Por Juan Carlos Galtier
Zaragoza, 8-V-2019. Teatro Principal. III Ciclo de Lied. Marta Infante, mezzo y Jorge Robaina, piano. Obras de Antón García Abril (estreno absoluto), Schubert, Schumann, Loewe y Dvorak.
El ciclo de lied del Teatro Principal de Zaragoza ha emprendido la titánica labor de consolidar una oferta de este género que fuera de Madrid y Barcelona se escucha poco de manera estable, pero en sus tres años de vida ha logrado que se haya escuchado en la capital aragonesa a un buen número de cantantes nacionales e internacionales que han llevado a su teatro los ciclos más importantes del repertorio liederístico. En la tercera edición que se desarrolla a lo largo de todo 2019 se han programado los primeros nombres de figurones internacionales del género como son Bo Skovhus o Gerold Huber que visitarán Zaragoza en el otoño pero mientras tanto no se han quedado quietos y en este mes de mayo han aprovechado una de sus citas para realizar su primer estreno mundial que además ha sido un encargo al compositor español que más mejores canciones de concierto ha compuesto en los últimos años como es Antón García Abril. García Abril, confió a la escritora aragonesa Magdalena Lasala la escritura de un ciclo de tres poemas para ser músicados y el trabajo conjunto viola luz en el Principal zaragozano con el nombre de Cantos de umbría.
Los poemas de Lasala bucean con acierto y sensibilidad en ese lado oscuro del amor que nunca desaparece y que tiene su encanto y la propia poeta recitó los poemas antes del estreno de la obra musical. La música en cuestión es, una vez más, una demostración del talento y la elegancia del maestro García Abril que supo construir sus melodías refinadas sobre el propicio entramado poético con el que contaba. Con los años sin duda serán muchos los cantantes que incorporen este tríptico a su repertorio y no será extraño ya que el maestro turolense sabe componer para la voz como pocos de sus coetáneos y conoce y usa a la perfección el valor de la melodía, probablemente imprescindible en un género como el de la canción de concierto.
Pero mas allá del estreno el resto del programa tenía un gran interés y fue muy bien defendido por la mezzo Marta Infante y el pianista Jorge Robaina. Robaina explicó al público ampliamente las piezas que se iban a interpretar y fue de agradecer pues el lied cobra todo su sentido con el conocimiento de los textos y más allá de ello, volvió a demostrar su maestría en un género que conoce a la perfección y que domina con sensibilidad y total adecuación a la voz. Por su parte Marta Infante lució su bellísimo instrumento de mezzo con un centro carnoso, un vibrato controlado y unos graves muy logrados y puso su instrumento al servicio de la expresión de texto y música; si en todo el programa estuvo acertada fueron especialmente logrados sus acercamientos a las canciones de Dvorak donde desgranó las melodías con un derroche de musicalidad demostrando no sólo conocimiento sino amor por las partituras. Una velada cargada de interés que consolida un ciclo que poco a poco va ganando prestigio gracias a la seriedad de su planteamiento.
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