación como pianista camerista y repertorista, en una época en que dicha especialidad estaba bastante denostada en nuestro ámbito musical y se especializa en este área de la mano de maestros míticos como Erik Werba o Jean Laforge. Su calidad musical pronto le hizo acreedor del respeto y la admiración de muchas de las figuras de la época y colabora con regularidad con cantantes de la talla de Victoria de los Ángeles, Montserrat Caballé, Pilar Lorengar, Elisabeth Schwartkopf, Alfredo Kraus, José Carreras o NicolaiGedda y con virtuosos como Víctor Martín, André Navarra o Ruggiero Ricci.
Por su cátedra de la Escuela Superior de Canto de Madrid han pasado varias generaciones de los cantantes españoles de primera línea y se han formado muchos de los pianistas repertoristas más relevantes de la actualidad. Personaje irrepetible, hombre de vasta cultura, conocedor enciclopédico del repertorio vocal de todas las épocas, generoso y luchador infatigable por la dignificación de la figura del pianista acompañante, pianista exquisito que escuchaba como pocos y respiraba con el cantante, Miguel Zanetti tiene ya su lugar en la historia del piano español.
A figuras como él se debe la elevación a categoría de arte de una especialidad hasta entonces poco reconocida, anclada durante mucho tiempo en el servilismo y el pianismo mercenario. Que grandes artistas como muchos de los anteriormente mencionados reconozcan su deuda artística con él constituye, quizás, el mejor homenaje.
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