Una entrevista de Aurelio M. Seco / @AurelioSeco | Fotos: Fernando Frade / CODALARIO
¿Cómo ha sobrellevado los momentos más duros de la pandemia?
Estos meses le han dado un significado más profundo a mi vida, he tenido tiempo de saborear cada momento y cada actividad con más calma, pudiendo apreciar y disfrutar plenamente de todo aquello que me ha dado la vida. Ha habido momentos muy duros en muchos aspectos, pero tengo que decir que este último año también ha sido uno de los más bellos de mi vida. Vivo cerca del bosque, al lado de una reserva natural en Valencia y, si antes de la pandemia mis viajes y mi universo musical y artístico me tenían embebida, en este último periodo me he dejado embelesar por el paraíso tan maravilloso en el que vivo. Sabía que había elegido como residencia un lugar bello pero ¡no imaginaba que fuera tal paraíso! Pasar tiempo con mi hijo, retomar actividades como el Yoga, revisar mis futuras grabaciones o intensificar actividades como la docencia han sido actividades que han enriquecido estos momentos complejos, además de ¡infinitos paseos por el bosque! (Navidad, por ejemplo, era un período que siempre solía pasarme viajando por trabajo, haciendo algún concierto. Los últimos cuatro años he estado viajando con mi hijo, a Suiza, Alemania..., y nunca sabíamos qué nos iban a dar de comer esa noche. Sin embargo, estas navidades las he pasado con el sol de Valencia y con el maravilloso producto gastronómico que tenemos aquí, que es inigualable, y en compañía de algunos amigos cercanos. Para mí son un tesoro las amistades que nos trae la vida. Así que tengo que decir que han sido unas fiestas preciosas.) En el terreno concertístico, tuve ocasión de regresar a los escenarios en Junio con un streaming desde mi querido Auditorio Nacional de Madrid, mi ciudad natal. Este recital dentro del marco del CNDM me queda como uno de los momentos más memorables de mi vida. Fue auténticamente emocionante ser consciente del infinito derroche de emociones que significa subirse a un escenario, tanto emocionalmente como físicamente. A partir de entonces he sido muy afortunada pudiendo subirme casi regularmente a los escenarios, especialmente en España, que es un oasis musical dentro de esta pandemia. Cómo estamos sacando los conciertos adelante en estos momentos tan cruciales me llena de esperanza y orgullo por mi país. Somos auténticos héroes y pioneros. Así nos describen los artistas y melómanos del mundo entero y así se nos recordará. Estos últimos días he estado con la Orquesta de Barcelona OBC y la Sinfonica de Malaga, y ahora me pilla estudiando los programas que interpretamos esta temporada con la Orquesta de Valencia, institución de la que soy artista residente.
Es importante la amistad
¡Mucho! y es uno de los mayores tesoros que nos puede dar la vida.
¿Cuál es la esencia de Leticia Moreno?
¿Cuál es mi esencia...? No sabría definirla con palabras. Me encanta estar rodeada de naturaleza, que para mí es esencial. Esto es fundamental para sentirme en paz y en conexión con el mundo. Soy una persona muy apasionada, a veces demasiado. Mi profesión me fascina porque cuando interpreto la música de otros, estoy siendo la guardiana de la esencia de otros seres entrañables de nuestra historia. Mis amigos dicen que soy una persona muy generosa, y con los años me he dado cuenta de que hay una parte de mi profesión que me retroalimenta, y es saber que estoy aportando momentos muy valiosos a los oyentes que vienen a los conciertos.
La experiencia de un concierto nos permite digerir de una manera realmente divina todas aquellas circunstancias que nos pone en el camino la vida, las vivencias que nos da. Tanto para el oyente como el artista. Hablo de reflexionar sobre lo que nos ocurre, ha ocurrido y ocurrirá en un sentido amplio de la palabra. Además me parece una importante reflexión para las futuras generaciones , que vivir no sea simplemente ganar un sueldo, sino aportar algo más al mundo en el que vivimos. Los músicos somos muy afortunados de poder aportar algo muy valioso al mundo.
