Por Albert Ferrer Flamarich | @AlbertFFlamari1
August Bournonville. Historia de una tradición. Ioshinobu Navarro Sanler Ediciones Cumbres, Madrid, 2020. [359 págs.] ISBN: 978-84-947063-5-6
En la ya de por sí menguada bibliografía artística patria, no es ni mucho menos habitual la aparición de nuevos libros dedicados al ballet en sus diversas vertientes y géneros, salvo aportaciones académicas o de sellos muy específicos. Este es el caso de Ediciones Cumbres que prosigue su periplo de publicaciones entorno la danza desde distintas perspectivas y metodologías. En esta ocasión ha comercializado una monografía escrita por el bailarín, coreógrafo y pedagogo cubano Ioshinobu Navarro Sanler [Cuba, 1979] versada en una de las figuras más relevantes de la historia de la danza: August Bournonville [1805-1879], referente y padre de la escuela danesa de ballet. Éste vivió una época de cambios encabezados por el ascenso del protagonismo femenino en las coreografías y argumentos; y sus directrices, elaboradas hace más de un siglo y medio, han sobrevivido custodiadas en el Royal Danish Ballet.
Fruto de la condensación de su tesis doctoral August Bournonville como modelo de preservación del patrimonio europeo de la danza, el libro está estructurado en cuatro bloques que recorren un arco que tiende de lo general a lo concreto, con digresiones de corte histórico entorno a hechos y personalidades. Empieza con un repaso condensado de la danza desde la época moderna y la dualidad de influencias entre Francia e Italia -con especial atención a Dinamarca en el siglo XIX-, para luego centrarse en la figura del coreógrafo y bailarín, la herencia recibida de su padre y la tradición instaurada unas décadas antes por los estilos de Galeotti y Noverre. Aquí destacan también las observaciones al tratado Estudios coreográficos que el protagonista escribió entre 1848 y 1861, a su vez que una cronología del catálogo coreográfico para composiciones de Carafa, Gyrowetz, Hérold y otros contemporáneos de la generación de su padre Antoine Bournonville [1760-1843] que, por entonces, figuraban en el repertorio. Un repertorio al que brindó grandes coreografías, como las cinco que concentran el cuarto bloque: La sílfide [1836], Napoli o El pescador y su novia [1842], La kermés en Brujas [1851], A Folk tale [1854] y La ventana [1851-56], de las que también ofrece descripciones de montajes recientes. Lo hace a partir de un esquema que incluye una ficha técnica con los datos básicos, argumento, análisis de la obra y referencias musicales. Con ello ofrece una sustanciosa perspectiva, documentada y actualizada, en la línea de otros compañeros e investigadores que están nutriendo el particular catálogo del sello madrileño.
No obstante, hay tres aspectos metodológicamente cuestionables. Primero: no aclara la relación de las 62 producciones indexadas según la citada cronología del catálogo coreográfico (1829-1876) extraído de distintas fuentes [págs. 127-132], respecto las 104 producciones contabilizadas para el Royal Danish Theatre entre 1829 y 1877 [págs. 133-141], entre las que se hallan 51 óperas y óperas-comedias, 6 versiones de ballets, 14 ballets divertissements y 33 obras originales. Tampoco se indica en cuáles actuó como bailarín, si lo hizo. En segundo lugar, hay reiteraciones de contenido, como sucede en el tercer eje del libro, el dedicado a la escuela de danza danesa, donde reincide en lo ya expuesto en el capítulo biográfico «August Bournonville padre de la escuela danesa de ballet» [pág. 63]. Buena parte de este apartado historiográfico debería haberse fundido en las primeras cincuenta páginas y el resto, dedicadas al siglo XX y XXI, complementarlas con una panorámica más amplia de esta disciplina en Dinamarca. Y, por último, falta un glosario con términos específicos que el lector profano puede desconocer como son los pasos de danza (pirouettes, sur le coud de pie, rotación endehors,…); así como la traducción al español de los abundantes extractos y citas en inglés, bien fuese dentro del texto o en notas al pie de página. Esta ausencia, que también incluye el poema El rizo robado de Alexander Pope (pág.199), supone una evidente incomodidad para el lector que no domine el idioma.
La edición sigue el libro de estilo de Ediciones Cumbres. Es decir, edición rústica, cubiertas con una textura granulada, letra espaciosa y, esta vez, fotografías desplazadas al final del volumen redondeando nueva y competente aportación bibliográfica sobre la historia de la danza que amplía el conocimiento sobre esta figura esencial que fue Bournonville: un creador atento a las novedades musicales, y concienzudo en el trabajo a fondo de sus propuestas desde una posición no rompedora ni elitista, sin dar la espalda al público ni al éxito comercial, pero conservando a su vez la propia identidad como creador y como hombre de su tiempo.
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