Canción americana: Charles Ives, Leonard Bernstein, Aaron Copland, Samuel Barber, Ned Rorem... Todos ellos compositores del siglo XX. ¿Qué relación hay entre el género de la canción de cámara europea y la americana? ¿Cómo llegó a desarrollarse un género propio en los Estados Unidos? El proceso no es diferente al experimentado, por ejemplo, en Francia, desde la introducción del lied alemán coexistiendo con el romance hasta la eclosión de la mélodie.
Los colonos que llegaron a Nueva Inglaterra a partir del siglo XVII llevaban en su equipaje, además de sus pertenencias, su cultura y sus costumbres. No es extraño por tanto que primero en las colonias y más tarde en la nueva nación en las casas más acomodadas hubiera un pianoforte, que en esas casas las señoras recibieran en sus salones y que en esas reuniones se interpretaran canciones con acompañamiento de piano. Las canciones eran “importadas” de Europa o estaban compuestas por miembros de la comunidad, dedicados profesionalmente a otros menesteres y músicos a ratos libres.
Con el tiempo los compositores aficionados pasaron a ser profesionales que viajaban a Europa para completar su formación y se convertían en autores de música de calidad fuertemente influenciada por las corrientes estéticas y académicas que habían estudiado, fundamentalmente en Alemania y Francia. Paralelamente a esta profesionalización se desarrollaba la música “comercial” a partir del folklore de los países de origen de los americanos europeos, las canciones de trabajo o los espirituales de los esclavos negros, y se recuperaba el folklore indio. A medida que los compositores se iban deshaciendo de la influencia europea y se iban impregnando de la música tradicional iba naciendo, por lo que respecta a la canción de cámara, un nuevo género, la canción americana, con personalidad propia y rasgos que la diferenciaban claramente de la propia de otros países. Hasta llegar a este momento, fueron varios los pioneros que abrieron camino.
La primera canción americana
En 1759, Francis Hopkinson compuso la primera canción americana, My days have been so wondrous free. En este punto convendría aclarar que cuando decimos “americana”, nos referimos, aquí y en el resto del artículo, a “estadounidense”; convendría aclarar también que “primera” en este caso signfica “la primera cuya partitura se conserva”, porque sin duda había canciones americanas anteriormente. En 1759 habían pasado 139 años de la llegada del Mayflower a Plymouth y 26 desde la fundación de Georgia, la última de las Trece Colonias, y estos territorios estaban dando...
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