Una mujer apasionada
En todos los aspectos. Soy una persona muy intensa; de hecho, repito mucho esta palabra. No sé hacer las cosas a la mitad; me vuelco de lleno en todo aquello que hago. Me encanta sentir con plenitud. Soy una persona a la que le gusta saborear todo al máximo, y eso es algo que este año me he permitido hacer más que nunca, saborear cada día, porque no sabías lo que iba a pasar después, y esto es algo que viviendo tan rápido como he vivido, me ha encantado. Vivir rápido, tanto viaje, tantos artistas fascinantes, tantas amistades nuevas , tantos lugares que visitar, que me aportan una visión distinta por la cultura, arte, arquitectura de cada lugar... Es fantástico y muy enriquecedor. Pero tengo que decir que este año espero mantener este goce por saborear las cosas más sencillas, las que uno tiene a su alcance, y estar muy agradecida por lo que tengo. Eso es lo que me ha salvado. Ha habido momentos muy dramáticos pero también ha sido un año bellísimo en el sentido de que he podido saborear con más calma que nunca lo que estaba sucediendo y estar más presente en el momento de ahora.
Antes vivíamos tan deprisa que a veces nos olvidábamos de aquellas cosas que son tan bellas, y otras tan banales y mundanas... Cosas importantes como pasar tiempo en familia, con mi hijo, salir a pasear por un entorno natural en el que vivo, tan maravilloso... Yo no imaginaba que Valencia era un paraíso tan precioso. Poder disfrutar con más calma de las amistades....
El aburrimiento para mí no existe. Hace años que vengo descubrimiento la calma en la naturaleza. Durante la pandemia he podido pasear por la reserva natural del río Turia y el bosque que tengo al lado de mi casa. Esos momentos de calma e introspección son esenciales para cualquier persona. Ya venía dándome cuenta de ello pero ahora he podido comprobarlo más que nunca.
¿No se ha enganchado a las series como todo el mundo?
Yo no soy mucho de televisión. He descubierto lo que son las series hace unas semanas, y sí, alguna me ha enganchado y he podido disfrutar del home cinema que he adquirido durante la cuarentena. Pero ver la televisión no es algo que haga a diario. Prefiero leer un libro o conversar con los amigos. O dar un paseo...Siempre que voy a dar un paseo tengo la sensación de que me he perdido en el bosque.
¿Y en qué piensa cuando pasea?
A veces en nada, a veces en todo. Para mí es la mejor medicina- ¡un baño de bosque! Es maravilloso tener esto aquí tan cerca, en Valencia.
Habrá echado en falta ofrecer conciertos.
Echo en falta ante todos los encuentros enriquecedores con diferentes artistas en el marco de un programa o proyecto concreto. Con una meta concreta. Pero soy una persona que siempre me fijo en lo que tengo y no en lo que me falta. Soy muy soñadora y lucho por mis sueños, si no, no hubiera podido ser violinista.
Hábleme de sus sueños
Sueño con poder alcanzar una armonía entre ese universo musical que tanto nos llena y que tanto nos absorbe a los artistas y con el mundo real en el cual vivimos. Siempre estoy en busca de ese equilibrio y cada día siento estar más cerca. En cualquier caso, estoy muy contenta con todo lo que me ha ofrecido la vida y con lo que ya he logrado, gracias al apoyo de muchísimos profesionales y de mi equipo, así como a la inspiración de muchos músicos y artistas con los que colaboro. Pero todavía me queda mucho terreno por labrar. La suerte es que en la música no hay un fin y sí muchos artistas con los que me gustaría colaborar y ¡muchos proyectos diferentes que sacaremos adelante!
¿Cómo ha vivido las cancelaciones de conciertos?
Ha sido muy dramático y doloroso ver cómo se cancelaban eventos y conciertos en masa. Caían como moscas, y los que quedan por caer, aunque a la vez parece que van surgiendo oportunidades diferentes. Una vez más debo destacar la increíble labor que están haciendo los promotores y las orquestas españolas demostrando que sí se pueden celebrar conciertos de manera totalmente segura.
