El mundo de la ópera no es lo que era pero sigue levantando las mismas pasiones de antaño. La última polémica ha venido en las redes sociales a cuenta del bis que Lisette Oropesa ofreció el pasado martes 28 de julio en el Teatro Real, en su cuarta y última función de La traviata, cuando la soprano ofreció un bis «repitiendo» la segunda parte del aria «Addio del passato», del tercer acto de la obra, que culminó con todo el público de pie, convirtiéndose en el segundo bis que ha ofrecido la soprano en el Teatro Real, después de la repetición del Sexteto de Lucia di Lammermoor, en 2018, en el que estuvo acompañada de los restantes solistas que interpretaban la ópera.
La polémica en este caso se ha hecho notar en las redes sociales. La cuenta @alegrescomares se hacía hoy mismo eco de un comentario de Miguel Pérez García, en el que afirma: «Pues no señores, no hay ningún bis. El aria "addio del passato" consta de DOS ESTROFAS y Oropesa lo que hace es cantarla completa, como figura en la partitura, con los aplausos en medio que la interrumpen. La primera parte inicia con la estrofa "Addio del passatto, bei sogni ridenti..." y la segunda sigue con "La giogia, i dolori, fra poco avram fine... siempre con la misma música repetida e imprescindible que se cante completa para entender exactamente lo que expresa Violetta en ese momento. En los "tiempos modernos" en los que vivimos habitualmente la segunda estrofa se suprime, y Oropesa así lo había hecho el resto de días, en otras épocas se cantaba completa", afirma Pérez García. Sin embargo, una cantante como Maria Callas, quizás La traviata por antonomasia, afirmaba en las famosas entrevistas realizadas por Lord Harewood que estaba de acuerdo en que este tipo de arias se recortasen con la intención de «no aburrir al público». De hecho, ella misma sólo hacía la primera estrofa de Addio del passato en las grabaciones que dejó para la posteridad, una costumbre que también era común en Renata Tebaldi. Un ejemplo se puede ver en La traviata que Callas cantó en 1955 bajo la dirección de Carlo Maria Giulini en La Scala, con producción de Luchino Visconti. Incluso se podría decir que es justo al revés de lo que afirma Pérez García, ya que es ahora y no antes cuando se están empezando a ver montajes donde se hacen las dos estrofas, como es el caso de la producción del mismo título del Teatro Real, dirigida en su día por Pizzi y López Cobos.
Según ha podido saber CODALARIO, la intención de hacer la segunda estrofa del aria [que no se hizo en ninguna otra función de de esta traviata del Real] fue decisión de la propia Lisette Oropesa, con la intención de no perder la gran carga dramática del personaje, cosa que la soprano entendía que podría suceder si concedía el bis repitiendo sin más la primera estrofa. Según se nos ha informado, el propio director de orquesta, Nicola Luisotti, no estaba al tanto del cambio de letra. En las tres funciones anteriores parte del público ya había pedido con insistencia el bis en ese momento, pero no fue hasta la última función cuando Oropesa quiso regalarlo al público madrileño tras los numerosos aplausos recibidos. La polémica no habría existido si la artista hubiera repetido sin más la primera estrofa. Al hacer el bis con la segunda, algunos aficionados han entendido que lo que en realidad se había hecho es únicamente cantar el aria entera con sus dos estrofas completas con los aplausos del público entre ellas. Pero estamos ante un bis en toda regla, concedido por la artista de manera original, al decidir volver a cantar el fragmento por el éxito obtenido, pero con la inusual segunda estrofa, con la intención de incidir todavía más en el carácter trágico de la historia y no evadirse escénicamente de ella al repetir sin más la primera.
Según ha podido saber CODALARIO, la soprano se encuentra todavía en Madrid ofreciendo una serie de clases magistrales, y en unos días viajará a Múnich para grabar el que será su primer disco, dedicado a arias concertantes de Mozart.
Foto: Javier del Real / Teatro Real
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