Nino Dentici publica en Ediciones Beta el libro La ópera del bufón maldito. Rigoletto
Rigoletto según Nino Dentici
Por Albert Ferrer Flamarich
La ópera del bufón maldito. Rigoletto. Nino Dentici. Ediciones Beta. Bilbao, 2017. 266 págs. ISBN: 978-84-16809-14-1
La ópera del bufón maldito. Rigoletto es un libro del crítico y divulgador musical Nino Dentici, activo sobretodo en el País Vasco, que comenta el magno título verdiano desarrollando la acción y sus elementos, a menudo, aparejados a un concepto o idea con los que bautiza cada capítulo. Desde el bloque inicial, que pretende ser una mirada periodística con talante de crónica atenuada y tintas sociológicas sobre el ritual de ir al teatro, se establece un recorrido con abundantes digresiones de corte histórico, cultural, político y social sobre un foco: como si lo concreto de la obra fuera el primer plano de un tema que sobresale ante un fondo, subtrama y marco teórico más generales. En este sentido, por ejemplo se aleja de lo ofrecido en el ya casi ilocalizable Rigoletto de Roger Alier, publicado en 2004 por Ma non troppo, cuyo esquema se rige por una ficha técnica y breves artículos sobre la relación del compositor con la obra, aspectos musicales, el estreno, una sinopsis argumental y el libreto estructurado a partir de los números musicales con los parámetros más básicos como guía de audición.
Dentici parte de otro planteamiento metodológico y aborda temas y lugares comunes en la ópera como la villanía, el honor, los brindis, las posadas y mesones, así como ciertas obras de arte afines –particularmente, esculturas y pinturas-. Incluso se abre a la especulación sobre otro final de la obra en el capítulo XXVII. En este punto merece destacar la atractiva conexión con otras obras literarias y versiones de tema parecido como Rappacini’s Daughter de Nathanel Hawthorne y The Fools Revenge de Tom Taylor; al margen, claro está, de Le roi s’amuse de Hugo. Estas dosis de culturilla general beneficiaran a melómanos profanos o medianamente instruidos, que también podrán conocer detalles entorno las personalidades que fueron -y pudieron ser- fuente de inspiración para la ópera.
No obstante, otros apartados se antojan innecesarios en cuanto al eje principal del libro, es decir, Rigoletto: el verismo (págs. 38 a 42), la sociabilidad y la vida teatral (págs. 128-129), o la evolución del tenor (capítulo XXIII, págs. 195 a 210). Y es que se debe prevenir al lector de aspectos marcadamente perfectibles como los errores ya señalados en Los más grandes tenores de ópera cuando escribe sustantivos nominales comunes como bajo en mayúscula para indicar la cuerda vocal (pág. 61, 67, 68, 69) y que el editor tampoco subsanó. O como el desencaje de abordar el carácter romántico –o su ausencia- de la muerte de Gilda y otras muertes operísticas por amor en medio de comentario del cuarteto “Bella figlia dell’amore”. O que, en la página 27 dice conocerse bien lo que significó Verdi en el Renacimiento italiano, queriéndose referir al Risorgimento. El empleo de dicho término cae en el error, a pesar de que el movimiento tuviera algo de renacimiento cultural, político y social. O, también, que Havergal Brian no tenía setenta y cinco años cuando a mediados de los noventa del siglo XX compuso The Cenci. Primero porque murió en 1972 y segundo porque la ópera es de 1952, cuando el compositor británico tenía setenta y seis años.
Con todo, este es un texto pensado como punto de partida para el operófilo, como instrucción básica con la que el autor no pretende realizar un ejercicio de erudición ni una lectura académica si no un texto a medio camino entre lo narrativo y lo descriptivo de lo esencial, con puntuales incisos musicales basados más en el adjetivo que en el sustantivo. Por este motivo y por su afán evidente de ser accesible, no contiene ninguna nota al pie de página ni ningún listado bibliográfico final que acredite las matrices documentales de las que se ha nutrido. Ello facilita una lectura ágil presentada en una edición utilitaria, con ausencia total de imágenes e ilustraciones que se corresponde a la austeridad gráfica y al cuerpo de letra grande, espaciosa y cómodamente legible. Eso sí, se echa de menos un índice general con los números musicales y cuadros escénicos de esta ópera que redondee la eficacia de esta estimable aportación a la literatura divulgativa sobre Rigoletto.
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