¿Ha tenido miedo?
No por mi salud o por la de mis seres queridos, ya que con prudencia se puede manejar la situación. Además en los momentos en los que salgo a los ensayos y escenarios, las estadísticas muestran claramente que el entorno de un concierto de música clásica y nuestros ensayos y lugar de trabajo son absolutamente seguros. Es de hecho el entorno más disciplinado para seguir las pautas sanitarias para minimizar a prácticamente 0 los contagios.
No he tenido miedo pero sí el deseo de reivindicar nuestro sector como esencial y he pensado mucho sobre qué podemos hacer para involucrar más al público en general en la música y en el arte, para que haya una mayor interacción. Está claro que la cultura sí ha tomado un papel muy importante de manera digital y en los conciertos que he ofrecido durante estos meses se siente como el publico aprecia más que nunca la cultura. Me parece esencial que todos nos involucremos más activamente que nunca en inspirar y educar a las futuras generaciones para que puedan disfrutar de este mundo tan maravilloso que es la música y enriquecer así su vida. Desde mi puesto de artista residente con la Orquesta de Valencia voy a poder influir a través de una serie de masterclasses en otras generaciones, como lo hicieron grandes maestros conmigo. Ser artista residente en una orquesta es un sueño cumplido. Te permite desarrollar más profundamente las relaciones y lazos artísticos con la institución, musicos y también con la ciudad. Esta residencia es el fruto y deseo de muchos músicos de la orquesta y mío y un paso natural tras colaborar durante tantos años juntos. Este tipo de situaciones y vivencias son las que sueño musicalmente: poder trabajar más profundamente con diversos artistas.
Hay otro sueño musical que ya inicié y que mantendré activo, es un proyecto que desarrollaré paulatinamente durante toda mi vida, la recuperación del patrimonio violinístico español, que comencé con el álbum Spanish Landscapes, mi primer proyecto discográfico con el sello amarillo. Y otro sueño, el proyecto Músicos por UNICEF, una plataforma en la cual los artistas que se involucran tienen la posibilidad de donar sus acciones para que luego se conviertan en un apoyo real para proteger a la infancia más vulnerable. Es un proyecto muy joven y tengo muchos colegas que se han involucrado para donar su música. Espero y sueño con que tenga vida propia un día, y que cada vez haya más y más músicos involucrados. Sueño con que todos los niños puedan disfrutar de un concierto, de una vida artística, de la expresión artística, y con poder aportar e involucrarme en este proceso en los años que me quedan de carrera. También sueño con seguir haciendo música con grandes amigos y músicos a los que admiro.
Hábleme de alguno de esos sueños artísticos cumplidos
Algunos de mis primeros sueños musicales fueron trabajar muy estrechamente con mi mentor Slava Rostropovich o girar con Krzysztof Penderecki cuando tenia 15 años. He podido tocar varias obras bajo su dirección a lo largo de los años y en su último tiempo interpretamos varias veces su propio concierto para violín Metamorphosen. Me siento muy afortunada también por haber colaborado asiduamente con la Filarmónica de San Petersburgo y Yuri Temirkanov, que es el músico y la orquesta con los que más he ido de gira. Temirkanov es una persona que realmente se comunica casi exclusivamente a través de la música y a través de su mirada, un hombre de parcas palabras. Al trabajar, usa muy poco la palabra, quizás porque porque todo lo musical expresa todo aquello que no puede llegar a explicar la palabra...? Son artistas de los que he aprendido tantísimo.... A veces intentamos describir la música con la palabra, pero no hay nada más efectivo que usar sólo la música, que es un lenguaje en sí, y yo creo que respecto a Temirkanov me quedo con eso de él: es uno con la música. Juntos hemos hecho muchísimas giras y conciertos. Grabamos el Concierto para violín de Shostakóvich en directo ¡con solo una toma!, ¡y lo disfrutamos al máximo! Visto con perspectiva me da vértigo pensar que sólo tuvimos una oportunidad para hacerlo, pero en aquel momento fue mágico. Nos dejamos llevar por la música, además, en la misma sala donde se estrenó ese concierto, la sala de la Filarmónica de San Petersburgo. Lo maravilloso de esta orquesta es que son realmente soldados de la música. Yo creo que es una perspectiva que he comprendido con los años y de la que me gusta ser defensora, porque me lo dijo en su día uno de mis profesores, Rostropovich. Me dijo: «Estás elegida para ser soldado de la música».
