Crítica del libro Los Boccherini en Salamanca de José Antonio Rufete y Jaime Tortella [Editorial Arpegio]
En el itinerario de los papeles de Boccherini
Por Albert Ferrer Flamarich
Los Boccherini en Salamanca. José Antonio Rufete, Jaime Tortella. Editorial Arpegio, Sant Cugat, del Vallés, 2023. 187 págs. ISBN: 978-84-15798-70-5.
Uno de los aspectos menos estudiados de la historia de la música es el referido a la situación financiera de los compositores e intérpretes. Uno de los directores de la Editorial Arpegio, fundador de la Asociación Luigi Boccherini y autor de varios libros sobre historia, humanidades y música –especialmente sobre el compositor de la citada entidad-, Jaime Tortella, fue uno de los primeros que, en España y en esta línea, publicó un sorprendente trabajo. Lo hizo sobre Luigi Boccherini y el Banco de San Carlos en 1998.
Del mismo modo, otro tema muy poco estudiado es el del paradero del legado de los compositores e intérpretes y los vaivenes tras su muerte; por lo menos hasta que llegan a centros e instituciones públicas como bibliotecas y archivos. En este sentido, el mismo Tortella ya dedicó una investigación al testamento de Domenico Scarlatti en una apasionante desmitificación de algunos tópicos sobre su situación económica. Y, claro está, siendo Boccherini el principal campo de estudio de Tortella y otros investigadores de la asociación que lleva su nombre, no podía faltar una incursión sobre el origen, evolución y destino de la ingente acumulación de papeles (partituras, cartas, escrituras, memoriales,…). Como señala el presidente de la Asociación Luigi Boccherini, Gustavo Sánchez, en un prólogo que sintetiza la intrahistoria de lo estudiado y focaliza sus tres ejes y fundamentos, el presente libro fundamenta su interés en la corrección del árbol genealógico de los descendientes de Boccherini, la ubicación de los hijos de éste en Salamanca y la hipótesis de lo sucedido con el legado de manuscritos perdidos.
Dividido en nueve capítulos de extensión moderada y abundantemente ilustrados, el volumen se complementa con más sesenta y dos páginas que agrupan cuatro apéndices. El primero resume las casas nobles de Oliva de Gaytán y de Cerralbo, mientras que el segundo aborda la familia Ibarra Gallicioli, constituyendo una síntesis de lo conocido en torno a Maria Concepción Gallicioli, esposa de José Mariano Boccherini. El tercer anexo, el más extenso, incluye las partidas de nacimiento, el testamento de los protagonistas y su declaración de pobres antes de que, en último lugar, un árbol genealógico de los descendientes del compositor hasta la actualidad cierre este particular libro. Todo ello queda bien explicado gracias a una redacción concisa y expositiva que, sin perjuicio de la lectura, incorpora digresiones sobre las ciudades de Salamanca, Ávila y sus cabildos, cuyos archivos catedralicios han sido una fuente primordial para la potente investigación llevada a cabo por Tortella y el sociólogo e investigador José Antonio Rufete. En otro orden de aspectos, también mencionan el hallazgo de una partitura para cuarteto con oboe, hallada en el archivo de la Catedral de Salamanca que se atribuye a un ejercicio de Luis Marcos Boccherini, hijo del compositor.
Lógicamente en un trabajo de esta naturaleza abundan extractos y citas de la documentación civil que justifican las referencias a aspectos puramente legales y jurídicos con precisión terminológica, detalles de oficios, atribuciones y demás cuestiones con un trasfondo propio de la época que remiten a custodias, problemas de herencias y al cruce de documentos notariales entre los familiares de Boccherini: particularmente de sus hijos Josef Mariano y Luis Marcos, circunscritos a los periodos en que vivieron en Salamanca; así como de Giovanni Gastone, hermano del compositor. Desde esta perspectiva destaca el inciso en la deuda que contrajo Josef Mariano por culpa del Conde de Cerralbo que induce a plantear la hipótesis, muy plausible, que tuvo que vender objetos personales entre los que se hallaban manuscritos de Luigi Boccherini, durante los años en que regresó a Madrid. De este modo los autores justifican la ausencia de una parte del 88% de partituras perdidas, puesto que a su biznieto Alfredo Boccherini y Calonge sólo le llegó el 12% de las obras inscritas en el catálogo metódicamente elaborado por el propio compositor. De hecho, este legado fue decreciendo de generación en generación hasta que a finales de 1919 se le perdió la pista.
Como buen editor, Tortella ha cuidado el proceder y la selección en las notas al pie de página aderezando el aspecto visual con abundantes ilustraciones. Con ello se redondea esta breve aportación que corona la ingente labor de estudio sobre la obra y figura de Luigi Boccherini, que desde hace décadas desarrolla la entidad. Y, además, en este caso, no sólo se ofrecen unos datos que serán útiles, citados e incluso desarrollados en futuras y definitivas investigaciones actualizadas sobre el compositor. También tienen un carácter pionero en la bibliografía hispana y mundial.
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