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Crítica: «Manon Lescaut» de Auber en el Teatro Regio de Turín

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Autor: Raúl Chamorro Mena
31 de octubre de 2024

Crítica de Raúl Chamorro Mena de la ópera Manon Lescaut de Auber en el Teatro Regio de Turín

«Manon Lescaut» de Auber en el Teatro Regio de Turín

La Manon de Auber

Por Raúl Chamorro Mena
Turín, 27-X-2024, Teatro Regio. Manon Lescaut (Daniel-François-Esprit Auber). Marie-Eve Munger (Manon), Edward Nelson (Marqués d'Hérigny), Marco Ciaponi (Des Grieux), Francesco Salvadori (Lescaut), Lamia Beuque (Marguerite),  Manuela Custer (Madame Bancelin), Guillaume Andrieux (Renaud), Anicio Zorzi Giustiniani (Gervais), Paolo Battaglia (Durozeau). Orquesta y coro del Teatro Regio de Turín. Director musical: Guillaume Tourniaire. Dirección de escena: Arnaud Bernard

   En el ambicioso proyecto del Teatro Regio di Torino de programar las tres óperas más destacadas dedicadas a la figura femenina de Manon, emergía como particularmente interesante, por ser claramente la menos representada, la versión de Daniel Auber sobre libreto de su habitual colaborador Eugene Scribe. La criatura concebida por el abate Prévost en su escandalosa novela para la época, es uno de esos fascinantes mitos femeninos libres e independientes, de irresistible atracción hacia los hombres y que ha servido de modelo a otros muchos de la literatura, así como inspiración para diversas operas. Las creaciones de Giacomo Puccini y Jules Massenet permanecen, sólidas, en el repertorio habitual de los teatros de ópera, mientras la de Auber es difícil de ver incluso en Francia, no digamos fuera. Difícil encontrar una creación para La Opéra-comique parisina con una conclusión tan trágica como la Manon Lescaut de Auber-Scribe.

   La actriz Dolores Costello no sólo protagonizaba el cartel anunciador de la ópera en este su estreno turinés, también la puesta en escena de Arnaud Bernard en la que forma parte fundamental la proyección de la película Los amores de Manon -Alan Crosland, 1927- con la propia Costello encabezando el reparto junto a su esposo John Barrymore. El montaje se basa en algo tan poco original como el rodaje de una película, pero en esencia funciona con escenografía de colores blancos y grises y eficaz movimiento escénico. Cabe lamentar que los solistas deben cantar casi siempre desde el centro a la parte posterior del escenario con la correspondiente merma de la proyección vocal, teniendo en cuenta que el elenco lo formaban voces más bien modestas y la acústica del Teatro Regio tampoco resulta favorecedora. Al final, la puesta en escena reúne a las tres Manon y su trágico destino.

«Manon Lescaut» de Auber en el Teatro Regio de Turín

   Magnífica dirección musical de Guillaume Tourniaire, por ligereza, claridad expositiva, contrastes e impecable propiedad estilística. Del foso surgió un sonido de gran refinamiento, pulido y aquilatado, en una labor que combinó el pulso rítmico con el vuelo de las atractivas melodías, la bien perfilada articulación y gradaciones dinámicas. Notable actuación de los cuerpos estables del Teatro Regio.

   Auber compuso el papel de Manon para Marie Cabel, espléndida soprano de coloratura, una especie de sucesora de la gran Laure Cinti Damoreau. Sin embargo, Marie-Eve Munger fue una discreta protagonista, de muy escasa proyección vocal, timbre anónimo y coloratura modesta, además de algunos agudos más bien chillones. Muy lejos de la fuoriclasse que pide la parte, Munger dotó de escaso de relieve al «Aria de la carcajada», la página más famosa de la obra. Eso sí, fue indudable la profesionalidad y afinidad de estilo de la soprano.

   Edward Nelson fue un marqués gris vocalmente, de escasa calidad tímbrica y sonido pobre, aunque de canto correcto y buena prestación escénica. Interesante el tenor Marco Ciaponi, voz bien emitida, estilo y fraseo cuidado y bien torneado. Lástima que, en la ópera de Auber, Des Grieux no cante demasiado y ni siquiera cuente con un aria frente a las tres del Marqués y las cuatro de Manon. Francesco Salvadori mostró material de cierta sonoridad como Lescaut. Mejor en escena que vocalmente, Lamia Beuque como Marguerite. La veterana Manuela Custer no se lució mucho como Madame Bancelin. El sonido del muy liviano tenor Anicio Zorzi Giustiniani y del barítono Guillaume Andrieux se quedó en el escenario.

Fotos: @_simoneborrasi @mattiagaido.photo

Manon de Auber en el Regio de Torino
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