¿Qué músicos han sido o están siendo importantes en su carrera?
Cualquier músico con el que esté tocando en el presente puede significar una gran fuente de inspiración para mí en ese instante. Obviamente Rostropovich fue una persona muy importante y, en cierta forma, sigue siéndolo en mi vida. Le conocí con 17 años. Él fue quien más me ayudó y enseñó a meterme en la piel de un compositor, a transformarte en la obra. Para mí salir a tocar al escenario es salir a dar vida a un personaje, ¡a varios, de hecho!: ¡es una metamorfosis casi física! Uno se transforma en esa obra, en la circunstancia que inspiró esa composición, en la obra en sí. Es algo que yo siempre intento y lo que más placer me da a la hora de estudiar y salir al escenario, intentar ser esa obra. Te puedes alimentar de tus propias vivencias y escuchar aquello que te dice la música, luego con los años y la experiencia vas adquiriendo más y más conocimientos.
¿Y esto respecto a cualquier obra y repertorio?
Sí, Es un proceso de trabajo que tengo muy naturalizado... Otra gran fuente de inspiración y conocimiento es conocer a compositores. Una persona que me marcó mucho es el primer compositor que conocí, Krzysztof Penderecki. Con él he tenido la oportunidad de hacer mucha música. Recuerdo las primeras giras que hice con quince años, que realicé precisamente con él, bajo su dirección, tocando obras de Mendelssohn, Beethoven... Con frecuencia me quedo a las segundas partes de los conciertos en los que participo como solista. Me encanta hacerlo. Recuerdo muy bien las sinfonías de Beethoven o Dvorak que dirigía Penderecki. Yo creo que ha marcado mi manera de percibir esos mundos, obras y compositores. Después de haber trabajado con él y de haber estudiado juntos su música, me ha ayudado mucho en ese mismo proceso que inicié con Rostropovich, el de comprender la obra desde la perspectiva del propio compositor. Empecé a escuchar asiduamente la obra de Penderecki con 9 años. Poder tocar su concierto Metamorphosen con él dirigiendo ha sido una vivencia extraordinaria. Nunca olvidaré los momentos que pasamos juntos.
Peter Eötvös es otro gran compositor con el que he tenido la fortuna de compartir grandes vivencias musicales y conversaciones tan enriquecedoras. Sus obras son mundos tan diferentes, cada una de ellas... ¡A veces cuesta pensar que han sido escritas por la misma persona! Poder estar en contacto con creadores es algo tan enriquecedor... Porque los instrumentistas somos actores, los que reinterpretamos las obras, pero no las creamos. Fruto de nuestra colaboración con Peter es un CD con su concierto DoReMi entre otras obras suyas junto a la orquesta Casa da Música en Porto. La grabación saldrá a la luz a final próximamente.
Otro sueño ha sido colaborar con Andrés Orozco Estrada, un director que ha marcado mi trayectoria y con el que vengo colaborando desde hace más de diez años. Con él he grabado mis dos últimos discos, entre ellos el estreno del concierto del compositor peruano Jimmy López, quien me ha dedicado su primer concierto para violín Aurora, inspirada en el fenómeno atmosférico y que estrenamos con unas proyecciones que simulaban este fenómeno. ¡Espectacular! Recuerdo el día en que me llamó Andrés preguntándome si estaba dispuesta a tocar un estreno de López. Se había anticipado a un sueño que no había confesado a nadie por aquel entonces. El sueño de colaborar juntos en la creación de una obra nueva era mutuo , de Jimmy , de Andrés y mío !La Sinfónica de Houston tuvo la generosidad de organizar que Jimmy viniera Valencia para darle forma juntos al nuevo concierto de violín. Yo experimentaba con los límites de mi instrumento mientras el propio compositor escribía sobre la marcha. ¡Fue emocionante verme involucradla en la composición del concierto! Fuimos dando forma a la obra, poniendo yo mi experiencia como violinista a disposición del compositor. Poder ser parte del proceso creativo ha sido un sueño con el que nunca habría tenido la osadía de soñar.
