Por Albert Ferrer Flamarich | @AlbertFFlamari1
Rossini y España. Fernando Fraga. Fórcola Ediciones, Madrid, 2018. 163 págs. ISBN: 978-84-17425-23-4
En ocasión del 150 aniversario de la muerte de Rossini, Fernando Fraga acaba de publicar una breve monografía sobre la relación entre el compositor y España. Con su prosa fluida, este breve ensayo «a la francesa» establece un hilo que discurre por los vínculos del compositor con lo español, aunque fueron más las relaciones con españoles, puesto que el influjo de lo musical español en su obra no va más allá de lo puntualmente exótico o circunstancial. Por ejemplo, en la ubicación de Sevilla como ciudad históricamente tomada como símbolo de un sistema político extinto como el antiguo régimen en un país escindido en el constante debate entre absolutistas y liberales. Entre los personajes, el autor presta una lógica atención a Manuel García y su familia; a compositores como Carnicer, Eslava, Barbieri o Gomis y, por supuesto, a su primera esposa Isabel Colbrán y su banquero, amigo y confidente, el sevillano Luís María Aguado, que centran los primeros capítulos.
El libro es fértil por el enorme aparato documental ordenado con organicidad discursiva y numerosas digresiones históricas que, lejos de incomodar, aportan vivacidad y contexto captando la atención del lector. A su vez, resultan tan inevitables como enriquecedoras si el autor es un devoto rossiniano y sabio de la cultura operística como Fernando Fraga. No obstante es cierto que el repaso hagiográfico a Manuel García, María Malibrán y Ramon Carnicer excede el marco del cometido. Por cierto, Carnicer compuso dos oberturas –una en Re y otra en La, con varias copias de ellas- y no una sola para Il barbiere di Siviglia. Entre anécdotas e informaciones puntuales en este volumen que destila esa elaboración artesanal característica de Fraga, también figuran algunos estrenos rossinianos en España, algunas cantatas con vínculos españoles y el único viaje de Rossini a Madrid (1831). Como caracteriza al musicógrafo madrileño en sus notas, reseñas y conferencias sus aportaciones no son mero oficio si no que exprimen y buscan el dato, a la par que el paladeo de éste.
La edición, en la línea utilitaria del sello madrileño Fórcola Ediciones, cuenta con ilustraciones a color inseridas en un fajo de páginas centrales que recogen retratos de Malibrán, Viardot, Manuel García y la Colbrán, entre otros. Por cierto, ¿para cuándo la primera biografía en castellano sobre Colbrán? El profesor de la ESMUC, Marc Heilbron le dedicó su tesis doctoral. Quizá sería hora de publicarla en esta colección musical. Una editorial, por cierto, cuyos oportunos lanzamientos le están abriendo un margen de respetabilidad nada menospreciable en el ambiente melómano de este país tan escasamente lector.
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