Por Carlos G. Abeledo
Julián Gayarre. La voz del paraíso. Oscar Salvoch. Prólogo de Lina Huarte. Ediciones Eunate 2015 (970 págs.) ISBN: 978-84-7768-276-9
Más de quince años de su vida ha dedicado el músico, cantante, productor, compositor, pero sobre todo admirador incondicional del legendario tenor roncalés, a su segundo y exhaustivo libro sobre la figura de Julián Gayarre, que se publica coincidiendo con el 125 aniversario de su muerte. Muerte acaecida en su domicilio de Madrid en la madrugada del 2 de enero de 1890, como consecuencia de una “broncopneumonía grippal localizada en el lóbulo inferior del pulmón izquierdo” según reza el parte médico firmado por los doctores Salazar, Cortezo y San Martín, tal como se documenta en el trabajo objeto de este comentario.
El libro, de 970 páginas, es un completo repaso a la vida del tenor, desde su nacimiento hasta su muerte. Estructurado en capítulos que llevan por título cada año de su vida, contiene multitud de notas explicativas, numerosas semblanzas de los personajes públicos que se citan en el devenir narrativo, la transcripción de muchas de las cartas que se cruzaba con su familia y amigos, así como gran cantidad de documentos relativos a su trabajo, vida social y vida familiar, amén de multitud de fotos, crónicas periodísticas y críticas de sus actuaciones.
Sorprende por otra parte, sobre todo siendo el autor un admirador incondicional del artista, el tono de ecuanimidad que impregna el libro. Salvoch se limita a narrar los hechos, de manera exhaustiva eso sí, pero sin tomar partido en los “conflictos” por ninguna de las partes implicadas. Deja que sea el lector quién saque las pertinentes conclusiones y sólo cuando los hechos están probados en uno u otro sentido, se permite un comentario personal.
Esclarecedores, y tratados con sumo respeto, son los aspectos polémicos de la vida de Gayarre, como los que se refieren a sus amores, hijos naturales, etc. Capítulo tratado igualmente con gran sentido común es el de la existencia de unas posibles grabaciones del tenor en cilindros de cera, que desgraciadamente nunca han aparecido. Igualmente se relata sin ningún sensacionalismo su última actuación, en el Teatro Real, con el histórico fallo en el sobreagudo (Si natural) de la romanza “Mi par d´udir encora” de la ópera Los pescadores de perlas. Fallo que Salvoch insinúa que posiblemente no tenga relación directa con su muerte acaecida menos de un mes después, aunque dos de las películas biográficas sobre el tenor (la protagonizada por Kraus en 1958 y la protagonizada por Carreras en 1986) resalten el hecho sacándole un evidente partido dramático a la situación.
Un extenso apartado de anexos, escritos por distintos autores además de por el propio Salvoch (entre los que encontramos a Alfredo Kraus, artista que se declara ferviente admirador del roncalés) cierra está edición que por su rigurosidad, detalle y documentación, se pone sin discusión a la cabeza de los textos dedicados a Julián Gayarre. Y que de seguro se convertirá en un imprescindible libro de consulta para los aficionados al bel canto, en especial para los admiradores del tenor roncalés, y sobre todo para los estudiosos de su periplo artístico y vital.
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