Crítica de la ópera Madama Butterfly de Puccini en Bolonia, bajo la dirección musical de Daniel Oren
La ley del dinero
Por Magda Ruggeri Marchetti
Bolonia, 19-II-2023. Comunale Nouveau. Madama Butterfly [Giacomo Puccini / L. Illica y G. Giacosa]. Latonia Moore [Madama Butterfly (Cio-Cio-San)], Aoxue Zhu [Suzuki], Claudia Ceraulo [Kate Pinkerton], Luciano Ganci [F. B. Pinkerton], Dario Solari [Sharpless], Cristiano Olivieri [Goro], Paolo Orecchia [Il Principe Yamadori], Nicolò Ceriani [Lo zio Bonzo], Luca Gallo [Il commissario imperiale], Enrico Picinni Leopardi [L’ufficiale del registro], Maria Adele Magnelli [La mamma], Marie Luce Erard [La zia], Chiara Salentino [La cugina]. Orquesta y Coro del Teatro Comunale. Director de escena: Gianmaria Aliverta. Director musical: Daniel Oren.
Tras la inauguración en el EuropAuditorium el Comunale prosigue la temporada de ópera en el «Comunale Nouveau», un nuevo teatro para la «Fondazione lirico-sinfonica felsinea» hasta que se terminen los trabajos de reestructuración de su sede histórica. El estreno de Madama Butterfly había creado gran expectación por las soluciones adoptadas en un espacio de la Feria de exposiciones en un entorno cementificado, y podemos afirmar que se ha obtenido el máximo de una sala de techo bajo, aun amplia y con pendiente correcta para una adecuada visión del escenario e incluso del foso. La acústica se ha estudiado con esmero y el resultado se puede calificar de bueno. El escenario es horizontalmente lineal y amplio, pero de nuevo sin la natural disponibilidad de espacio vertical para el attrezzo operístico habitual.
El director escénico de esta nueva producción es Gianmaria Aliverta, que ya se ocupó hace un mes de la puesta en escena de Mirandolina. El propio director manifiesta que no considera como expresión suya esta producción, cuya concepción, ya existente y preparada en 2009 para la Scuola dell’opera del Comunale, se ha tenido que adaptar apresuradamente a este nuevo espacio, accesible solo cuando los ensayos ya estaban casi finalizados. Sin duda ha sabido subrayar el contraste de la cultura nipona con la occidental y el poder del dinero, y hemos apreciado su dirección de actores dinámica y eficaz. Las escenas son minimalistas con gruesos palos rojos de bambú en el primer acto para definir al centro el cobijo de los esposos u otros lugares de la acción, aislados como ralo cañaveral en el segundo, y del todo ausentes en el tercero. No hay vídeos y solo la iluminación uniforme de todo el fondo con un color eléctrico cambiante, que Daniele Naldi combina sabiamente con el cuidado vestuario tradicional ceremonial japonés de Stefania Scaraggi.
Vuelve el maestro israelí Daniel Oren, que ya ha dirigido el pasado año Tosca y Luisa Miller, y una vez más apreciamos su inspirada lectura que subraya tanto la parte íntima y lírica de la ópera con su rico cromatismo como la progresión dramática, transmitiéndonos con fuerza la desventura de la joven japonesa y acompañando a los cantantes en todo momento sin superar nunca sus voces. Bajo su pulso seguro la orquesta del Teatro Comunale se mostró compacta y dúctil, y nuevamente confirmamos su gran categoría.
Bueno el cast empezando por la protagonista, la soprano americana Latonia Moore, que borda una Cio-Cio-San intensa, doliente y conmovedora en su obstinada certeza del regreso del amado, y desesperada cuando descubre la verdad. Su voz es cálida, de sólida proyección vocal con timbre atractivo, sin problemas en el registro agudo. El público la aplaudió y ovacionó tras la famosa aria «Un bel dì vedremo». Luciano Ganci es un tenor con excelente línea de canto, robusta emisión y perfecto en el canto dialogado, que dibuja bien el egoísmo de Pinkerton ocupado en lograr que el matrimonio no tenga validez en los Estados Unidos, y solo su tardío arrepentimiento final parece verdaderamente sincero aunque se muestra cobarde porque ni siquiera se atreve a ver a Butterfly. De buen timbre la voz de Aoxue Zhu, una Suzuki dramáticamente importante. Magnífico el dúo con su joven señora cuando adornan la casa con flores para el esperado regreso de Pinkerton. Dario Solari, con buena musicalidad, es un Sharpless muy diplomático que comprende la falsedad del americano pero tampoco hace nada por desenmascararla. Cristiano Olivieri es Goro, ocupado sólo en encontrar clientes mostrando fotos de las chicas. El tío Bonzo de Nicolò Ceriani con voz potente se muestra amenazador contra Butterfly. Claudia Cerauto es la mujer de Pinkerton de la que Aliverta retrata sobre todo el cinismo y la arrogancia de quien cree poder comprar con dinero el hijo de la joven japonesa. Bien todos los comprimarios.
El coro del Teatro Comunale preparado por Gea Garatti Ansini dio una prueba de gran profesionalidad en especial en el coro a bocca chiusa, creando en la platea un momento de sepulcral silencio catártico que irá in crescendo hacia el final del drama. El público aplaudió calurosamente a toda la compañía y ovacionó a Letonia Moore, a Luciano Ganci y a Daniel Oren.
Fotos: Andrea Ranzi
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