Lorin Maazel regresa mañana al Auditorio de Zaragoza al frente de la Müncher Philharmoniker, prosiguiendo así la XVIII Temporada de Grandes Conciertos de Otoño. La presencia de Lorin Maazel en la ciudad ha levantado una gran expectación entre los aficionados, que ya han agotado las entradas para el concierto. El programa estará íntegramente dedicado a Beethoven, e incluye la Obertura Egmont en fa menor, op. 84, el Concierto para violín en re menor, op. 61 y la Sinfonía nº 5 en do menor, op. 67.
En calidad de solista participará el joven violinista Michael Barenboim, hijo del conocido director de orquesta y pianista. Al margen de este parentesco, los avales del joven violinista, nacido en 1985, son importantes: concertino desde 2003 de la West-Eastern Divan Orchestra, concertino regular de la Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán, concertino suplente de la Gustav Mahler Jugendorchester, así como fundador y primer violín del Erlenbusch Quartet, formación de cámara con la que ha actuado en Berlín, Viena o Ginebra, entre otros lugares. Ha trabajado a las órdenes de Claudio Abbado o Pierre Boulez, además del citado Daniel Barenboim. Por su parte, el veteranísimo Lorin Maazel, al que huelga presentar a estas alturas de su trayectoria, con 80 años de vida y más de 50 de carrera musical, es desde este año el director titular de la Müncher Philharmoniker, tomando así el relevo en el cargo de Christian Thielemann. Maazel terminó en 2009 su titularidad al frente de la New York Philharmonic y ha estado vinculado, hasta hace bien poco, como director titular, a la Orquesta de la Comunidad Valenciana, en el Palau de les Arts, que él mismo conformó en sus orígenes y de la que ahora es director honorario.
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