El estreno junto a la Houston Symphony y Andrés Orozco Estrada ha sido grabado y lanzaremos la producción discográfica dedicada a las obras de Jimmy López en los próximos meses.
También ha trabajado mucho con Christoph Eschenbach
Sí, recuerdo especialmente nuestros conciertos en Washington, donde interpretamos la Sinfonía española de Lalo. Es algo muy especial poder tocar con un director que también es instrumentista. Christoph tiene una habilidad increíble para comprender y acompaña al solista.
Hemos podido observar en la última década de su carrera que incluye asiduamente repertorio contemporáneo en su agenda
Sí, efectivamente , el repertorio contemporáneo es esencial en mi vida. En ese sentido, he tocado mucho el Concierto de Fazil Say, que interpreté como último concierto antes de la cuarentena con la Orquesta Mozarteum en Salzburgo. Los conciertos de Ekka Pekka Salonen, Magnus Lindberg, Gubaidulina , Peter Eötvös , Pendereski , Jimmy López o Gabriel Prokofiev es repertorio que ha sido muy importante para mi trayectoria artística en los últimos años. El mundo de la creación actual me fascina. Si me pongo a soñar, yo creo que lo que sí que estaré trabajando en los próximos años es en crear más obras contemporáneas de colegas a los que admiro. Es algo a lo que también me animó Rostropovich. "Debes estar muy atenta a los nuevos compositores y en contacto con ellos. Crea alianzas y amistades con ellos". Es algo que he hecho siempre y espero seguir haciendo.
Hábleme de su violín.
Llevo muchos años tocando todos mis conciertos en mi Nicola Gagliano, este violín es parte de mi. Existe una confianza labrada a lo largo de los años. Es parte de mi sonido y de mi ser. No es metafórico. Es aquello con lo que puedo llegar a expresarme al máximo. Y aquello con lo que he pasado más tiempo.
Respecto a mi arco , Llevo tocando con el mismo arco desde el inicio de mi carrera . De hecho fue la primera compra que hice! Ni un chicle me había comprado por mi cuenta antes! Todavía recuerdo ir al banco con 13 añitos para pedir un préstamo junto a mi padre que me acompañó, Y lo pagué rápido con mis primeros conciertos! Es un arco fabuloso, un Lamí , arco francés del siglo 19.
¿Le interesa la perspectiva «historicista»?
Parte de mi formación en la Guildhal School of Music , donde me gradué, incluyó un periodo de formación barroca. Actualmente interpreto las obras barrocas con mis instrumentos habituales. Soy partidaria de que con la imaginación se pueden lograr los colores , articulaciones y fraseo barroco. En alguna ocasión intenté cambiar la afinación a 338 Hz, pero al tener oído absoluto me genera un trastorno tremendo. Cualquier variación del 442 o 440 significa una variación gigante! hasta el punto de que mis agentes me informan de la afinación de las orquestas con las que actuaré días antes de un concierto porque soy muy sensible a ese tipo de cambios. Sin embargo creo que lo más importante es, vuelvo a repetir, meterse en la piel del compositor, ser lo más fiel posible a ese mundo interior de creador de la obra que interpreto . Creo firmemente en la posibilidad de recrear cualquier mundo con los instrumentos que tenemos hoy en día. Además creo que muchos compositores se hubieran sentido muy inspirados con las posibilidades de los instrumentos actuales.
Creo que en una ocasión lo pasó usted mal al tener que cambiar de violín
No me gusta cambiar de instrumento, porque cada violín se vuelve parte de mi cuerpo, y no estoy hablando de forma metafórica. Ahora mismo tengo una confianza tan grande en mi violín que sería muy difícil sustituirlo por otro. Incluso aquellos días en los que el instrumento está sensible y quizás no da el 100%. Además del Gagliano tengo otro violín moderno del luthier Marc Paquin, luthier suizo afincado en Granada que hace instrumentos verdaderamente impresionantes y en verdad más fáciles de tocar y más estables que muchos grandes instrumentos. Pronto lo sacaré a los escenarios también! El Nicola Gagliano , así como cualquiera de los Stradivarius y Guarneris que he tocado en el pasado pueden resultar más caprichosos y pueden ser en ocasiones más complicados de tocar, quizás porque ningún instrumento antiguo está ya en plena forma, como el del calibre de Paquin, que tengo como segundo instrumento. Tengo un contacto muy íntimo con mis instrumentos, que llevo tocando desde el inicio de mi carrera. Cuando he tenido que cambiar de violín en el pasado han sido momento difíciles por ello.
¿Ha habido momentos de silencio?
El mayor tiempo que pasé sin tocar fue cuando di a luz a mi hijo. Fueron sólo unas semanas. También durante la cuarentena me distancié del instrumento. Y después de ganar el Concurso Sarasate con 15 años mantuve unas semanas de descanso por motivos físicos. ¡Había ganado 4 concursos en tan sólo unos pocos meses y era momento de tomarse un respiro! Eran pausas necesarias, y de hecho últimamente me he vuelto consciente de que siempre que paro de tocar, aunque sea sólo por unos días, ¡se produce como una especie de reseteo muy positivo! Tremendamente interesante.... Pero es un hecho que durante toda mi vida he estado viviendo al límite musicalmente y ¡ha sido tan emocionante y enriquecedor!
Durante los últimos meses he disfrutado mucho de esta calma musical, pero mi equipo de trabajo, mi representante, sabe que nos gusta tener un puntito más de adrenalina, para estar en ese punto ideal de trabajo. Soy una persona que, precisamente por esta paz que tengo en el interior, me alimento mucho de la adrenalina y las emociones que me aporta la música y las giras y conciertos.
Son importantes los agentes.
Sí, no son casualidades las elecciones de repertorio que vengo haciendo en los últimos años, ni las alianzas artísticas y mi trayectoria internacional. Es el resultado de un trabajo en equipo. Federico Hernández es mi contacto diario del maravilloso equipo en Harrison Parrott & Polyarts con el que hemos navegado y descubierto tantos universos... En estos últimos años se han cumplido tantísimos sueños... Por supuesto son fruto de muchos años de preparación y esfuerzo y de reconocimiento pero también es el trabajo de un equipo. Tengo la suerte de de contar con un equipo de personas altamente cualificadas, profesional y humanamente, porque esto debe ir de la mano, y tengo muchos amigos dentro y fuera del gremio que siempre me pueden aconsejar. Es importante contar con un equipo de amigos o personas del gremio para asesorarse. Por supuesto al final uno debe tomar decisiones individuales de acuerdo con mis prioridades e intereses, pero me siento muy afortunada de contar con buenos consejos. Mi gente sabe que soy una persona muy abierta y que me encanta escuchar consejos que me enriquezcan, pero al final es importante apagar el ruido exterior y sentir lo que uno lleva dentro, porque es la única forma de desarrollar una personalidad propia y una trayectoria única.
En cuestiones de publicidad o de cosas más externas a lo puramente musical también he tenido grandes profesionales en la discográficas, tanto en Universal y Deutsche Grammophon, quienes han lanzado mis últimos proyectos discográficos.
¿Y musicalmente?
He confiado siempre en mi propio instinto. ¡Y por supuesto tengo colegas maravillosos que me inspiran tantísimo! En lo que se refiere a la musicalidad y técnica de mi instrumento también he confiado muchísimo en mi manera innata de tocar. He construido mi técnica de una manera muy personal e individual. Es importante reconocer que cada uno tenemos una esencia y saber escucharse a uno mismo para seguir tu propio camino y no perderse. Esta búsqueda interior es lo que me ha permitido tener un sonido personal y una musicalidad individual. Siempre he tenido un mundo interior muy rico.
¿Qué quiere decir con que su técnica violinística es personal?
Es complejo describirlo con palabras. Siempre tuve una manera prácticamente innata para tocar mi instrumento. Una manera individual de usar las manos para extraer el sonido del violín. Siempre me ha gustado explorar los diferentes límites del instrumento así como de los colores que uno puede crear con el sonido.
He sido muy selectiva a la hora de incorporar ingredientes y cambios en esta técnica personal en base a lo que me han aportado mis maestros. Me daba cuenta al ser estudiante que había formas no académicas que a mi me daban los resultados que yo buscaba y con el tiempo me doy cuenta, sobre todo con el repertorio contemporáneo, que el arte de tocar el Violín es un descubrimiento constante y no puede haber pautas rígidas. Creo que es importante descubrir un camino propio, ser fiel y tener fe en aquellas ideas que uno tiene. Cuando tenía dos-tres años y empezaba a jugar con el violín por primera vez, me doy cuenta que hoy día ¡tengo exactamente las misma posición de manos! ¡Así lo delatan las fotos! Algún profesor me insistió tortuosamente para cambiar mi manera de tocar, que era evidentemente innata y natural, pero como yo veía que me funcionaba -ríe-, mantenía mi rumbo. Y todo sigue en evolución constante. Durante la pandemia he empezando a dar bastantes clases magistrales y es tremendamente interesante. Es importante tener muy presente que cada cuerpo y mente es diferente. A lo largo de la historia podemos observar que cada instrumentista tiene una manera muy individual al tocar el instrumento y muchas de estas formas no entrarían dentro de lo académico. Es importante tener fe y escuchar al cuerpo de cada uno, confiar en nuestra esencia y naturaleza. Es fundamental a la hora de vivir, no solo a la hora de tocar!
¿Y si alguien intenta cambiar su perspectiva?
Es interesante y enriquecedor ver las cosas desde perspectivas diferentes. En mi caso he tenido una manera muy intuitiva para afrontar ciertas situaciones y me gusta ser fiel a mi naturaleza. Creo que ser consciente de esto desde muy joven me ha dado mucha fortaleza y confianza. A la hora de escoger un profesor, éste debe ver qué hace florecer aquella esencia que uno lleva dentro, y prácticamente lo mismo sucede con los artistas con los que elijo colaborar. Lo ideal es cuando nos enriquecemos mutuamente.
¿Qué músicos escucha? ¿Qué oye o ve Leticia Moreno en su tiempo libre?
El tiempo libre es muy relativo siempre para un artista, que tiene la mente siempre alerta y en busca de inspiración!a veces elegiré el silencio y el canto de los pájaros que rodean mi casa. ¡O el sonido del mar! Desde que era pequeña intenté inspirarme en otras fuentes diferentes a mi mundo violinístico. Por supuesto que me han fascinado violinistas como David Oistrakh o Heifetz y algunas de mis grabaciones favoritas son de Henryk Szeryng, pero siempre me ha gustado sacar inspiración de mundos diferentes. Para trabajar mi repertorio, si por ejemplo estoy estudiando el concierto de Dvorak, escucharé sus sinfonías y su música de cámara. Y en general, me gusta escuchar a cantantes como María Callas o Ella Fitzgerald, pianistas como Michel Camilo, Rubinstein, también violinistas como Stéphane Grappelli, de jazz o swing. ¡Muy divertido! Desde pequeña me gusta ir a museos. Tener conversaciones con artistas plásticos o escritores me parece muy interesante. También ir al ballet. De pequeña empecé mi educación artística de formas muy variadas: quería ser escultora, fui a clases de ballet, de pintura... practicaba hípica... Siempre me ha gustado nutrirme de cosas diferentes a la propia música, como la naturaleza, que puedan nutrir de manera más integral mi proceso creativo con el violín, que puede llegar a ser un mundo tan absorbente. Me gusta tener contacto con todas aquellas cosas que hagan profundizar en su esencia desde otra perspectiva
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